Recuerdo que finalizando los años 70 y durante la década de los 80 del pasado siglo, comenzó a tomar fuerza en el país, el interés por orientar a la población con respecto a las tendencias de la moda en el vestir que se manifestaban en el mundo. En aquellos años varias revistas cubanas mantenían secciones fijas de diseños sobre la moda y ofrecían amplias referencias internacionales sobre la misma.
Con frecuencia aparecían programas de televisión, donde se mostraban las colecciones de temporadas y a grupos de modelos que exhibían los trabajos de los diseñadores nacionales. Estos se aprovechaban para explicar los diseños de los estilistas del patio y en ocasiones se analizaban las tendencias internacionales, sobre todo cuando estas se consideraban extemporáneas o irracionales para los patrones existentes o las circunstancias nacionales del momento.
Existía a través de varias instituciones el propósito de fomentar una cultura en el vestir, desarrollar la imaginación creativa de los diseñadores nacionales y mostrarle a la industria nacional y a los importadores las tendencias del momento y por tanto, el tipo de prendas que le interesaba adquirir a la población.
Con ello además se pretendía contribuir a que la producción nacional se realizara en el mercado, evitando paradójicamente que crecieran los inventarios ociosos y lo más importante, lograr satisfacer las preferencias de los consumidores cubanos y particularmente las de los jóvenes.
Lo más significativo de aquellos esfuerzos se resumió, en la celebración de los llamados eventos CUBAMODA, que se efectuaron durante años con amplia participación internacional y modistos de reconocido renombre. Evidentemente se hicieron esfuerzos en esa dirección, donde no faltaron en aquellos tiempos las incomprensiones y no pocos agoreros.
Aquellos propósitos por ofertar prendas de calidad y buen gusto para el mercado doméstico y las exportaciones, acordes a las tendencias de la moda mundial; desafortunadamente no se pudieron consolidar, pues las situaciones que se vivieron impidieron que tales esfuerzos se consolidaran.
Comento sucintamente el tema sólo para referir ciertos antecedentes que probablemente no sean conocidos, pero que durante años anteriores (al periodo especial o crisis económico/social), concentraron la atención y esfuerzos de varias instituciones del país que sembraron la importancia del tema en la sociedad. Por lo que para muchos cubanos (más/menos) de los 40 años en adelante, el desfile de modas de la casa CHANEL y su diseñador Karl Lagerfeld, no será como un relámpago en cielo despejado.
Se ha comenzado a divulgar internacionalmente que en los primeros días del mes de Mayo, se efectuará en La Habana el primer desfile de moda de la empresa CHANEL en Cuba y Latinoamérica (aunque probablemente se efectúen otros más); lo que no deja de ser un acontecimiento de relevancia para dicho sector, e incluso para los apasionados de la moda en todas partes del mundo.
Según informaciones que gradualmente han ido apareciendo, todo indica que el primer desfile de modas se efectuará en el céntrico y esplendoroso Paseo del Prado de La Habana; que como muchos conocen se trata de una amplia y larga avenida que data su construcción desde finales del siglo XVIII y se prolonga desde el malecón hasta el capitolio nacional.
Conozco varias amistades que desde que conocieron la noticia, se aprestaron a sacar pasajes y garantizar alojamiento en la capital cubana; de manera de no perderse el histórico desfile de modas, apreciar los diseños y a sus modelos. Podemos imaginarnos la amplia acreditación de especialistas y fotógrafos de las publicaciones especializadas.
Se dice que se podrá ver el desfile de una de las casas de moda más innovadora y vanguardista del mundo, por invitaciones y a través de grandes pantallas que se colocarán en la avenida del Prado. Las noticias que comienzan a llegar permiten augurar un gran éxito y gran resonancia internacional a CHANEL y al maestro Lagerfeld.
De acuerdo con los que se encuentran atentos a la dinámica de la moda internacional, el diseñador de CHANEL es uno de los mejores y más renombrados mundialmente; cuyas exhibiciones en las casas de modas en Francia y otros países europeos son de las más esperadas todos los años y en La Habana presentará la colección anual “Crucero”.
Karl Lagerfeld por su influencia y prestigio en el mundo de la moda, se caracteriza por realizar sus exposiciones en plazas conocidas internacionalmente; lo que al hacerlo en La Habana significa como lanzarla al mundo de ese importante mercado, y no deja de ser un interesante mensaje de cara a las nuevas situaciones que se viven en Cuba.
Es de esperar también que se reúnan en La Habana innumerables fans y seguidores de Lagerfeld y CHANEL, entre otras celebridades del arte y personalidades relevantes de diferentes países; lo que impide negar que la capital cubana desde hace algunos años, no se detiene en llamar la atención en lo concerniente a acontecimientos que rebasan en mucho sus estrechas y largar fronteras nacionales.
Todo hace pensar que el primer desfile de la casa CHANEL en La Habana, Cuba, será otro evento de los que se hablará durante largo tiempo.
Simultáneamente y en un intento por aprovechar la ocasión y no quedarse relegados, los diseñadores y estilistas cubanos (que los hay); preparan la Feria Internacional “Cuba es Moda” entre el 31 de Mayo y el 4 de Junio; encuentro en que buscarán posicionarse en este importante sector y retomar esfuerzos anteriormente realizados. Porque al parecer en la convocada Feria “Cuba es Moda”, los organizadores aspiran a realizar un acercamiento al mundo de la moda, a retomar contactos comerciales, actualizar conocimientos y reforzar experiencias; concretar acuerdos con empresas extranjeras y efectuar durante la Feria otras exposiciones de modas de estilistas extranjeros y nacionales.
No está de más recordar que desde siglos anteriores, la moda en Cuba se encontró influida por las corrientes europeas en el vestir; especialmente de Francia y luego más en lo funcional por los EEUU; aunque tuvieran sus modificaciones y adaptabilidades a las peculiaridades nacionales, inevitables por razones del clima, características étnicas y la conveniencia de tejidos y diseños ligeros o apropiados a las condiciones de vida del cubano. Sin embargo no obstante ello el país realizó sus aportaciones estilísticas hacia el mundo; al concebirse, extenderse y popularizarse prendas tan populares como las guayaberas.
CHANEL y Lagerfeld en La Habana, me llevan a ratificar la idea de que en el pequeño archipiélago caribeño, muchas cosas están cambiando y otras tantas se mueven.