MIAMI.- Millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por la pérdida de audición. Sin embargo, muchos no le dan la importancia necesaria, lo que puede desencadenar problemas de salud mental, particularmente en las personas mayores, según explica una experta del Penn State Health, en Pensilvania.
La discapacidad auditiva es la tercera afección crónica más común entre los adultos mayores. No obstante, solo el 20% se ha realizado una prueba de audición en los últimos cinco años, de acuerdo con la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA, por sus siglas en inglés).
Por otra parte, pese a que más de la mitad de los adultos están conscientes de que tienen un sistema auditivo ineficiente, sólo el 11% ha acudido al tratamiento.
A pesar de ello, la Dra. Leah Ross, médico de la División de Medicina Geriátrica del Centro Médico Milton S. Hershey del Penn State Health aseguró en un artículo publicado el 31 de enero de 2024, que este es un factor de riesgo modificable que se podría prevenir.
Entre los factores más frecuentes que originan la pérdida de audición se encuentran el envejecimiento y la exposición al ruido excesivo.
¿Cómo incide en el cerebro?
Ross señaló que una deficiencia auditiva es parte del envejecimiento, pero si no se controla a tiempo puede provocar aislamiento social, depresión y hasta el Alzheimer, “afecciones que se ha demostrado aumentan el riesgo de demencia”.
Esto ha sido evidenciado en los últimos años, a través de investigaciones que han determinado que, en comparación con las personas con audición normal, quienes padecen daños en los oídos tienen un riesgo mucho más alto de desarrollar demencia.
Indicó que gran parte de sus pacientes padecen tanto pérdida auditiva como demencia. “Pero, muchas veces, las personas sufren problemas de audición durante años antes de decirle algo a sus médicos. A menudo se pasa por alto lo que realmente puede llegar a ser la pérdida de audición".
Uno de los casos más comunes de disminución auditiva que Ross menciona haber tratado, “es el de los adultos mayores con pérdida auditiva que asisten a eventos sociales o reuniones familiares y se dan cuenta de que su audición ha disminuido hasta el punto de tener problemas para entender las conversaciones”.
“Se frustran y comienzan a rechazar invitaciones. Empiezan a quedarse en casa, el mundo se les cierra y se deprimen”, agregó.
Ross destaca en el texto que incluso teniendo en cuenta que hay muchas personas con problemas de audición que no están deprimidas, “sigue siendo un factor de riesgo de demencia".
Manifestó que algunas investigaciones apuntan a que podría existir una conexión fisiológica entre la demencia y el daño auditivo. Mientras que otros tipos de pérdida sensorial que ocurren con la edad como la visión, parecen tener menos efecto en la demencia que los problemas auditivos.
¿Cómo evitarlo?
A juicio de la especialista, los médicos pueden ayudar a diagnosticar la causa y el tratamiento adecuado para las diferentes deficiencias auditivas, y así prevenir que afecten la salud mental.
Por lo cual recomendó a las personas con esta afección, tomar en serio su pérdida auditiva, y programar una cita con un médico y hacerse pruebas formales, independientemente del tratamiento que elija.
¿Pueden los audífonos prevenir la demencia?
Expuso, a su vez, que aunque muchos pacientes tienen audífonos y no los utilizan, "si la forma de recuperar la función del oído afectado es un audífono, cuanto más sea usado, mejor".
“Si bien algunos audífonos son caros y pueden costar miles de dólares y no son cubiertos por el seguro, se han producido muchos cambios en los últimos años, y algunos audífonos que se pueden comprar sin receta o en línea ya no cuestan tanto”, enfatizó.
Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud realizado en 2023 encontró que los participantes con demencia y pérdida auditiva experimentaron una reducción de casi el 50% en su tasa de deterioro mental con el uso de audífonos.
Por otra parte, apuntó que dependiendo del tipo de discapacidad auditiva, la cirugía podría ser una opción para reparar la pérdida. “Los implantes cocleares, por ejemplo, pueden ayudar a algunas personas con problemas de audición o sordas a oír el sonido a través de un pequeño dispositivo implantable”, detalló.
Finalmente, aseveró que las personas no se relacionan con la gravedad de esta problemática, debido a que es muy común. “Muchos no conectan con los efectos posteriores de lo que puede suceder, y a eso nos enfrentamos todos los días en la clínica”, afirmó.
@Lydr05
FUENTE: Con información del Penn State Health Day