En conversación exclusiva con DIARIO LAS AMERICAS, Grégoire Verdeaux, vicepresidente Senior de Asuntos Externos de PMI asegura que “el proceso de transformación avanza con velocidad, cuenta con el apoyo de la directiva y se inspira en el propio mercado y en las necesidades de los consumidores”
Según datos oficiales de la Organización de la Salud (OMS) el tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen. Cada año, más de 8 millones fallecen por esta causa, entre ellos alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. En 2020, el 22,3% de la población mundial era fumador, concretamente el 36,7% de todos los hombres y el 7,8% de las mujeres a nivel global.
“Lo mejor, obviamente es dejarlo por completo, salirte -subraya Verdeaux – no soy médico y puedo asegurarlo. Hay personas que tratan, desde su experiencia individual y luego experimentan una recaída, esto lo vemos una y otra vez. Ahora, si en tus planes está el terminar con el vicio, claro que deberías valorar este producto. No importa si eres de la “vieja escuela” (Old Fashion way)), estamos enfocados en ayudar. Existen tratamientos farmacológicos y terapias de remplazo de nicotina, pero no son suficientes. Es verdaderamente difícil abandonar el hábito”
La empresa reporta importantes avances en el área de sostenibilidad y en el tema de protección contra el cambio climático.
“Es un proceso complicado. Pero, nuestro producto y nuestra meta no solo se sustentan en los basamentos científicos, sino que se enfocan en la salud pública” enfatiza Verdeaux.
Los productos libres de humo basados en la ciencia no están exentos de riesgos y contienen nicotina, que es adictiva, pero tienen el potencial de ser menos dañinos que seguir fumando. Una vez inhalada, la nicotina se absorbe a través de los pulmones directamente al torrente sanguíneo, donde viaja a través del cuerpo hacia los tejidos y órganos, incluido el cerebro donde se une a receptores específicos y desencadena la liberación de dopamina y otros neurotransmisores.
Como resultado, la nicotina puede estimular y, en última instancia, afectar las funciones cerebrales a corto plazo, como las emociones, el aprendizaje y la memoria.
Después de la estimulación repetida con nicotina, el cerebro se adapta a la presencia de nicotina, un proceso que es reversible cuando una persona deja de usar productos que la contienen. El humo de un cigarrillo contiene nicotina y muchas sustancias químicas perjudiciales. Estas sustancias tóxicas (y no la nicotina) son la primera causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
El elemento más dañino, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), es el humo del tabaco. Las investigaciones listadas por los NIH listan en más de 7.000 las sustancias presentes en este humo, de las cuales al menos 250 son dañinas para la salud en uno u otro modo. Más concretamente, 69 de ellas son cancerígenas.
Desde 2008, PMI ha invertido más de 9.000 millones de dólares en la ciencia y la investigación para desarrollar productos libres de humo, y emplea a más de 980 científicos, ingenieros y técnicos de clase mundial con este propósito.
¿Para una empresa que genera millones y millones con un producto es lógico implementar estratégicas para eliminarlo?
“Es una decisión racional desde la óptica empresarial, por otro lado, está nuestra visión del futuro, y también la demanda de las personas que buscan alternativas al cigarrillo convencional”, sostiene Verdeaux.
La combustión puede llevar el tabaco a temperaturas de 650-700 grados celsius que genera humo y ceniza que es donde están todas las sustancias tóxicas, mientras que el calentamiento lleva el tabaco a 300-350 grados para liberar la nicotina. Las diferencias adicionales entre ambas formas de consumo es que el calentamiento libera un 95 % menos de sustancias nocivas para la salud. En las propuestas de PMI (con el nombre comercial de IQOS y TEEPS) se “calienta una mezcla a poco menos de 350 ºC, sin combustión, fuego, cenizas o humo. Esto genera vapor que contiene nicotina y tiene un sabor agradable. Al no existir la combustión, los niveles de sustancias químicas perjudiciales se reducen significativamente en comparación con el humo de los cigarrillos”.
Verdeaux subraya que “esto no es un cigarrillo, es un producto distinto, algo a considerar como medio o vía porque tiene masivas reducciones en la exposición de toxinas”
De acuerdo con cifras de PMI, unos 20,3 millones de personas en el mundo pasaron de fumar cigarrillos de combustión a productos de calentamiento de tabaco.
Acorde con los Centros para el Control de Enfermedades de los EEUU (CDC) “los cigarrillos electrónicos tienen el potencial de beneficiar a las personas adultas que fuman y que no están embarazadas, si se usan como un sustituto completo de los cigarrillos regulares y de otros productos de tabaco para fumar” aunque resaltan que “no son seguros para los jóvenes, los adultos jóvenes, las mujeres embarazadas o los adultos que no estén usando productos de tabaco” y recomiendan que si una persona nunca ha fumado, no comience con estos dispositivos o lo implemente como una moda.
Los orígenes de PMI se remontan a la apertura de una tienda de tabaco y cigarrillos por parte del londinense, Philip Morris, en 1847. En 1987, Philip Morris International se constituyó como una empresa operativa de Philip Morris Companies Inc.
La empresa cuenta con seis de las 15 principales marcas internacionales del mundo, entre ellas: Marlboro (el cigarrillo internacional más vendido del mundo), L&M, Chesterfield, Philip Morris, Parliament y Bond Street.
En la nueva cartera, la empresa también ofrece alternativas sin humo a los cigarrillos, en forma de dos innovadores productos de tabaco calentado, sin combustión ni quemado (IQOS y TEEPS). IQOS es un dispositivo de calentamiento controlado con precisión en el que se inserta un producto de tabaco especialmente diseñado y se calienta para generar vapor que contiene nicotina. TEEPS es otro producto de tabaco calentado, que libera sabores y nicotina sin combustión, pero calienta el tabaco con una fuente de calor de carbón prensado que está separada del tabaco.