lunes 25  de  marzo 2024
BIENESTAR

La obesidad, la enemiga del corazón

Existen señales claras de que uno de los órganos más importantes del cuerpo está trabajando más de lo habitual, por lo que hay que tomar medidas para cuidarlo
Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI. - Carmela Lugo (48) comenzó a tener problemas para respirar cuando se acostaba. Cada vez que inhalaba lo hacía con dificultad, sentía que no llenaba completamente sus pulmones y su corazón se aceleraba, por lo que optó por respirar por la boca. Como paliativo intentó dormir medio sentada para poder respirar un poco más tranquilamente y así descansar. De inmediato consultó su médico quien le indicó que el peso que ganó de manera acelerada en la pandemia le está generando consecuencias negativas para su salud, y en especial para su corazón, ya que debe trabajar el doble para poder cubrir de manera óptima todo el cuerpo, que ahora posee 45 libras adicionales (20 kilos) a las que tenía en marzo del 2020.

Para explicar la sobrecarga de trabajo del corazón hay que verlo como una bomba que envía la sangre necesaria para llevar el oxígeno a través de las venas y arterias a todo el cuerpo. El corazón es un músculo que está capacitado para trabajar en función del peso ideal de cada persona, y al tener que cubrir un área mayor (cuando hay sobrepeso u obesidad) tiene más trabajo, lo que genera que crezca de tamaño como lo hace cualquier músculo. Según los especialistas este crecimiento del corazón por el esfuerzo puede derivar en una insuficiencia cardíaca.

Según la OMS la prevalencia de niños con sobrepeso aumentó del 4.8% al 5.9% entre 1990 y 2018, lo que representa un aumento de más de nueve millones de niños. El sobrepeso y la obesidad en los adultos también están aumentando en casi todas las regiones y países: en 2016 había 1.300 millones de personas con sobrepeso, de las cuales 650 millones (13% de la población mundial) eran obesas.

La obesidad es un factor de riesgo importante para la diabetes, las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), los trastornos musculoesqueléticos (especialmente la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones altamente incapacitante), y algunos tipos de cáncer (cáncer de endometrio, mama, ovario, próstata, hígado, vesícula biliar, riñón y colon).

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Aproximadamente el 43 por ciento de los adultos con depresión son obesos.
Aproximadamente el 43 por ciento de los adultos con depresión son obesos.

Obeso y sobrepeso

Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos (NHLBI), el sobrepeso se define en una persona con índice de masa corporal (IMC) de más de 25, y se considera que una persona es obesa si su IMC es superior a 30.

El IMC se obtiene dividiendo el peso de la persona en kilogramos, entre su estatura al cuadrado. Es decir, si una persona pesa 90 kilos, y su estatura es de 1 metro 66 centímetros, la ecuación es simple. 90 / 1.66 x 1.66. O lo que es lo mismo 90 / 2.75, y el resultado es 32.73, es decir es una persona obesa.

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Ingerir frutas ayuda pero también hay que consumir otros alimentos saludables.

Ingerir frutas ayuda pero también hay que consumir otros alimentos saludables.

Patologías específicas

Según la revista científica jamanetwork.com, existen varios problemas cardíacos relacionados con la obesidad.

Enfermedad coronaria (coronary artery disease, CAD): Es causada por la acumulación de placa de colesterol en las arterias del corazón. Aunque la obesidad está vinculada con muchos otros factores de riesgo como la diabetes, el nivel alto de colesterol, la presión arterial alta y el síndrome metabólico, la obesidad también es un factor de riesgo de la CAD.

Insuficiencia cardíaca: La obesidad es un factor de riesgo de la insuficiencia cardíaca, incluso en personas sin enfermedad coronaria. En un caso porque las personas con obesidad tienden a tener mayor cantidad de sangre, lo cual hace que el corazón bombee con más intensidad. Y en el otro porque se vincula con la apnea del sueño, que causa problemas pulmonares y presión arterial alta, los cuales pueden provocar, eventualmente, insuficiencia cardíaca.

Fibrilación auricular: Según la publicación, muchos estudios han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo de la fibrilación auricular, un tipo de ritmo cardíaco anormal. En muchos casos, la fibrilación auricular se observa en la insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, los caminos entre la obesidad, la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular están todos estrechamente relacionados

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La  próxima vez que pienses que no puedes hacer ejercicio, quiero que vuelvas a leer este artículo y te animes a ponerte los zapatos deportivos. FOTO skeeze

La próxima vez que pienses que no puedes hacer ejercicio, quiero que vuelvas a leer este artículo y te animes a ponerte los zapatos deportivos. FOTO skeeze

Acciones a tomar

La imposibilidad de dormir por la falta de respiración, la poca capacidad para realizar ejercicios físicos, y su IMC pueden ser señales claras de que hay que hacer algo para evitar que la situación se vuelva más compleja, por lo que es recomendable acudir lo antes posible a un especialista para recibir la atención médica adecuada. Pero mientras esto sucede, se pueden comenzar a tomar ciertas medidas que ayudarán a que su corazón trabaje menos.

  • 1.- Caminar puede ser un excelente inicio. Si es una persona que no está acostumbrada a caminar, puede iniciar con paseos cortos revisando su respiración y su ritmo cardíaco.
  • 2.-Es importante la hidratación permanente del cuerpo.
  • 3.- Importante iniciar un plan alimenticio adecuado en el que incremente el consumo de frutas y vegetales, pero es recomendable iniciar de la mano de un especialista.
  • Recuerde que el corazón es un músculo que trabaja constantemente, por lo que es indispensable proteger como un diamante, el sobrepeso o peor aún, la obesidad, puede afectar gravemente su funcionamiento.

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