miércoles 27  de  marzo 2024
Navidad 2017

Prepare galletas navideñas sin tanta azúcar

Las galletas navideñas pueden prepararse con mucho menos azúcar de lo que se indica. Para ello siempre se puede poner un 20 por ciento menos de lo que se apunta en la receta

Se va acercando la fecha de la Navidad y ya quisiéramos estar sintiendo el aroma de la canela y la vainilla en la cocina. Esos perfumes y sabores son parte de la gran fecha. Pero no todo es como cuando éramos pequeños. A esta edad ya nos preocupa un poco más el peso y la salud y más de uno ve aproximarse la gran fecha de fiestas pensando "uy, todo lo que comeré... será otra vez terrible".

¿Por qué no pensar alternativas para poder comer sin que sean días tan "pesados"?

Stefanie Reeb y Dagmar von Cramm nos dan un par de consejos. Ellas se especializan en hacer galletas riquísimas sin tanta azúcar, grasas y harina. Y eso es lo que nos proponen, siguiendo una máxima primordial: ¡A no sufrir en el intento!

Dagmar dice que casi todas las galletas pueden prepararse con mucho menos azúcar de lo que se indica. Para ella siempre se puede poner un 20 por ciento menos de lo que se apunta en la receta y, de la cantidad restante de azúcar, recomienda reemplazar un cuarto con algún otro ingrediente como miel o frutos secos triturados. "Lo que mejor funciona son las pasas de uva y los dátiles, porque no son muy ácidos", dice.

Stefanie nos da otro tip: para algunas recetas el azúcar de flor de coco es un endulzante perfecto. Lo único que debemos tener en cuenta es que se necesita mucha más cantidad que el azúcar común para llegar al mismo sabor y eso puede ser bastante más caro. De hecho el azúcar de flor de coco suele costar unas 50 veces lo que cuesta el azúcar normal. Para no empobrecer justo antes de Navidad, Stefanie sugiere mezclar ese azúcar especial con jarabe de arce.

Stefanie también utiliza mucho isomaltulosa, que tiene un sabor muy parecido al azúcar pero que se digiere mucho más lento.

Otro reemplazante del azúcar es el xilitol, que se promociona como azúcar de abedul aunque hace tiempo que no se produce a partir del árbol. Logró adeptos porque tiene mucho menos calorías que el azúcar.

De todos modos, a la hora de preparar las galletas tenemos que pensar tanto en el sabor como en la consistencia. De hecho el azúcar hace un gran aporte a la consistencia y algunas alternativas puede llevar a que la masa se desarme o no forme un cuerpo. Lo ideal es hacer una prueba con una cantidad bien reducida de ingredientes y, si sale tal como queremos, largarnos a hacer la tanda completa de galletas. El sabor siempre se puede corregir añadiendo vainila, canela, anís o clavos de olor.

El segundo pilar a tener bajo vigilancia es la grasa. "La solución más sana es utilizar margarina", dice Dagmar, que igualmente es bastante realista. Sabe que algunas recetas le deben todo su sabor a la mantequilla, así que recomienda reemplazar sólo la mitad con margarina. En cambio, las galletas que tienen muchas nueces y almendras no suelen necesitar grasa adicional.

Y el tercer y último punto "problemático" de una galleta para nuestra conciencia navideña es la harina. Las expertas recomiendan utilizar harina integral para las recetas con chocolate y nueces, pero como de la harina depende si nos sale una masa compacta o no, tenemos que estar atentas para añadir líquido en caso de que nos quede muy granulada. Para las galletas de color claro, Stefanie y Dagmar nos recomiendan harina del tipo 1050.

Si uno no tiene inconvenientes con los gastos, hay otra alternativa exquisita: reemplazar la harina con almendras picadas. Otra variante sería con copos de avena triturados. Para unir a masa, Stefanie usa, para unas 30 galletas, 2 cucharadas de semillas de chia en seis cucharadas de agua.

No es que las galletas vayan a tener muuuuucho menos calorías, pero al menos serán mucho más nutritivas y sus ingredientes nos aportarán otro tipo de componentes de mejor digestión.

Además, otro buen consejo es preparar galletas más pequeñas, porque al fin y al cabo "comemos por cantidad, no por peso total" de galletas, así que de ese modo seguro que comeremos un poco menos.

Y no sólo será bueno para nosotros. También será bueno para los más pequeños. Cuando pidan "por favor, una más", vamos a decirles más tranquilos que sí si son galletas pequeñas.

FUENTE: Teresa Nauber / dpa

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