El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por un deterioro cognitivo progresivo e insidioso (gradual) a lo cual se agregan cambios conductuales y del comportamiento, siendo el tipo de demencia más frecuente en adultos, explicó el especialista en Geriatría, Aquiles Salas, médico cirujano de la Universidad Central de Venezuela (UCV), entrevistado por DIARIO LAS AMÉRICAS.
En general, afecta a personas mayores de 65 años y su incremento es a partir de ese rango. Sin embargo, existe la posibilidad de una aparición temprana, pero esto no llega a más del 5% de los casos, acotó el doctor.Al ser consultado sobre el porqué se produce esta patología cerebral, Salas respondió que concurren dos mecanismos:
- La producción de una proteína amiloide anormal (que se pliega de forma incorrecta y se acumula en los tejidos y órganos del cuerpo).
- El exceso de la fosforilación(proceso bioquímico) de la proteína tau (una proteína microtubular o filamentos proteicos que se encuentra en el citoesqueleto de las células, principalmente en las neuronas del sistema nervioso central, generándose todo un ecosistema de trastorno cerebral).
Todo a través de mecanismos inflamatorios al depósito de agregados amiloide y desarreglos neuronales con daño difuso de la trasmisión sináptica (la unión entre dos neuronas) en varias áreas del tejido cerebral.
El médico geriatra e internista ha ratificado en varias presentaciones que esta patología es “neurodegenerativa multifactorial, donde hay un desarreglo a nivel de la membrana de la neurona que comienza a metabolizarse y empieza a desarreglar el tejido del cerebro” comprometiendo las actividades, aprendizaje y la relación de la independencia de las personas.
Control de riesgo
La enfermedad no tiene cura, pero sí puede haber un control de los factores de riesgo que comprenden la nutrición saludable, ejercicio físico, evitar el aislamiento social, mantener actividad intelectual, control del peso corporal y de enfermedades tales como hipertensión arterial, diabetes mellitus y dislipidemias que puede retardar la aparición y la evolución de la enfermedad.
Los factores no modificables son: la edad, mayores de 65 años; el sexo, predomina en mujeres; y la genética, variación o mutación en un gen.
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Más personas mayores
Para 2030 se prevé que el segmento por encima de los 65 años superará los 3,000 millones de personas en el mundo, un fenómeno que para el especialista ocurre desde mediados del siglo pasado, debido a fin de guerras masivas, control de enfermedades, mejoras en la educación y la calidad de vida, por lo que la longevidad representa un desafío para los próximos años.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha definido como adultos mayores aquellos que están por encima de los 65 años, sin embargo, en América se toma como punto de partida los 60 años, los cuales se han asociado más a la edad de jubilación que a otra cosa.
Cambios
“En los aspectos biológicos y psicológicos hay unos cambios que comienzan a suceder a partir de los 30 años en todos los órganos y sistemas, que se dan en diferentes formas, velocidades y maneras. Esos cambios no se expresan en el momento sino que se reúnen y se observan con los años. El cerebro envejece de una forma, el hígado y los intestinos también, la piel y los pulmones, en fin, todos los órganos van cambiando a diferentes velocidades”, refirió Salas.
Enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativa suelen ser las más debilitantes en el adulto mayor y crean dependencia. El doctor Salas describe entre las más recurrentes el envejecimiento cerebral patológico que puede llevar al Alzhéimer y sus variantes, el Parkinson o un Evento Cerebro Vascular (ECV).
“Algunas de estas enfermedades pueden confluir en la vejez junto a otras patologías del área musculoesqueléticas, (conjunto de huesos, músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, cartílagos y otros tejidos conectivos que dan forma, estabilidad y movimiento al cuerpo humano) como la osteoporosis marcada o la artritis, las cuales los llevan a un mayor grado de dependencia por la inmovilidad”.
La soledad, la depresión, el aislamiento (aun viviendo con familiares), la falta de socialización con sus pares y la llegada de enfermedades debilitantes por el envejecimiento neurológico y por enfermedades musculoesqueléticas, son parte de la realidad de los ancianos que deben ser atendidos, según expone el director de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la UCV.
Aquiles Salas, además, es especialista en investigaciones sobre el envejecimiento, área que ha profundizado como Coordinador de la Unidad de Investigación del Envejecimiento en el Hospital Universitario de Caracas.
Episodios de olvido
Precisó que los síntomas van desde el olvido de episodios diarios de la persona, “memoria inmediata”, además de la desorientación en el tiempo y el espacio, se pierde la “memoria semántica”, aquella que permite el aprendizaje de conocimientos. También se presentan cambios en el estado anímico y conductual de la persona, dijo.
Señaló que en muchas personas los síntomas cognitivos pueden aparecer individualmente o también acompañados por trastornos conductuales.
El doctor Salas refirió que en la actualidad se estima que en el mundo hay 55 millones de casos de demencia de todos los tipos y para 2050 la proyección es de aproximadamente sean 140 millones, aunque no todo es Alzheimer, la mayoría sí lo es (entre 65% y 80%).
La Asociación de Alzheimer de EEUU señaló que esta enfermedad afecta a 6,7 millones de estadounidenses, la mayoría de 65 años o más.
Esta enfermedad degenerativa empieza muchos años antes de su visibilidad clínica y tiene dos grandes componentes: la memoria y los trastornos de comportamiento.
El internista insistió en que la obesidad, hipertensión, el sobrepeso y sedentarismo forman parte de las afectaciones de origen de esta enfermedad y que se deben tener como alerta.
En resumen, para el especialista en medicina geriátrica los primeros síntomas están asociados con la memoria, por eso, a pesar de la edad, hay que ver la secuencia de olvidos, siendo el momento crucial cuando se empieza a comprometer el desempeño de la persona.
Resaltó que toda la discusión sobre la enfermedad se enfoca en buscar una cura y por eso se han dispuesto esfuerzos para las vacunas.
Los avances en fármacos parecen indicar que en un futuro se puedan tener tratamientos para frenar el avance del Alzheimer y en eso tiene la mirada puesta la ciencia. “Pero no hay hasta ahora medicamentos curativos para la enfermedad de Alzheimer”, concluyó el especialista.
FUENTE: ENTREVISTA DOCTOR AQUILES SALAS / FUNDACIÓN ALZHEIMER DE VENEZUELA/ REDES SOCIALES/ DIARIO LAS AMÉRICAS