martes 19  de  marzo 2024
ANÁLISIS

Recomiendan a la oposición no participar en la Constituyente madurista

Antes de que la oposición denunciara un Golpe de Estado Constitucional el pasado 29 de marzo, la firma Venebarómetro calculaba que solo 30% de los ciudadanos se autodefinían como chavistas
Por EUGENIO G. MARTÍNEZ

El futuro político y económico de Venezuela parece circunscribirse al proceso Constituyente iniciado por el presidente Nicolás Maduro. No obstante, la ausencia de un referendo para dirimir si los venezolanos avalan esta idea y el evidente sesgo de la propuesta al limitar las postulaciones y el método de la elección de la mitad de los integrantes de una Asamblea Nacional Constituyente a los grupos sociales y votantes adeptos a la revolución bolivariana provoca que los analistas que en el pasado han condenado la abstención de la oposición venezolanas en elecciones parlamentarias, ahora consideren que la única opción de quienes adversan al chavismo es no participar para evitar darle legitimidad a la manipulación del madurismo.

Antes de que la oposición denunciara un Golpe de Estado Constitucional el pasado 29 de marzo, la firma Venebarómetro calculaba que solo 30% de los ciudadanos se autodefinían como chavistas, mientras 13% de los ciudadanos calificaba la gestión de Maduro como buena y 14% la describía como excelente. A pesar del evidente rechazo y la falta de piso político para plantear la refundación del Estado Maduro decidió proponer una Asamblea Nacional Constituyente que persigue, entre otros elementos, modificar la estructura político territorial del país, eliminar las figuras de control político intermedias como alcaldes y gobernadores e instaurar en el país un sistema de votación indirecto en el chavismo controle no solo a los postulantes, sino a los electores claves.

Según el abogado José Ignacio Hernández la propuesta de Maduro provocará que los constituyentes sean elegidos “con un procedimiento similar al desarrollado en regímenes autoritarios como los de la Unión Soviética o Cuba”. Para Hernández el madurismo será incapaz de implementar esta propuesta.

Con esta idea concuerda el abogado constitucionalistas Juan Manuel Rafalli, quien sostiene que la Constituyente propuesta “es supraconstitucional y su objeto sería acabar con la democracia sin cambiar la Constitución, acabar con la AN y que no haya elecciones. Eso es un un fraude constitucional”. Desde su visión la oposición no debe ni siquiera valorar participar en este proceso.

Para el director de la encuestadora Delphos Félix Seíjas en los términos en que ha sido planteada esta propuesta “la oposición no puede participar”. Seíjas afirma que según estudios flash telefónicos en este momento se puede afirmar que más de la mitad de la población rechaza la posibilidad de apoyar la constituyente.

El director del Venebarómetro Edgard Gutiérrez es aún más enfático. Ante la pregunta si se debe acudir o no, Gutiérrez solo responde: “No”.

No obstante, la periodista y analista política Luzmeli Reyes matiza esta postura. Asegura que la decisión de participar “es muy delicada (…) porque puede representar una oportunidad tomando como base que el gobierno no es una mayoría electoral”.

Sin embargo, mantiene la idea que sin “unas bases comiciales claras y con un gobierno con tendencia a incumplir sus promesas (…) es un riesgo muy grande para la oposición acceder a ir”.

Para el sociólogo Héctor Briceño la decisión es más sencilla: “La oposición no debe participar en ningún proceso electoral que contravenga los principios democráticos”. Según el análisis de Briceño “lo que hasta el momento ha sido delineado por el gobierno como los principios orientadores de la elección de constituyentistas desconocen el derecho elemental de la igualdad política, tanto como electores como candidatos”.

En términos similares analiza la propuesta de una Constituyente Nicmer Evans integrante de Marea Socialista (organización del chavismo disidente del gobierno de Maduro) “bajo las condiciones que hasta ahora se han preestablecido la oposición no puede acudir (…) El hecho de no ser convocado el proceso constituyente por vía refrendaría, que se pretenda sectorizar su elección y que no esté claro si al final será el pueblo por referendo que valide la existencia de una nueva Constitución, hace de la actual convocatoria inconstitucional”.

Evans aclara que el problema “no es el instrumento en sí, está previsto en la Constitución, sino para qué se utiliza. Así como la MUD o parte de ella hace dos o tres años hablaba de la ANC para salir de Maduro, ahora el gobierno de Maduro la desdibuja de igual manera para huir hacia delante”.

Por su parte, el ex rector electoral Vicente Díaz condiciona la participación a dos factores claves: “Solo si es convocada constitucionalmente y las bases comiciales son sometidas a referendo”. Para Díaz esa convocatoria “puede ser una oportunidad para unificar al chavismo y a la oposición en defensa de la Constitución que el madurismo quiere extinguir”.

Sin embargo Díaz insiste en que el presidente Maduro “no tiene competencia para convocar una Constituyente, está usurpando al Poder Originario”, además de recordar que el Presidente carece del piso político y apoyo popular necesario para esta iniciativa.

No obstante, existen analistas que consideran, que a pesar de la manipulación se debe analizar participar. Luís Salamanca, ex rector del CNE explica que “no se debe dejar el espacio vacío al gobierno”, aunque concuerda que todo depende de la publicación de las reglas de votación que hasta ahora no se conocen. Es cierto que habrían 250 miembros que se elegirán por categorías sociales. Un ejemplo dado por (Elías) Jaua. La clase obrera tendría una cantidad de constituyentes cuyo número se desconoce. Ellos solos votarían por los candidatos obreros. yo pregunto: ¿quién puede ganar allí? Si las encuestas dicen que el madurismo no pasa de 20%, quien crees tu que gana?”.

Según Salamanca “el gobierno no quiere que la oposición participe porque aún en el caso de esta elección corporativa y tramposa la oposición ganaría (…) por eso el gobierno está blofeando acerca del control que tiene sobre la población afiliada a las misiones y programas del gobierno”.

El argumento de Salamanca encuentra sustento en el análisis realizado por la firma Torino Capital. Según su director Francisco Rodríguez “es difícil asignar probabilidades a los muchos escenarios políticos que surgen (…) Sin embargo, creemos que la probabilidad de un escenario en el que la oposición decida participar y acabe por obtener el control de la Constituyente no debe subestimarse”.

El análisis de Rodríguez sugiere que los resultados de los estudios de opinión, intención de voto a favor de la oposición y resultados electorales previos permiten “ilustrar a través de simulaciones lo difícil que sería para el gobierno diseñar un sistema de este tipo”.

Sin embargo, los escenarios de Torino Capital no encuentran respaldo en los técnicos electorales de la MUD quienes sostienen que “cualquier cálculo que se haga es especulación, porque no se conocen las bases comiciales”.

Probablemente la mejor descripción del escenario lo realiza la constitucionalista

Hildegar Rondón de Sansó quien en un reciente análisis describe el anuncio de Maduro no como una gran sorpresa sino como” un gran infortunio” y un “ataque contra la tranquilidad pública; contra el régimen vigente en el Estado; contra el ordenamiento jurídico que nos rige y contra la actual Constitución”.

Sin embargo, el análisis final de Róndon de Sansó (suegra del ex presidente de Pdvsa Rafael Ramírez) lleva el debate hasta el punto de partida de este conflicto: “¿Cuál podía ser la vía posible para detener esta fuerza arrolladora en contra de la Constitución? En nuestro criterio, solo el Tribunal Supremo de Justicia a través de su Sala Constitucional puede detenerla”.

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