CARACAS.- En Venezuela, seis sindicalistas, entre ellos un defensor de derechos humanos, estarán presos por 16 años, por exigir mejores salarios y respeto a los derechos laborales, durante las protestas sociales pacíficas que ocurrieron en julio de 2022.
Unas capturas de mensajes publicados por las redes de WhatsApp y Twitter bastaron para que un tribunal contra el terrorismo ordenara la detención, entre los días 4 y 7 de julio de ese año, a Gabriel Blanco, Néstor Astudillo, Reynaldo Cortés, Alcides Bracho, Alonso Meléndez y Emilio Negrín, y los condenara por supuestos delitos de conspiración y asociación para delinquir.
La sentencia judicial dictada en la noche de este martes 1 de agosto fue repudiada por más de 100 organizaciones de derechos humanos, que la consideran una nueva escalada de persecución política.
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Pero, ¿quiénes son los dirigentes laborales que engrosan la lista de apresados por el régimen de Nicolás Maduro?
Gabriel Blanco, dirigente de la central de trabajadores Alianza Sindical Independiente, es reconocido también un trabajador humanitario que colabora con Provea, una organización no gubernamental que vela por los derechos de las personas y es crítica acérrima de los atropellos del régimen.
“Es una brutal condena en un proceso judicial, donde el único testigo de la denuncia nunca se presentó en año y medio”, señaló la organización civil, con la que también colaboró la esposa de Blanco, en los duros años de protestas en Venezuela, 2017 y 2018, refirió la ONG Espacio Público.
Reportes indican que Blanco fue detenido en su residencia, en el sur de Caracas, por la Policía Nacional Bolivariana, pero ya había sido asediado por agentes de la policía militar Digecim.
Blanco fue dirigente del partido izquierdista Bandera Roja, que adversa al régimen, y al cual pertenecen también los cuatro primeros.
Néstor Astudillo estuvo preso por participar en las protestas contra Maduro en 2014, indican las informaciones.
Reinaldo Cortés es miembro del Consejo Regional de Trabajadores del estado Guárico, adscrita a la Central sindicalista, y fue detenido en esa entidad.
Alcides Bracho es un profesor de química y de artes plásticas que forma parte de la Federación Venezolana de Maestros, y fue detenido sin orden judicial en su residencia, ubicada en el sector de El junquito, en las afueras de Caracas.
Alonso Meléndez es un ingeniero con varios diplomados sobre derecho laboral y gestión de talento humano, en universidades del país, según informaciones periodísticas. Además, fue asistente en varias áreas en refinerías de Amuay y Cardón, las más importantes del país.
Emilio Negrín tiene en su haber un alto perfil laboral. Preside la Federación Nacional de Trabajadores Judiciales, con sede en Caracas, coordina el área judicial de la Coalición Sindical Nacional de Trabajadores y forma parte de la central sindical Confederación de Sindicatos Autónomos. También participó como delegado en el Foro de Diálogo Social ante la Organización Internacional del Trabajo, en 2022.
Los seis sindicalistas no son los únicos puestos tras las rejas por reclamar derechos. Al menos 344 dirigentes sindicales fueron víctimas de actos de amenazas y hostigamiento por parte de agentes de seguridad y altos funcionarios de empresas e instituciones del Estado, de acuerdo con el Informe de Provea de 2022. “Durante los diez años de gestión de Nicolás Maduro, 87 dirigentes sindicales han sido arrestados y procesados por ejercer derechos y 3.512 trabajadores han sido víctimas de amenazas y hostigamiento”, indica el informe que recoge la situación de los Derechos Humanos en Venezuela, entre enero y diciembre de ese año.
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