sábado 14  de  septiembre 2024
BIENESTAR

Qué hacer con los excesos en las comidas durante la Navidad

De nada sirve engañarnos con que haremos dietas durante el mes de diciembre. Es mejor asumirlo evitar que los excesos durante las fiestas de Navidad
Por ELKIS BEJARANO DELGADO

MIAMI.- Después de la celebración del Día de Acción de Gracias, el último mes del año viene cargado con encuentros familiares y de amigos, fiestas del trabajo o brindis por la Navidad o el año nuevo. Todos estos eventos sociales casi siempre tienen en común: la ingesta de comida de todo tipo que pocas veces repara en carbohidratos, azúcares, grasas o bebidas alcohólicas. En la mayoría de los casos durante estas celebraciones comemos como si fuese la última cena o como si se fuese a acabar la comida en el mundo.

Ante esta realidad, el llamado a cuidar lo que comemos cae en saco roto, por lo que hay que asumir que se va a comer (y muchas veces en exceso), entonces, es mejor estar preparados para saber qué hacer el día después de comer o beber “de más”.

Antes de la celebración

Días antes de las fechas festivas se puede realizar una dieta baja en carbohidratos y en azúcares, rica en fibra y proteínas. Lo recomendable es comer ensaladas para ir limpiando el cuerpo de toxinas, y evitar los alimentos procesados.

Ahora está muy de moda el ayuno intermitente (que no lo explicaremos en este trabajo) pero si es una buena opción para limpiar el cuerpo y prepararlo para los excesos que todos ingerimos. Un cuerpo que ha sido sometido a algún régimen bajo en carbohidratos y sin azúcares tendrá menos ansiedad que aquellos que consumen harinas y dulces.

Horas antes del evento

Muchas personas cuando saben que van a comer durante un evento, bien sea almuerzo o cena, no comen durante todo el día para poder aprovechar lo que le sirven. Esta práctica no es apropiada, ya que en la mayoría de los eventos comienzan con algunos aperitivos que casi siempre vienen cargados de carbohidratos, azúcares y en su mayoría son fritos. Como se pasa hambre durante las horas previas, se puede comer de manera acelerada o varias piezas en un mismo momento. Al comer rápido no le mandamos la información al cerebro de qué estamos comiendo y esos primeros bocados indican que comeremos más de la cuenta.

La recomendación, si se quiere comer poco antes del encuentro, es ingerir algún snack compuesto de vegetales, con poca o sin azúcar y lo menos procesados posible. Eso dará la sensación de saciedad, sin la necesidad de llenar mucho el estómago. También es recomendable ingerir uno o dos vasos de agua, una hora antes del evento, para calmar el apetito voraz que se pueda sentir.

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Durante la celebración

Si ya se comenzó a comer durante el evento, es recomendable combinar las carnes con vegetales crudos, para ayudar la digestión del organismo.

Si es un evento que puede durar varias horas es recomendable ingerir pocas cantidades con espacios de tiempo. Se puede servir un plato pequeño (hay que engañar al cerebro hambriento que quiere ver el plato rebosante de comida) buscando la posibilidad de que haya vegetales. No repita en el mismo plato. Espere por lo menos una hora para continuar degustando de lo que hay en la mesa. Es recomendable si está tomando bebidas alcohólicas, intercalarlas con agua para ayudar al proceso de digestión.

Si el evento es una cena servida, donde pasará más de dos horas sentado, la recomendación es comer pequeñas proporciones en las que debe siempre combinar algún tipo de vegetal crudo para que la digestión sea ligera.

Pero si usted es de los que decide “comer hasta más no poder” entonces lo invitamos a que saboree cada trozo que lleve a la boca. Active sus glándulas salivales, que segregan mientras mastica cada bocado. Mastique, mastique y mastique. Pruebe, piense en lo que está comiendo y saboree lentamente. De esta manera activará efectivamente su cerebro y la sensación de saciedad llegará antes de lo esperado.

Después de estar saciado

No repita porque está rico. No justifique otra ración porque está muy buena. Comer con el “paladar”, es decir, disfrutar del sabor puede ser más contraproducente para el cuerpo de lo que creemos. Aunque socialmente no está muy aceptado, lleve su envase en caso de que quiera repetir, para que lo haga al día siguiente, con el estómago vacío.

El postre suele ser el último en llegar cuando el estómago está casi o totalmente lleno. Muchos aseguran que solo lo probarán, pero como el azúcar es seductora, en cuanto saborea el primer bocado se activan las ganas de seguir comiendo y saboreando más y más del delicioso postre.

Una infusión caliente, sin azúcar, al final de la velada puede ayudar con la digestión.

Recuerde no se acueste si aún tiene la sensación de llenura que nos hace recordar que hemos comido en exceso. Es preferible esperar un par de horas antes de acostarse que dormir en pleno proceso de una digestión difícil.

Al amanecer

Después de una jornada donde la comida ha sido la protagonista es recomendable tomar infusiones calientes, jugos naturales sin azúcar, jugos verdes y agua en abundancia. Así el cuerpo se limpiará para prepararse para la próxima velada… Y las dietas que esperen para enero.

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