CIUDAD DE MÉXICO.- La extradición de Joaquín "El Chapo" Guzmán no necesariamente acaba con el cártel de Sinaloa, pero podría debilitarlo y hundir a cómplices, protectores o rivales si decide cooperar con Estados Unidos a cambio de mejores condiciones.
Después del arresto de "El Chapo", el 8 de enero del año pasado, el abogado de Guzmán, José Refugio Rodríguez, dijo que el líder del cártel de Sinaloa estaba dispuesto a llegar a un arreglo.
"Él hace la comparativa con otros personajes que se han ido a Estados Unidos y que han logrado convenios", dijo el abogado. "No habría que ir a pelear a tribunales, sino que habría que negociar". La idea de "El Chapo" sería lograr una pena más baja y ser recluido en condiciones de aislamiento menos extremas.
Hay antecedentes de cooperación de narcotraficantes mexicanos con Estados Unidos. Vicente Zambada Niebla, hijo del Ismael "El Mayo" Zambada, el principal socio de "El Chapo", se declaró culpable de manera secreta después de ser extraditado en 2010 y se convirtió en un testigo colaborador clave para Estados Unidos.
"Lo primero que piensa el común de la gente es, ah, se va a Estados Unidos y está coqueteando con Estados Unidos, es que va a colaborar con aquel Gobierno declarando en contra de determinadas personas", dijo el abogado, pero aseguró que Guzmán sólo se declararía culpable para agilizar el proceso.
Antes que Vicente Zambada, otros se declararon culpables y optaron por cooperar. También colaboran con Estados Unidos figuras como su tío Jesús "El Rey" Zambada y Édgar Valdez Villarreal "La Barbie", ex jefe de sicarios del cártel rival, los Beltrán Leyva.
Aunque Guzmán está viviendo su ocaso personal y pueda arrastrar consigo a otros líderes, el cártel de Sinaloa tiene más de una cabeza. Ismael "El Mayo" Zambada queda como el otro capo histórico e incluso en la propia facción de "El Chapo" hay figuras de relevo.
"Yo no creo que el imperio de 'El Chapo' esté acabado. Creo que 'El Chapo' está acabado. Su imperio ha cambiado de manos", dijo a dpa la periodista Anabel Hernández, autora del libro "Los señores del narco".
Unos dicen que Aureliano Guzmán, alias "El Guano", se hizo fuerte. También se menciona el ascenso de Dámaso López, el "Mini Lic", hijo de Dámaso López Nuñez, jefe de seguridad del penal de Puente Grande que ayudó a escapar a Guzmán en 2001 y se hizo su socio.
"El Chapo", que se escapó dos veces de cárceles de máxima seguridad en 2001 y 2015, tendría mucho que decir a las autoridades estadounidenses, aunque en México aparentemente nunca cooperó.
En 2015 la corte federal de San Diego redujo, gracias a su colaboración, la sentencia de Francisco Javier Arellano Félix, alias "El Tigrillo", ex líder del cártel de Tijuana, de cadena perpetua a 23 años y medio de prisión.
Cuando Guzmán fue capturado en 2014 -antes de volverse a escapar- el entonces procurador general de México, Jesús Murillo Karam, dijo que no se iría a Estados Unidos en mucho tiempo. "Unos 300-400 años después, falta mucho", aventuró.
Pero cuando se escapó y volvió a ser detenido, el Gobierno de Enrique Peña Nieto decidió que lo mandaría a Estados Unidos lo antes posible. Cuatro meses más tarde se dio luz verde a la extradición. El proceso se alargó sólo por los recursos de la defensa, rechazados un por uno por los tribunales.
Después de la detención de "El Chapo", la red de lavado de dinero del cártel siguió intacta. El flujo de droga tampoco se detuvo.
La experiencia de las últimas décadas en México dice que la captura de los grandes líderes lleva a la fragmentación de los cárteles, pero no a la desaparición del negocio. A cambio surgen facciones a veces más violentas con líderes menos conocidos.
En una inédita entrevista con el actor Sean Penn que se publicó después de su arresto, "El Chapo" dijo que el negocio de las drogas perdurará siempre. "Día con día, somos más personas y eso no se va a acabar nunca", afirmó. "El día que yo no exista no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas, eso es falso".
Para Anabel Hernández, se está viviendo ya una "reconfiguración" del narcotráfico. "A lo largo de estos supuestos diez años de guerra contra el narcotráfico efectivamente muchos capos han caído en desgracia, pero el crimen siempre tiene la habilidad de reinventarse".
"En estos cárteles han empezado a trabajar personas con mucha más preparación académica, con mucho mayor bajo perfil, que operan con una gran impunidad y cubiertos con una gran corrupción. No es 'El Chapo' Guzmán con su camisa de flores queriendo hacer la película sobre su vida".
Son personas con estudios profesionales que manejan "cantidades y cantidades y cantidades de droga", peligrosos y altamente eficientes. Son, resumió, "cientos de nuevos capos". El negocio al que "El Chapo" le dedicó su vida todavía no se acaba.
FUENTE: dpa