CARACAS - El régimen venezolano decretó este lunes estado de conmoción que otorga poderes especiales al dictador Nicolás Maduro bajo el argumento de una supuesta “agresión” de Estados Unidos, que en los últimos días reforzó su presencia militar en el Caribe con buques de guerra y tropas.
La vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez, informó en un acto con el cuerpo diplomático acreditado en Caracas que Maduro “suscribe el decreto de conmoción externa” para “actuar en materia de defensa y seguridad”.
Según Rodríguez, la medida busca “defender a Venezuela” en caso de que Washington “se atreva a agredir a nuestra patria”, indicó.
"Tensión regional"
El anuncio ocurre en un contexto de creciente tensión regional, marcado por el despliegue militar ordenado por el presidente Donald Trump, quien intensificó las operaciones en el Caribe como parte de la ofensiva contra los cárteles del narcotráfico y las organizaciones catalogadas como terroristas.
El Comando Sur de Estados Unidos confirmó recientemente nuevas operaciones navales dirigidas a cortar las rutas del narcotráfico que vinculan a estructuras criminales vinculadas a altos funcionarios del chavismo.
El decreto de Maduro no responde a una amenaza real de invasión, sino a la necesidad de consolidar un mayor control interno en medio de la crisis política y social que atraviesa el país.
La presencia militar de Estados Unidos en el Caribe envía un mensaje de presión directa hacia los regímenes autoritarios de la región, en especial contra Venezuela, a quien Washington acusa de servir como plataforma del narcotráfico y la desestabilización regional.
Con este nuevo estado de excepción, Maduro se reserva la facultad de restringir derechos, reforzar el control militar y aplicar medidas extraordinarias bajo el pretexto de una defensa nacional.
"Lucha contra el narcoterrorismo"
Recientemente, el gobierno de EEUU convocó a países aliados a unirse a la lucha emprendida contra las organizaciones de narcotráfico “terroristas” , en América Latina.
El Departamento de Estado hizo público un mensaje por la red X, que representa el inicio de una campaña con el lema “Únanse a la lucha contra el narcoterrorismo” para invitar a los gobiernos a tomar acciones por la seguridad de la región.
“Hacemos un llamado a nuestros aliados para que se unan a nosotros en esta lucha”, señaló el Departamento de Estado en su mensaje en el que instó a sus aliados a adoptar medidas contra las organizaciones de narcotráfico, entre las cuales se encuentra el Cártel de los Soles vinculado al régimen de Maduro, al que EEUU designó “terrorista global” en julio pasado.
Entre las medidas señala sanciones financieras, incrementar la asistencia en materia de seguridad a los países identificados como principales fuentes de cocaína destinada a Europa y Asia, y fortalecer la colaboración con el sector privado para combatir el lavado de dinero.
También plantea el uso de tecnologías biométricas para el control y seguridad en las fronteras.
A la designación de Trump contra los cárteles de la droga, hasta la fecha se han unido Ecuador, Argentina, República Dominicana, Paraguay y el Senado de Colombia, para contrarrestar sus operaciones de narcotráfico, el riesgo interno y la desestabilización que ocasionan en la región.
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¿Qué facultades tiene un estado de conmoción?
“Un estado de conmoción exterior es una medida excepcional prevista en el artículo 338 de la Constitución de Venezuela que permite al Ejecutivo suspender garantías constitucionales cuando el país enfrenta una amenaza externa grave. Se decreta por hasta 90 días (prorrogables) y otorga al Ejecutivo facultades extraordinarias para actuar en defensa de la nación, incluyendo movilización militar, control de medios y restricciones a derechos civiles”, explicó en contacto con DIARIO LAS AMÉRICAS el abogado constitucionalista Carlos Sarmiento Sosa.
Sarmiento Sosa, advierte que este decreto de estado de conmoción anunciado por el régimen de Maduro, pudiese "usarse para concentrar aún más el poder en el Poder Ejecutivo, en desmedro de la ya debilitada separación de poderes”.
Y destaca que lo más delicado, es que “bajo el pretexto de una amenaza externa, se podría incrementar la persecución de opositores civiles y militares considerados incómodos, como han advertido algunos analistas.
Desde el punto de vista de los efectos para el exterior, podría aumentar la tensión geopolítica y justificar acciones militares preventivas de las fuerzas militares norteamericanas en el Caribe”, afirmó el experto.
FUENTE: Con información de AFP/DLA/Redes Sociales