Por lo general el esfuerzo y un buen rendimiento no bastan para que una mujer ascienda en su empresa, por eso no está nada mal pensar en vías para hacer notar lo que uno genera en su trabajo cotidiano.
Por lo general el esfuerzo y un buen rendimiento no bastan para que una mujer ascienda en su empresa, por eso no está nada mal pensar en vías para hacer notar lo que uno genera en su trabajo cotidiano.
Britigtte Witzer, coach de ejecutivos y asesora de gerentes, observa que "las mujeres suelen hacer más de lo que deberían. Pero no se lo dicen a nadie y después se sorprenden de que nadie las elogie", comenta.
Por supuesto, no es cuestión de alardear, pero sí de encontrar modos sutiles de que los superiores noten lo que uno hace o, incluso, de generar cierto "valor agregado" a las tareas asignadas. Por ejemplo, si los líderes del equipo solicitan que se reúna determinado material en un archivo, uno puede alistar en una página aparte cuáles fueron los datos más destacados de ese material.
"Eso a los jefes les ahorra tiempo y, además, demuestra que quien hizo la tarea entendió cómo podía optimizar su participación en esa cadena de labores", explica Witzer.
Si uno hizo más de lo que le pedían, debería explicar en una frase para qué sirve lo que aporta voluntariamente. Eso no tiene nada que ver con la soberbia. Es más bien el gusto por hacer las cosas bien y esperar que los demás lo vean.
FUENTE: DPA
