MIAMI. - Las enfermedades coronarias se hospedan también en el corazón de los más jóvenes por lo que los adultos no son los únicos que acuden al cardiólogo.
Es un mito creer que a los cardiólogos solo acuden los adultos; uno de cada 100 niños sufre un problema cardíaco
MIAMI. - Las enfermedades coronarias se hospedan también en el corazón de los más jóvenes por lo que los adultos no son los únicos que acuden al cardiólogo.
Se trata de un fenómeno que obliga a los especialistas a fijarse más en este segmento de la población porque según el Royal Children's Hospital de Melbourne en Australia, uno de cada cien niños sufre un problema cardíaco, lo que pone en evidencia el interés científico del tema.
La Fundación Salud Infantil de España ratifica que la frecuencia de cardiopatía congénita en el recién nacido es aproximadamente en 0.8-1 de cada 100 bebés. Pero gracias al desarrollo de los métodos de diagnóstico y de tratamiento quirúrgico, tiene una solución alentadora. La supervivencia está en alrededor del 85%.
La Asociación Estadounidense del Corazón revela que 9 de cada 1.000 bebés nacidos en EEUU tienen una cardiopatía congénita. Este es un problema que ocurre durante el embarazo, a medida que el corazón del bebé se desarrolla, antes de que nazca.
Sin embargo, aunque algunos de estos problemas están presentes al nacer, otros se desarrollan a medida que el niño madura hasta la adolescencia.
Según el Instituto del Corazón de Texas hay varios factores que pueden incidir como por ejemplo la obesidad que en EEUU se ha convertido en un problema.
Para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por si sigla en inglés), cada año en el país mueren alrededor de 2.000 jóvenes menores de 25 años, aparentemente saludables, por paro cardíaco repentino.
Una de las patologías más destacadas es la aterosclerosis que se produce cuando las arterias se obstruyen y endurecen debido a la acumulación de grasa y colesterol.
Según la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, entre 16% y 33% de los niños y adolescentes son obesos. Con el tiempo, la aterosclerosis causa enfermedades del corazón.
Para los CDC más de 3,6 millones de estudiantes de escuela media y secundaria fuman y alrededor de 4.000 niños y adolescentes menores de 18 años adquieren el hábito todos los días. Es más, 9 de cada 10 fumadores adquieren el hábito antes de terminar la escuela secundaria, un factor de riesgo latente para desarrollar padecimientos del corazón.
Los estudios han demostrado que fumar acelera la frecuencia cardíaca y estrecha las principales arterias, lo que provoca irregularidades en los latidos del corazón.
La prevención es la mejor forma de evitar problemas. Hay que ejercer un control desde la infancia y vigilar:
Menos del 3% de los niños estadounidenses sufre de presión arterial alta, pero se trata de una enfermedad grave en la niñez, y con frecuencia no se detecta porque no causa síntomas. Hay que asegurarse de que le tomen a su hijo la presión arterial durante el chequeo médico anual.
La mayoría de los casos de presión arterial alta en los niños se asocia con una enfermedad del corazón. Por eso es importante aumentar su nivel de actividad física y limitar el consumo de sal.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) aconseja que todos los niños mayores de 5 años realicen por lo menos 60 minutos de ejercicio todos los días.
La enfermedad de Kawasaki provoca la inflamación de los vasos sanguíneos, y más comúnmente de las arterias coronarias. Suele diagnosticarse cuando el niño presenta una fiebre superior a 101 durante más de cinco días, junto con varios otros síntomas, como una erupción en el torso, manos y pies hinchados y rojos y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. Se desconocen las causas.
Algunos sugieren que puede ocurrir en niños con una predisposición genética o debido a otros factores ambientales, según el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati.
Los defectos cardíacos congénitos son anomalías en la estructura y el funcionamiento normales de este órgano que transforman el modo en que la sangre pasa por el corazón y por el resto del cuerpo.
Hay muchos tipos de defectos cardíacos congénitos y aunque algunos son leves como un pequeño agujero, otros son más graves y pueden suponer una amenaza para la supervivencia del bebé.
A menudo, estos defectos se descubren durante el embarazo mediante una ecografía, pero otros no se detectan hasta después del nacimiento, o incluso hasta la edad adulta.
Los bebés que presentan un exceso de somnolencia, uñas o labios azulados y una respiración rápida son sospechosos de tener un defecto cardíaco congénito y se someten a varias pruebas para confirmar el diagnóstico.
Una arritmia se produce cuando hay un cambio en el latido regular del corazón. Los síntomas de la arritmia incluyen debilidad, mareos, cansancio, palpitaciones, palidez, cambios notables en los latidos del corazón y dificultad para respirar y suelen diagnosticarse con un electrocardiograma (ECG) que registra los latidos del corazón.
La cardiopatía reumática puede surgir de una infección estreptocócica (bacterias que suelen estar presentes en la garganta y sobre la piel) reciente o de la fiebre reumática, que se produce unas semanas después de la Invasión y multiplicación de gérmenes en el cuerpo, de acuerdo con los especialistas.
El pericardio es un tejido fino en forma de saco que rodea, protege y lubrica el corazón para evitar daños. Esto hace que el corazón se comprima, lo que provoca la interferencia de la función cardíaca normal. Los síntomas incluyen dolor torácico de leve a intenso junto con fiebre, irritabilidad, pérdida de apetito o debilidad.
Muchos factores de riesgo se pueden controlar en la infancia, disminuyendo así el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, la primera causa de muerte en los adultos en EEUU, define el Instituto del Corazón de Texas.
FUENTE: Instituto del Corazón de Texas/ Asociación Estadounidense del Corazón / Sociedad Española de Cardiología