SAN JOSÉ. JOSUÉ BRAVO
Especial
La mala aplicación de fertilizantes y pesticidas acabó con la vida de 831 personas e intoxicó a otras 7.982
SAN JOSÉ. JOSUÉ BRAVO
Especial
Un mal silencioso se ensaña con las familias agrícolas en El Salvador. El uso de agroquímicos tóxicos para cultivar la tierra ha provocado la muerte de 831 personas, así como intoxicaciones agudas de otras 7.982, según el Ministerio de Salud del país centroamericano.
Tales cifras han agudizado el debate sobre el uso de sustancias químicas, sobre todo plaguicidas, en su mayoría bipiridilos, órgano fosforado, fosfaminas, carbamatos y piretroides, que podría causar serios problemas a los seres humanos.
Diputados de la comisión de medio ambiente y recursos naturales del poder legislativo salvadoreño han escuchado puntos a favor y otros en contra sobre tales usos, desde las entidades del Gobierno y representantes de organizaciones del sector agrícola.
En ese sentido, los ministerios de Salud, Agricultura y Ganadería (MAG) y del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) han pedido a los diputados que por ley y no decreto, como se intentó hace tres años, prohibir el ingreso y uso en el país de 53 agroquímicos.
Para intentar convencer a los diputados, tales ministerios usaron cifras del año pasado, cuando se registraron 115 fallecidos y fueron intoxicadas 1.114 personas, todos relacionados con la actividad agrícola, pues dicen que “llama la atención que a partir de los 10 años de edad, justamente cuando inicia la exposición al trabajo agrícola, hay un incremento en el número de casos”, que se mantienen hasta los 40 años. Inclusive, los sintomas se presentan más en hombres que en mujeres.
No obstante, el sector empresarial que importa y comercializa estos productos en el país, se ha opuesto a cualquier prohibición alegando que, de prohibirse, afectaría a la agricultura, el café, la producción de leche, llevando con ello al país hacia una “crisis alimentaria”.
Los empresarios proponen otro tipo de regulación para que las empresas distribuidoras capaciten a los agricultores sobre lo que llaman “el buen uso y protección de los agroquímicos”.
Asimismo, la Federación de Cooperativas Agropecuarias comentó: “Si nos prohíben el uso de los productos más importantes, en el caso de productos para el uso de los cultivos, se atenta contra la producción de alimentos, dejaríamos de ser competitivos porque los países vecinos no tienen prohibiciones”.
Mientras tanto, el titular del Ministerio de Agricultura, Orestes Ortez, aseguró que no se trata de “prohibir”, sino de “modernizar” la agricultura con sustitutos favorables a la salud y al medio ambiente.
El Salvador, así como otras naciones vecinas centroamericanas, tiene una renta per cápita de 2.758,50 dólares (según cálculos del Banco Mundial). La economía del país está basada en la agricultura, fundamentalmente en la producción de café, algodón y caña de azúcar, aunque cada vez son más importantes los servicios y las manufacturaciones.
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