lunes 25  de  marzo 2024
CUBA

¿Tiempo de cambio con una revolución cultural en Cuba?

Un foro virtual con participantes de diversas disciplinas examinó los antecedentes y el impacto de un creciente movimiento cultural, que podría traer transformaciones importantes en Cuba
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Revolución es una palabra que encierra violencia y represión en Cuba. Durante 62 años, el régimen que gobierna la isla caribeña cambió sin éxito la estructura social, política, económica, cultural y religiosa del país, amparado en un significado erróneo de esa expresión. Hoy, con el avance del internet, la telefonía celular y nuevos rostros, otro movimiento viene gestándose en esa nación: la revolución cultural.

El tema fue tratado durante un foro organizado por el Centro de Estudios para las Sociedades Abiertas (CESCOS), en el que se reflexionó sobre el arte y la disidencia en el marco del emergente movimiento popular que protagonizan jóvenes cubanos y discutir sobre la posibilidad de que una revolución cultural pueda traer reformas en la isla.

El evento en línea, conducido por el docente Leonardo Martin, director de Programas de CESCOS, contó con la participación del directivo de la Asamblea de la Resistencia Cubana, Orlando Gutiérrez-Boronat; René Fuentes, poeta y escritor cubano; Yaxys Cires Dib, directivo del Observatorio Cubano de Derechos Cubanos; Iliana Lavastida, directora de DIARIO LAS AMÉRICAS y Gelet Martínez Fragela, directora de ADN Cuba.

La provincia

En opinión de Orlando Gutiérrez-Boronat, también secretario nacional del Directorio Democrático Cubano, las “transformaciones” que se evidencian en Cuba, en el ámbito social y cultural, “no son solo en La Habana, sino a nivel nacional”.

Para darle asidero a su afirmación, el activista presentó un video en el que aparece Ariana López Roque, directora de la Academia de Estudios Cívicos ‘Julio Machado, en Placetas, quien se refirió al caso de un joven rapero condenado a tres años de prisión por “cantar y expresar sus deseos de libertad”.

Se trata del cantante cubano Didier Almagro Toledo, conocido “cariñosamente como Nacho”, quien fue detenido durante un toque de cazuelas para rechazar los apagones que se registran en la provincia de Villa Clara y más tarde enjuiciado por un supuesto delito de ‘desorden público’.

López Roque advirtió que “hace más de un mes” su familia no sabe nada del rapero. “No sabemos si está vivo, si está muerto o si está en una celda de castigo”, apuntó.

Gutiérrez-Boronat demandó “más atención para este caso” por cuanto, dijo, la represión es “más feroz” en la provincia dado que “estos luchadores están lejos de La Habana, de las embajadas y de la presencia de la prensa internacional”.

“Aguafiestas”

El profesor universitario René Fuentes, un cubano radicado en Uruguay desde 1996, se presentó como un “aguafiestas” tras creer que “necesitamos más diálogos cívicos que deleites musicales”, en referencia a la canción Patria y vida, que reunió a varios artistas en su reclamo por la libertad de Cuba.

“No celebro Patria o Muerte, tampoco Patria y Vida”, afirmó.

Sin embargo, el poeta y escritor expresó preocupación por la represión que ha ido en aumento en la nación insular en contra de organizaciones como el Movimiento San Isidro.

“Me preocupa la represión en Cuba, me preocupa y me duelen los actos de repudio, los desplantes y las manipulaciones a esos brillantes jóvenes cubanos que, incluso desde las prácticas cívicas más pacíficas en sus peticiones de cambio, han sido esparcidos como delincuentes”, acotó.

Y apuntilló: “Me preocupan esos esbirros [del régimen] que rompen puertas, tiran pintura o excrementos y hacen infierno la vida de otros cubanos”.

Fuentes llamó a “pensar, incluir y tratar con respeto a la otra parte de la ciudadanía cubana que apoya al gobierno actual, que no se manifiesta o le teme”.

“Tenemos que dejar a un lado todos los argumentos para escucharnos y salir de esa disección política”, argumentó.

“Un renacer”

Xaxys Cires Dib, quien también funge como coordinador de Cuba Humanista, hizo una “distinción” entre “lo que es cultura en el sentido amplio” y “cultura como expresión artística”.

Acorde con su criterio, “la revolución verdadera” que debería vivir la sociedad cubana “es la revolución de esa cultura, que apunta a un cambio en el modo de relacionarnos los propios cubanos”.

Afirmó que “se está dando un cambio en el mundo cultural”, mientras que “la revolución y el renacer de la sociedad civil” podría ser “el germen” que contribuya a “esa revolución cultural en sentido amplio que necesita Cuba”.

Comentó que “esa revolución cultural cubana” debe dirigirse al respeto de la “dignidad humana” y de los derechos humanos. Clamó asimismo por “el derecho vivir”.

“Si el Estado no garantiza un ambiente en el que la persona pueda tener unas condiciones de igualdad para ser feliz, que no son mediante el colectivismo o el socialismo, entonces algo funciona mal en esa sociedad”, sentenció.

Abogó por la “libertad y justicia social” en Cuba, y para ello, aseveró, “los comunicadores, políticos y activistas tenemos una responsabilidad”.

La otra Cuba

Iliana Lavastida, directora de este medio, hizo un profundo análisis sobre la imagen que el régimen ha proyectado a nivel internacional, el surgimiento de nuevas voces contestatarias, el impacto del internet y las redes sociales, y las formas de presión en Cuba, entre otros aspectos.

La comunicadora cubana enfatizó que una “educación gratuita” hacía pensar al mundo que Cuba “promueve y respalda su cultura”, de cara a un Fidel Castro que señalaba que “nadie podía salirse del discurso revolucionario y que quien lo hace se convierte en enemigo”.

De esta manera, acorde con Lavastida, surgen movimientos como San Isidro y otros, además de periodistas independientes, a quienes se les “destruye su carácter moral públicamente”, entre los que citó a Camila Acosta y Abraham Jímenez.

Un aspecto que resaltó es la conexión a internet y el uso de teléfonos celulares inteligentes. Estas herramientas, desde su punto de vista, han abierto “un diapasón a los cubanos para obtener información. Ahora se conoce en el mundo lo que es la Cuba real que antes solo se presentaba desde la visión de la dictadura”.

Añadió que “las corrientes culturales contestarias que hoy se aprecian en Cuba, que para algunos pueden mostrar desgarraduras, mucha crudeza y gritería, son el reflejo de todo el esfuerzo que los jóvenes cubanos están teniendo que hacer para romper con esa vieja estructura, muy anquilosada, que alguna vez se llamó ‘revolución cubana’”.

Pasos para el cambio

Previo a su intervención, Gelet Martínez-Fragela, de ADN Cuba, compartió un video del directivo del Movimiento San Isidro Luis Manuel Otero Alcántara, en el que el activista emplaza los cubanos a “pensar” y pidió que no se le vea como un líder de los años 1960.

“Mi trabajo es de resistencia personal, yo aguanto los palos, estoy dispuesto a morir y hay gente que por empatía está dispuesta a hacer lo mismo”, dijo quien al mismo tiempo considera “valiente” al pueblo cubano por “aguantar al régimen durante 60 años”.

Martínez-Fragela opinó que “el castrismo” es un “sistema moral como lo es el comunismo” y dijo que “es peligroso” calificarlo como un “sistema económico”.

“Al no ser un sistema económico y ser un sistema moral, se basa en un principio realmente muy básico que es la destrucción de la estructura ética que ha existido en Occidente”, dilucidó

Puntualizó que en “la ideología castrocomunista” el individuo “no tiene derecho propio” y “su importancia aumenta o disminuye debido a su papel en la creación y el mantenimiento de este ‘paraíso terrenal’, que ellos dicen que están construyendo en el Caribe”.

Dijo que la “revolución cultural que vemos en Cuba es un intento por recuperar ese tejido moral y ético que nos quitaron a los cubanos”. En su opinión, “los movimientos y personas que hacen parte de esa reconstrucción son muy distintos, pero se está logrando que personas con ideologías diferentes empiecen nuevamente a respetar al individuo”.

“Cómo vamos reconstruyendo, cómo vamos sanando como sociedad, eso no puede controlarlo el régimen. Se han ido desmontando esos mitos y monstruos que se han querido construir para deshumanizar a todo aquel que pensaba diferente”, subrayó.

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