jueves 13  de  marzo 2025
COLOMBIA

Santiago Botero, empresario, no político, va por la presidencia colombiana

Ajeno a los círculos tradiciones de poder, el exitoso empresario es el primer aspirante en lanzarse a las presidenciales de 2026, con un discurso apolítico

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. - Santiago Botero, un rostro nuevo en el panorama político colombiano, emerge como un candidato atípico. Empresario de éxito, ajeno a los círculos tradicionales del poder, se presenta como una alternativa para las elecciones presidenciales de 2026. Su discurso, directo y sin ambages, se centra en la reactivación económica, la seguridad y un retorno a los valores tradicionales.

Botero no oculta su inexperiencia política, y en esta entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, la asume como una ventaja. Argumenta que los políticos de carrera han sumido al país en una crisis de la que él, como empresario, puede rescatarlo. Su propuesta estrella es una drástica reducción de impuestos, que, de acuerdo con su criterio, impulsará la productividad y generará riqueza.

La seguridad es otro pilar fundamental de su campaña. Botero se inspira en el modelo de Nayib Bukele en El Salvador. Por tanto, propone mano dura contra la delincuencia y la construcción de cárceles, con la asesoría, incluso, de personal que trabajó con el mandatario salvadoreño. No duda en calificar la situación actual de Colombia como un triunfo del mal sobre el bien, donde el ciudadano de a pie vive atemorizado.

Entretanto, el precandidato cuestiona duramente la gestión del actual gobierno en materia de paz y seguridad. Denuncia que la llamada "paz total" es una farsa y acusa a los políticos de no tener una verdadera voluntad de acabar con el conflicto. El narcotráfico, afirma, ha crecido exponencialmente debido a la permisividad del gobierno.

Botero se declara abiertamente creyente y propone un retorno a los valores religiosos en la educación y la vida pública. No teme en afirmar que el Sagrado Corazón de Jesús, que fue retirado de la Constitución en 1991, volverá a tener un lugar preponderante en su eventual gobierno.

Sin el respaldo de los partidos tradicionales, Botero busca llegar a la presidencia a través de la recolección de firmas. Se muestra abierto a recibir el apoyo de todos los colombianos que compartan su visión de país. Rechaza, sin embargo, las alianzas estratégicas con aquellos que busquen prebendas o puestos a cambio de su adhesión.

- ¿No es muy temprano para mostrarse en la arena política con miras a la Casa de Nariño, sede del gobierno nacional en Colombia?

No, yo creo que el tiempo es relativo. Siento que, al ser un candidato que la gente no conoce, necesito que el público me conozca para contar un poco mis propuestas. Más bien me parece poco el tiempo que hay para poder construir un equipo bien hecho. Siento que, normalmente, las presidencias se han manejado mucho a partir de individualidades. La gente llega al poder sin una preparación previa, sin una estructura, y, de un momento a otro, tienen que salir a contratar a una cantidad de personas. Como no se preparó con anterioridad, esa es la diferencia que vamos a hacer nosotros.

-Para quienes no lo conocen, ¿quién es Santiago Botero? ¿Cómo se presenta?

Santiago Botero es un empresario, un colombiano que cree fielmente en Dios. Es una persona familiar, que tiene una familia muy espectacular, una esposa que se llama Manuela Echeverry, que es una artista; tiene un hijo de 13 años que quiere ser futbolista. Soy un emprendedor, es más, una persona con un ADN emprendedor. He emprendido desde muy joven. Estudié en una escuela militar, donde me tocaba trabajar en el tema agrícola. Casi que empecé desde cero, aprendí a usar el azadón, a machetear, a fumigar, hacía las labores de un campesino. Otra cosa que me tocó en la vida fue lavar platos cuando vivía en Estados Unidos, cuando estudiaba inglés. También llegué a vender helados para subsistir, y siempre he emprendido. Construí una compañía, por la cual la gente me conoce mucho, que es Finsocial; la construí hace 13 años y la vendí hace tres. Esa compañía pasó de tener 15 empleados a un ecosistema de más de 1.000 colaboradores. Esa compañía se convirtió en el mejor lugar para trabajar en Latinoamérica, según Great Place to Work. Llevé a Colombia más de 500 millones de dólares, presté más de 2 billones de pesos en créditos a los colombianos. Ese es, más o menos, el Santiago Botero emprendedor, con ADN emprendedor, y, además, soy muy sociable.

- ¿Nunca ha estado en la política?

Nunca he estado en la política. No soy político. La verdad, no quiero serlo. Los políticos, para quienes estamos fuera de la política, son vistos como mentirosos, y a mí no me gusta mentir ni que me mientan. El político, o el politiquero, como le decimos en Colombia, se caracteriza por ser un mentiroso. El político debe ser una persona que, literalmente, se dedica a ayudar a una sociedad, o sea, es alguien que trabaja por una sociedad. Pero nosotros vemos a los políticos como unos mentirosos. Pero ¿qué pasa?, ¿qué me lleva a esto? Me lleva que Colombia está vuelta nada. Entonces, si no nos ponemos las pilas, se nos va a acabar el país.

-Cuando uno ve a un empresario, como usted, que decide dar este salto emulando a un Donald Trump en Estados Unidos, Daniel Noboa en Ecuador o Luis Abinader en República Dominicana, la pregunta no podría ser otra: ¿por qué salir del confort de ser un empresario exitoso para incursionar en la política?

Por amor, por amor a la patria, por amor a Dios, en mi caso, porque yo sentí un llamado y por amor y obediencia, la verdad. Esa es la única razón de ser.

- ¿Obediencia? ¿Qué le muestra Dios sobre esto?

Dios me muestra que el país se está acabando, que el mal está triunfando y que hay que liberarlo a través de que llegue gente buena y retome otra vez el Estado a lo que debe ser, y que no debe predominar la envidia ni la rabia ni el egoísmo que hoy en día es lo que está marcando nuestro país y la fuerza, literalmente. Siento que tenemos que trabajar fuertemente en eso.

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-El común de la gente en Colombia asocia la mano derecha con el bien, la mano izquierda con el mal. ¿Con qué mano agarra Santiago Botero la política en Colombia?

El agarro con las dos manos, porque yo, más que derecha o izquierda, creo en ideas y en personas. Creo que a nosotros nos han inventado y nos han metido en un cuento de derecha e izquierda, y a todos nos han vuelto como borregos. Los colombianos, y el mundo entero, deben empezar a votar por las personas, no por un partido político; debe ser por ideas, y esa es la diferencia. Creo en la gente, creo en la forma de cambiar. Soy muy sociable. Hay algo que sí es importante, y es que sí voy en contra del comunismo, del progresismo y del socialismo; contra eso sí voy, pero no es que sea de derecha o de izquierda, no. Tomo las cosas con las dos manos, porque si somos muy de derecha, digamos, muy empresariales, y no tenemos un equilibrio en la parte social, es lo que pasa hoy en día en nuestro país; es un país que tiene bastantes problemas, precisamente por eso.

- ¿Qué propone Santiago Botero que no hayan propuesto otros candidatos?

Muy fácil, nosotros tenemos tres pilares fundamentales: el primero es seguridad y justicia, que todos lo han propuesto, bajo el ecosistema de ese concepto. Por ejemplo, propongo que mi ministro de Defensa sea el general [Eduardo] Zapateiro, que es un tipo muy fuerte en el tema militar. Contraté a un estratega político de la justicia, que se llama Andrés Guzmán, que es el asesor de Bukele en el tema de recursos humanos. Otra cosa que es muy importante, el otro eslabón de nosotros es la Constitución. Necesitamos trabajar todo sobre el marco legal, sobre la ley, porque es la base de nuestro hogar, de nuestra casa. Pero algo en lo que me diferencio de todos los otros candidatos es la parte productiva. Colombia tiene que ser un país que se desarrolle en la parte productiva. Si no le apostamos a que haya productividad, literalmente no vamos a poder dar seguridad, no vamos a poder dar salud, no vamos a poder dar educación, no vamos a poder dar subsidios de vivienda a los que quieren, de alguna manera, tener una vivienda. Se necesita reactivar la economía. El único que tiene experiencia generando empresa, de todos los otros candidatos, soy yo, o sea, de los que se han dicho que se van a lanzar. Eso es lo que marca un poquito la diferencia.

- ¿Cuál es la fórmula mágica de Santiago Botero para reactivar la economía?

Bajar los impuestos. Les voy a poner un ejemplo, que es muy importante. Este billete que usted ve aquí [lo muestra en cámara], es el billete con el que todo el mundo compra, y yo se lo voy a dividir, y es muy importante que lo entienda, porque este es el lenguaje que le tenemos que hablar a la gente. Cuando ponemos impuestos, por ejemplo, el IVA, el impuesto al patrimonio, el impuesto a la renta, al final, a la persona, después de restarle los impuestos, solamente le queda un 40% de lo que compra. Si le pongo otro impuesto, ¿qué hace? Le resto acá y el empresario sube el precio. La única forma para que esta plata rinda más es empezar a reducir los impuestos, pero eso no lo saben muchas personas.

- ¿Y cómo cubriría el hueco fiscal?

El hueco se cubre porque, hoy en día, hay una ineficiencia en el Estado, por una cantidad de burocracia y porque no han usado la tecnología como la tienen que utilizar. Lo que nosotros tenemos que hacer es apostarle a la eficiencia, a la automatización, a reducir el personal lo que más se pueda, para que esas personas ayuden a reactivar la economía. No es que nos vamos a quedar con una cantidad de desempleados, sino que esas personas, seguro, se van a trasladar a empresas privadas por la reactivación económica. Tenemos que volvernos atractivos para los inversionistas internacionales, para que ellos vengan a invertir a nuestro país. Esa es la forma de tapar el hueco. Otra cosa que es muy importante, cuando los impuestos son justos y son pagables, no hay evasión. Cuando los impuestos son disfrazados, por ejemplo, hay una curva matemática que se llama la curva de Laffer, y dice que cuando bajan los impuestos sube el recaudo. Hoy, en Colombia, subieron los impuestos y bajó el recaudo, todo lo contrario a lo que ellos querían.

-Hablemos de la paz, un tema tan difícil de abordar en Colombia. ¿Cómo visualiza este asunto tan espinoso?

Creo que aquí no hay actitud de paz. Literalmente, y en eso comulgo con Abelardo De La Espriella (abogado colombiano), aquí hay que ser de mano dura con el cuento de la paz y de esa guachafita, como decimos en Colombia, que hoy en día nos tiene enredados. Necesitamos volver a retomar el control del territorio colombiano. Vamos a trabajar con los mejores. Siento que aquí los malos van a tener que dejar de delinquir, porque si no, van a terminar o presos o muertos, y van a haber cárceles como las que tiene El Salvador. Mínimamente, tengo que construir, por lo menos, unas 10 o 20 cárceles como las de El Salvador y hacerlas con los más altos estándares.

- ¿Sería ese su modelo en Colombia, el de Bukele?

Un pedacito, porque acuérdense de que una cosa es seguridad y justicia, pero también está la reactivación económica, o sea, yo no me puedo meter solamente en un solo tema. Pero por eso fue por lo que contraté al asesor de Bukele, para que me diera la parte del marco conceptual de la justicia. Ahí sí viene de Bukele, pero en la parte económica viene más de la conceptualización de Trump: vamos a empoderar nuestra mano de obra, vamos a empoderar a nuestras empresas para que empiecen a producir dinero.

[email protected]

@danielcastrope

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