miércoles 26  de  marzo 2025
Cuba

Régimen cubano y ELN, un vínculo que ha cobrado sangre inocente

El reciente atentado contra una escuela de formación policial en Bogotá pone en vilo la posibilidad de un acuerdo de paz con el ELN y deja en evidencia el fuerte vínculo que hay entre la dictadura cubana y el terrorismo en el continente
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- No es nuevo el vínculo que existe entre el régimen cubano y los movimientos guerrilleros del continente. De hecho, en esta isla del Caribe se han formado miles de subversivos que tienen la impronta de un castrismo sanguinario y cuyos máximos orientadores han visto en el poder devastador de las armas un mecanismo de represión que han sabido aplicar durante seis décadas.

Por tanto, los cuatro años de negociaciones entre el Gobierno del entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos y las FARC, para lograr un acuerdo que todavía genera controversia, transcurrieron en territorio cubano. En ese tiempo, pero antes y después también, los líderes de esa agrupación a la que se atribuyen miles de muertes en Colombia, se movían como “Pedro por su casa” en La Habana.

Ahora el turno es para el ELN, otra organización de corte marxista-leninista dirigida por Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, que tiene un menor número de combatientes en comparación con las FARC, pero igual capacidad de destrucción que esa agrupación parcialmente desmovilizada tras el pacto firmado por el expresidente Santos, en septiembre de 2016.

En este contexto, el ELN ha venido “coqueteándole” al Gobierno colombiano en procura de un acuerdo similar al que lograron sus “colegas” de las FARC. Con ese propósito, el ELN tiene a un equipo de negociadores destacado en la capital cubana. De acuerdo con la prensa independiente, que es exigua y reprimida, a los “elenos” –como se les conoce en Colombia– se les ve en “buenos automóviles y viven como reyes” en casas que ofrecen comodidades que muy pocos tienen en la isla.

Un tanto lento y con una serie de “altibajos”, el proceso de acercamiento entre las partes encuentra en el reciente atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, un escollo que algunos creen “difícil” de superar. Para un sector de la sociedad colombiana, no es lo mismo negociar con Juan Manuel Santos que hacerlo con el actual presidente Iván Duque, cuyo partido, el Centro Democrático, y su mentor el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe creen que “la paz no se alcanza con impunidad”.

De hecho, la explosión del carro-bomba que dejó un saldo de 21 personas muertas y 68 heridas, hizo que el mandatario en ejercicio exigiera a la dictadura castrista que proceda a capturar y posteriormente repatriar a los negociadores del ELN, como responsables del atentado, para que sean llevados ante la justicia. La respuesta del régimen fue negativa.

Cuba protege al terrorismo”

DIARIO LAS AMÉRICAS consultó las voces de personalidades colombianas. La exsenadora de derecha Thania Vega cree que “desde hace muchos años, Cuba ha protegido a los terroristas de diferentes partes del mundo en su territorio, entre ellos los nuestros”.

Según Vega, el régimen cubano no solo brinda seguridad a los miembros de la mesa de negociaciones del ELN, sino que “es la cabeza de todos estos grupos que matan y siembran dolor en América Latina, tratando de conseguir el poder en nuestros países”.

Para la exlegisladora, el presidente Duque está cumpliendo la Constitución y la ley al demandar la repatriación de los “elenos” que se encuentran en esa nación insular, y reprochó que La Habana se haya mostrado contraria a esa posibilidad.

“Estos bandidos, criminales y secuestradores creyeron que matando a estos muchachos iban a obtener curules en el Congreso, porque tristemente eso fue lo que pasó con las FARC. Como mamá, como colombiana, todavía no me recupero de este hecho monstruoso”, aseguró.

Agregó que luego de la acción terrorista del pasado 17 de enero, “el mundo debe tener claro que en Colombia nunca ha habido la paz que le quiso mostrar a todos el expresidente Juan Manuel Santos, que firmó una paz solo de él con las FARC, sin el respaldo del pueblo colombiano”.

Fin del ELN en Venezuela

Por su parte, el líder comunitario colombiano Fabio Andrade opinó que la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, puede ser el fin de agrupaciones como el ELN, que han extendido sus operaciones criminales hasta ese país sudamericano.

“Con el cambio en Venezuela, estos guerrilleros van a tener que salir de ese país y ahí es donde vamos a tener avances importantes como sucedió durante los ocho años del presidente Uribe cuando estuvieron acabados todos los grupos subversivos y había una paz verdadera en Colombia”, afirmó Andrade.

Desde su perspectiva, “el presidente Duque ha puesto una gran presión a Cuba, que se debe sentir también en Venezuela, para que estos dos regímenes queden desenmascarados como lo que son: dos dictaduras que le dan refugio a estos grupos insurgentes”.

Andrade, quien el día del atentado se encontraba en Colombia, calificó de “maquiavélico” el hecho de que el expresidente “Santos convocó al mundo entero para que apoyara su proceso de paz y hoy nos estamos dando cuenta de que no es una paz verdadera; ahora nos toca mostrar que estamos hablando con terroristas y que con ellos no se negocia. La única solución es meterlos a la cárcel”.

“No sabíamos”

Entretanto, el negociador del ELN, Pablo Beltrán, en declaraciones desde Cuba a la cadena de televisión Telesur afirmó que tras ocho meses en la isla desconocía el plan terrorista perpetrado en contra de la institución policial en la capital colombiana.

De acuerdo con el ELN, el ataque contra la escuela fue una “respuesta a las acciones del Gobierno”. Sin embargo, según Beltrán, los negociadores en La Habana eran “ajenos a ese asunto” en atención a un supuesto condicionamiento pactado con el régimen cubano para ser sede de esos diálogos de paz.

“En eso fue muy preciso el Gobierno cubano desde el primer día, y nosotros hemos tratado de cumplir ese requerimiento. Ni nos involucramos, ni conocíamos de esa situación del ataque”, aseguró Beltrán.

En ese mismo sentido se produjo un pronunciamiento de la Cancillería cubana, en el que señala que ese país no ha permitido “ni permitirá que su territorio sea usado para la organización de actos terroristas contra ningún Estado”.

El Comité Central del ELN y su delegación para negociar la paz con el Gobierno de Colombia se encuentran en La Habana desde mayo de 2018.

En un punto muerto

Desde que el presidente Iván Duque asumió el poder en agosto del año pasado, el proceso de negociación con el ELN se encuentra en un “punto muerto”. La acción bélica contra la escuela donde se forman nuevos policías podría “enterrar” por completo esa iniciativa.

Los diálogos con esa organización insurgente iniciaron en Quito, en febrero de 2017, y estuvieron a punto de generar un “cese al fuego bilateral indefinido” a pocos días de que el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos dejara la Casa de Nariño.

Duque se ha visto contra la espada y la pared. Por un lado, el ala dura de su partido percibe el diálogo con esa guerrilla como una claudicación del Estado, mientras que un sector de la sociedad colombiana se inclina por la vía del diálogo para superar el conflicto.

Después del atentado en Bogotá, el pensamiento de Duque ha sido más “radical”. El jefe de Estado colombiano dijo que no volverá a la mesa de negociaciones hasta que el ELN entregue a todos los secuestrados y cese las acciones militares de manera unilateral.

El ELN, que según cifras oficiales estuvo a punto de desaparecer durante el Gobierno de Álvaro Uribe, ha experimentado un auge en los últimos años tras “apoderarse” de ciertos territorios en Colombia y retomar las fuentes de financiación asociadas al narcotráfico y minería ilegal, que en otro tiempo estuvieron controladas por las FARC.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar