lunes 2  de  septiembre 2024
SALUD

Descubren un posible tratamiento para la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)

Un nuevo hallazgo arroja luces para que en un futuro haya un tratamiento que retrase la progresión de la ELA, una enfermedad mortal del sistema nervioso

Por Yolanda Ojeda

MIAMI.- Un estudio de expertos de Mayo Clinic de Estados Unidos demostró que una molécula del sistema inmunológico puede desempeñar un papel clave en la evolución de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Los investigadores identificaron una proteína expresada en células inmunitarias que podría desempeñar un papel clave en el desarrollo de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, por el jugador de béisbol al que se le diagnosticó esta afección.

Los hallazgos indican que la proteína, conocida como integrina α5 (integrina alfa 5), es un posible blanco terapéutico para la ELA porque bloqueándola es capaz de restaurar la función motriz.

El equipo descubrió que la proteína integrina α5 está presente en abundancia en el sistema motriz de las personas con ELA, incluidas aquellas con una causa genética de la enfermedad.

“En nuestro estudio descubrimos que la integrina α5 se expresa en las células inmunitarias y también en los vasos sanguíneos en las etapas activas de la enfermedad, así como en la enfermedad en fase terminal”, afirma la doctora Shanu F. Roemer, neuropatóloga de Mayo Clínica y coautora del estudio.

El equipo también descubrió que la integrina α5 no se expresa en el tejido cerebral de personas sin ELA u otros trastornos neurodegenerativos o inflamatorios como la enfermedad de Alzheimer, la parálisis supranuclear progresiva (un trastorno parkinsoniano) o la septicemia.

“Los hallazgos indican que la integrina α5 desempeña un papel en la patología de la ELA”, agregó la doctora Roemer. “Dado que la integrina α5 es selectiva para la ELA se abre la posibilidad de explorar esta proteína como biomarcador de diagnóstico y tratamiento”.

Los investigadores utilizaron más de 100 muestras de tejido afectado por la ELA en el estudio y exploró una vía de tratamiento posible. Descubrieron que el anticuerpo monoclonal que bloquea la integrina α5 era capaz de preservar la función motriz en modelos en ratones.

“Nuestros resultados mostraron que el tratamiento con anticuerpos contra la integrina α5 parecía proteger la función motriz con lo cual se puede retrasar la progresión de la enfermedad y aumentar la esperanza de vida”, afirma la doctora Roemer.

¿Qué es la ELA?

La ELA es una enfermedad motoneuronal, del sistema nervioso mortal. Las motoneuronas o neuronas motoras tienen la función de producir estímulos para inducir la contracción de los grupos musculares.

Las personas a menudo mueren dentro de los tres años del diagnóstico. Es un mal del sistema nervioso que afecta las neuronas del cerebro, la médula espinal y hace perder el control muscular lo que va empeorando con el tiempo. Todavía no se conoce la causa exacta y sólo en un bajo número de casos es hereditaria.

Comienza con espasmos y debilidad muscular en un brazo o pierna, dificultad para tragar o para hablar. Llega un momento en que la ELA afecta el control de los músculos para moverse, hablar, comer y respirar.

Hay avances en el conocimiento de la ELA, pero no existe cura ni tratamiento que mejore la función motriz o prolongue la esperanza de vida de los pacientes. Aunque la pérdida de neuronas motoras es la característica distintiva de la ELA, el sistema inmunológico también se ve afectado en la mayoría de las personas.

Síntomas de la ELA

Los síntomas de la ELA suelen comenzar con debilidad muscular que se extiende y empeora con el tiempo. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Dificultad para caminar o hacer las actividades diarias habituales.
  • Tropezones y caídas.
  • Debilidad en las piernas, los pies o los tobillos.
  • Debilidad o torpeza en las manos.
  • Dificultad para hablar o problemas para tragar.
  • Debilidad asociada a calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua.
  • Llanto, risa o bostezos intempestivos.
  • Cambios en el pensamiento o comportamiento.

La ELA suele comenzar en las manos, los pies, los brazos o las piernas. Luego se extiende a otras partes del cuerpo. Los músculos se debilitan a medida que mueren más células nerviosas. Con el tiempo, esto afecta la masticación, la deglución, el habla y la respiración.

FUENTE: MAYo CLINIC/ INFOBAE / REDACCION DIARIO LAS AMÉRICAS

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