Siendo testigo de la visita del presidente Barack Obama solo puedo observar como Estados Unidos ha rendido todo en estos últimos 8 años sin recibir nada a cambio. Se puede ver desde el acuerdo con Irán en donde se dio mucho sin recibir mucho a cambio. Se le dio mucha prioridad a un país que no tiene armas nucleares todavía, sin embargo a un país como Pakistán que cada día aumenta su arsenal nuclear no se le mira con los ojos de cuidado que se le debe tener. Con Cuba, no hay mucha diferencia. Cuba es un país que ha financiado grupos terroristas durante décadas, ha sido la pieza clave en la destrucción de Venezuela y ha contribuido de manera directa a la guerra civil que Colombia ha librado durante décadas con las guerrilleras de FARC y el ELN.
No soy cubano, pero me pareció humillante ver a un presidente americano rendir homenaje a José Martí y en el fondo ver las imágenes de figuras legendarias de la revolución comunista como lo es el Che Guevara, validando décadas de drama de la comunidad cubana a manos de los Castro. No hay duda de que me produjo asco no solo porque me queda claro que mientras Obama ha sido Presidente, este se ha dedicado sistemáticamente a debilitar a EEUU ante sus enemigos y ha dejado solos a sus amigos como el caso de Colombia e Israel. Con Colombia, la utilizó como carnada para justificar el retiro de Cuba de países que apoyan al terrorismo debido a la farsa de proceso de paz en La Habana; y con Israel, ha dejado solo a ese país en la lucha contra fuerzas islámicas de extrema que quieren desaparecer a ese pueblo judío. No hay duda que la visita es humillante y solo busca sacarle provecho a una situación coyuntural de tipo económico en donde se quiere establecer estas nuevas relaciones no solo para darle oxígeno al régimen, sino también para favorecer intereses económicos en EEUU de grandes empresas que ven a Cuba como un país atractivo para explotar, y que no quieren que otros países lo hagan dejando a EEUU fuera del juego comercial.
Más humillante es ver como Fidel Castro se reúne con Nicolás Maduro, quien es un títere de los Castro; sin embargo, con Obama no se reúne, al menos en público, lo cual es otra muestra de cómo se juega con la relación entre los dos países ante la opinión pública pero en privado se debe tener muy claro cuáles son los verdaderos objetivos. Es claro que Obama le importa muy poco el exilio cubano en Miami quien ha sufrido en carne propia el horror de los Castro como también no se nos debe hacer raro que Barack Obama libere a Simón Trinidad ya que poco o nada le importa la lucha del pueblo colombiano, sino posar para la foto e ignorar los problemas de fondo que han existido durante décadas tanto en Cuba como en Colombia. Según Obama, a él le gusta resolver los problemas enfrentándolos, pero ¿en realidad había que ir a Cuba a rendir al pueblo americano para enfrentar este problema? Ya había ido Kerry, secretario de Estado, y ¿por qué ahora Obama? Seguramente el Presidente no se podía quedar sin la foto que fue Cuba.
No cabe la menor duda que la humillación no tiene precedentes, y bueno, habrá que ver qué cambios trae para el pueblo cubano esta visita ya que hasta ahora quien ha ganado son los Castro y su régimen opresor, mientras tanto EEUU, el pueblo cubano -exiliados incluidos-, Colombia y los venezolanos afectados por este régimen mentiroso son burlados por un presidente que prefiere rendir a Estados Unidos y sus principios que hacerlos respetar. Es claro que el embargo no funcionó, pero ¿acaso había que ir a rendirle homenajes a los Castro, señor Presidente? Es indignante y una muestra de lo que vendrá. Ya veremos a las FARC también pidiendo que le liberen a Simón Trinidad y Obama diciendo que si olvidando que este terrorista es culpable de haber matado a ciudadanos norteamericanos, pero a mí se me olvida que si Obama no cree que ISIS es un grupo islámico terrorista, ¿que nos hace pensar que pensará que los Castro, FARC y Simón Trinidad lo son? La respuesta se las dejo a ustedes mis lectores…