MIAMI.- Octubre se llena de lazos rosados y de esperanza. Millones de personas se unen en apoyo a las mujeres con cáncer de mama en un mes dedicado a promover conciencia sobre esta enfermedad.
MIAMI.- Octubre se llena de lazos rosados y de esperanza. Millones de personas se unen en apoyo a las mujeres con cáncer de mama en un mes dedicado a promover conciencia sobre esta enfermedad.
“El Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama, que se celebra en todo el mundo cada mes de octubre, contribuye a aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos”, destaca la Organización Mundial de la Salud.
Varios sobrevivientes de cáncer de mama adoptaron el uso de un lazo rosa en el maratón de Nueva York de 1990. Luego, formaron la organización benéfica Pink Ribbon Inc., que tiene como objetivo donar el 90% del dinero que recauda al apoyo de la investigación científica y la conciencia pública sobre la enfermedad.
En la actualidad, octubre es una oportunidad para recordar la importancia de detectar este cáncer a tiempo.
En cifras
El informe “Datos y estadísticas sobre el cáncer entre los Hispanos/Latinos”, de la American Cancer Society, “resume estadísticas sobre la ocurrencia del cáncer, factores de riesgo y detección para hispanos en EEUU continental y en Hawái, así como también la incidencia y mortalidad para el territorio de Puerto Rico de EEUU, donde 99% de la población se identifica como hispana”.
Si bien “el cáncer de mama es el más comúnmente diagnosticado en las mujeres hispanas”, en torno a la probabilidad (%) de presentar cáncer de mama, medido en intervalos de edad, las mujeres hispanas menores de 50 años presentan un 1.5 (1 en 65), a diferencia de las mujeres blancas no hispanas, con un 2.1 (1 en 48).
Las hispanas y blancas de 50 años en adelante tienen, respectivamente, un 8.7 (1 en 12) y un 11.8 (1 en 8) de probabilidades de presentar cáncer de mama. En resumen, sumando los casos en general, entre todas las edades, las hispanas presentan un 9.9 (1 en 10) de probabilidad, y las blancas no hispanas un 13.2 (1 en 8).
Además, “en comparación con los blancos no hispanos, los hispanos tienen tasas más bajas de los cuatro cánceres más comunes (cánceres de seno femenino, colorrectal, pulmón y próstata), lo que generalmente refleja el riesgo de cáncer en los países latinoamericanos de origen”.
Ahora bien, los hispanos que residen en EEUU por mucho tiempo y los descendientes de inmigrantes hispanos “tienen tasas para algunos tipos de cáncer que se aproximan o superan a las de los blancos no hispanos debido a la aculturación, la cual es la adopción de actitudes, valores, hábitos, creencias y comportamientos del país anfitrión”.
Es decir, estos efectos de la aculturación “pueden estar asociados con influencias tanto positivas como negativas sobre la salud. En comparación con su país de origen, es posible que los inmigrantes hayan mejorado su acceso a servicios de atención médica y de prevención”. Sin embargo, “puede que también hayan adoptado comportamientos poco saludables tales como tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y disminución de la calidad alimentaria”.
Con respecto a las tasas de incidencia y de mortalidad para cáncer de mama, según raza y origen étnico en EEUU, el informe apunta a que las hispanas tienen un 14.3 de probabilidad de morir a causa de esta enfermedad, a diferencia de un 20.6 en las mujeres blancas no hispanas.
Un factor que explica esta baja incidencia de cáncer de mama entre hispanas, en comparación con las mujeres blancas no hispanas, podría deberse a que, “históricamente, las mujeres hispanas fueron más propensas que las mujeres blancas no hispanas a iniciar la lactancia materna, lo cual también reduce el riesgo, aunque los patrones actuales son similares”.
Factores de riesgo
Hay varios factores que podrían llevar a un mayor riesgo de padecer cáncer de mama, según el Instituto Nacional del Cáncer. Entre ellos se encuentran los antecedentes familiares de cáncer de mama, el sedentarismo, tener las mamas densas, la exposición al estrógeno que produce el cuerpo, la terapia hormonal, la obesidad, y el consumo de alcohol y tabaco.
A estos factores, la OMS agrega la “contaminación ambiental del aire, el agua y el suelo por productos químicos carcinógenos, que causa entre el 1% y el 4% de todos los casos de cáncer”. También cita los carcinógenos ocupacionales, es decir, “más de 40 agentes, mezclas y circunstancias de exposición en el ambiente laboral, que son cancerígenos para el hombre”.
Prevención
Las entidades de salud insisten en que las mujeres sean activas en el monitoreo de sus mamas. Por eso recomiendan seguir algunas medidas preventivas, como palparse en casa, preferiblemente en la ducha, para detectar cambios en la piel o bultos.
Además, es importante que si las mujeres tienen algún antecedente familiar de cáncer, estén atentas a cualquier cambio y se realicen mamografías periódicas para poder detectar a tiempo cualquier anomalía.
A todo eso se une un estilo de vida saludable, tanto alimentación como ejercicios, la reducción del estrés, no exponerse a sustancias tóxicas, y evitar las bebidas alcohólicas y el cigarro.