MIAMI.- La pérdida de un ser querido es algo que nadie quisiera experimentar. El dolor, el vacío y la añoranza forman parte de las emociones que se experimentan durante el duelo, un proceso de aflicción que se puede vivir por etapas.
Las etapas del duelo fueron descritas por primera vez por la psiquiatra suiza Elizabeth Kübler-Ross en su libro Sobre la muerte y el morir, publicado en 1969
MIAMI.- La pérdida de un ser querido es algo que nadie quisiera experimentar. El dolor, el vacío y la añoranza forman parte de las emociones que se experimentan durante el duelo, un proceso de aflicción que se puede vivir por etapas.
Aunque cada persona afronta el dolor de una pérdida de manera diferente, existen cinco etapas del duelo comunes, que proporcionan un marco para los pensamientos, comportamientos y emociones complejos que a menudo se padecen durante un proceso de pesar.
Estas etapas fueron descritas por primera vez por la psiquiatra suiza Elizabeth Kübler-Ross en su libro Sobre la muerte y el morir, publicado en 1969.
Pese a que no todo el mundo vive las fases de la misma forma o siguiendo un mismo orden, conocer cada una de las etapas puede ayudar a entender las emociones.
Estas serían las cinco etapas del duelo, recopiladas por la revista Harvard Health Publishing de la Escuela de Medicina de Harvard:
La negación se refiere al período de duelo durante el cual una persona se niega a aceptar la realidad de una pérdida. Negar es diferente a no comprender, y representa un mecanismo de defensa que ayuda a protegerse del impacto de situaciones perturbadoras.
Es normal vivir el período de negación y puede resultar útil durante el proceso de duelo, mientras trabajamos para procesar el dolor. Esta fase incluye:
La ira es un sentimiento que llega cuando la persona comprende la información y acepta la realidad de una muerte. Es una respuesta natural que puede ir dirigida hacia uno mismo, hacia los familiares, médicos, Dios o, incluso, la persona fallecida.
Aunque puede parecer hiriente y ofensiva para los dolientes, la ira es una parte normal del proceso de duelo y suele presentarse de las siguientes maneras:
Los “si” invaden la mente de quienes atraviesan un proceso de duelo, hasta sentirse abrumados por cuestionamientos "qué hubiera pasado si…" y "si tan solo...".
En esta etapa, que suele ser irracional, se intenta negociar, hacer concesiones o llegar a acuerdos con uno mismo o con un poder superior, a cambio de justificar situaciones, mitigar la tristeza o buscar un resultado diferente. La negación implica;
La tristeza y desesperanza, son emociones que a menudo resultan de la pérdida de un ser querido y derivan en una depresión, que aunque suele ser una reacción natural, si se prolonga en el tiempo, puede llegar a afectar el desenvolvimiento diario. Los síntomas de la depresión incluyen:
Esta suele ser la última de las etapas definidas por Kübler-Ross, y se refiere al período de duelo en el que finalmente aceptamos la realidad de nuestra pérdida.
Cuando la persona alcanza esta fase, ya no niega ni lucha contra el dolor, sino que trabaja para reunir energía y celebrar la vida del ser querido fallecido, apreciar los recuerdos compartidos y hacer planes para seguir adelante.
El suelo no es “una talla única para todos”, pues es un proceso que cada persona vive de manera diferente. Aprender a afrontar el dolor de una pérdida es fundamental para la salud física y mental de las personas, ya que puede provocar cambios en muchos aspectos de la vida diaria, como el apetito, los hábitos de sueño, el estado de ánimo y los niveles de energía, entre otros.
Aunque por lo general, durante el duelo no se requiere de tratamientos, encontrar un sistema de apoyo puede servir para manejar lo y procesarlo de mejor manera, para evitar así las consecuencias nocivas que puede ocasionar este proceso.
Quienes viven un duelo, pueden encontrar apoyo en personas o grupos como:
FUENTE: Con información de Harvard Health Publishing