Las parejas que viven durante un tiempo en ciudades distintas ya no son algo tan poco frecuente. Sobre todo en Europa, cuando el hombre encuentra una oportunidad laboral en un sitio y la mujer no quiere renunciar a su trabajo, se da con frecuencia un modelo de relación "a distancia". ¿Cómo planificar una familia en una situación semejante? ¿Es necesario vivir juntos para encarar un embarazo?
Los ginecólogos consultados al respecto dicen observar que son cada vez más las pacientes que quieren quedar embarazadas y sólo luego cambiar sus vidas de acuerdo a eso. Pero no es tan sencillo.
Como primer punto, evidentemente no resulta tan simple quedar embarazada si las relaciones sexuales no tienen el mismo ritmo que las de una pareja que convive a diario. Se considera que la probabilidad de un embarazo durante una vida sexual de convivencia es de un 80 por ciento, mientras que en las relaciones a distancia el porcentaje se reduce notablemente por el simple hecho de que los encuentros no siempre coinciden con la ovulación.
En realidad las probabilidades aumentan si las relaciones no son en el momento de la ovulación, sino dos o tres días antes, porque el semen se mantiene activo hasta 72 horas en el cuerpo de la mujer.
¿Pero cómo reconocer ese momento? Lo mejor es controlarse el ciclo con un calendario durante varios meses y apuntar cuándo se produce la menstruación, si siempre tiene la misma duración y llevar un registro de la temperatura corporal. Planificar las vacaciones de acuerdo a esas fechas puede ayudar, pero es fundamental no presionarse demasiado, porque las tensiones no suelen tener un impacto positivo en el organismo.
Si no funciona, no espere años. Más vale acudir a un médico y hacerse un control hormonal para descartar un hipotiroidismo o un síndrome de ovario poliquístico, que afecta a aproximadamente a un ocho por ciento de las mujeres.
Si el ciclo no es del todo regular, se puede recurrir a los anticonceptivos, que le darán mucha precisión a las distintas fases del ciclo. Además, los anticonceptivos estimulan en algunas mujeres a través de la hormona folículoestimulante (FSH, por sus siglas en inglés).
La segunda posibilidad es disparar artificialmente la ovulación con una inyección de gonadotropina coriónica humana (hCG), que da un plazo de unas 36 horas para el intento.
Y las parejas que no se vean por un período más prolongado tienen la posibilidad de hacerse una inseminación artificial, una posibilidad que se recomienda por ejemplo cuando la mujer tiene más de 40 años y prefiere no esperar demasiado.
Lo que se recomienda en todos los casos es tomar ácido fólico, una vitamina fundamental para el desarrollo sano del embrión, y acompañar eso con una vida sin alcohol ni tabaco.
FUENTE: dpa