MIAMI. - El Día del Compromiso Internacional para el Control del Mercurio es este 23 de febrero. En 2017 entró en vigencia el Convenio de Minamata, el cual fue adoptado cuatro años antes en Japón. Su finalidad es proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropógenas de mercurio y compuestos de mercurio.
En este sentido, el convenio contiene disposiciones en materia de información pública, educación ambiental, fomento de la participación y fortalecimiento de capacidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica al mercurio como uno de los 10 productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) refiere que el mercurio existe en distintas maneras: elemental (o metálico); inorgánico (como el cloruro mercúrico); y orgánico (por ejemplo, metilmercurio y etilmercurio). Advierte que cada una de estas formas presenta distintos efectos tóxicos sobre los sistemas nervioso, digestivo e inmunitario, así como en los pulmones, los riñones, la piel y los ojos.
El mercurio es tóxico para la salud humana y representa una amenaza particular para el desarrollo del niño in útero y en la niñez, advierte la OPS.
Riesgos del mercurio
La OMS advierte que la principal vía de exposición al mercurio se da mediante el consumo de pescado y marisco contaminados con metilmercurio, un compuesto orgánico que se encuentra en esos alimentos. Otro riesgo importante lo representa la inhalación de vapores de mercurio elemental desprendidos durante los procesos industriales.
Indica la organización que "el mercurio, presente de forma natural en la corteza terrestre, puede provenir de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana. Esta última es la principal causa de las emisiones de mercurio, procedentes especialmente de la combustión de carbón en centrales eléctricas, calefacciones y cocinas, de procesos industriales, de la incineración de residuos y de la extracción minera de mercurio, oro y otros metales".
Dentro de las medidas para controlar los efectos del mercurio se encuentran: la eliminación de la producción y el uso de mercurio en la minería e industria, la promoción del empleo de las fuentes de energía limpias que no dependen de la quema de carbón; el cambio a los termómetros sin mercurio y el manejo seguro, de uso y desecho de productos y desechos que contiene mercurio.
@snederr
FUENTE: OPS/ OMS / Portal Día Internacional