miércoles 4  de  diciembre 2024
FESTIVAL DE CINE DE MIAMI

Alejandro Rentería: "Estas historias se nutren de la humedad de lo sórdido"

El Festival de Cine de Miami acoge el cortometraje Objetos de Deseo, donde Alejandro Rentería explora los límites más oscuros de lo humano

Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Entre el 5 y el 14 de abril la ciudad se rinde ante el séptimo arte con el prestigioso Festival de Cine de Miami, en su 41ra edición. Entre las cintas resalta el cortometraje Objetos de Deseo, de Alejandro Rentería, que se estrena el 7 de abril, a las 3 de la tarde, en el Koubek Center, y se presenta el 8 de abril, a las 7:30 pm en el Coral Gables Art Cinema.

El audiovisual Objetos de Deseo, protagonizado por Mauricio Rentería y Alex Cowley, se inspira en el relato "Una oferta razonable", de Jorge Luis Sánchez Noya, y presenta una situación compleja donde los intereses opacan cualquier atisbo de humanidad o compasión.

La trama, de comedia negra y con toques del clásico noir que describe el tejido criminal de una ciudad, se enfoca en el joven Jessy (Alex Cowley), que debe hacer lo que nunca había imaginado para ayudar a su madre: seducir a Carlos (Mauricio Rentería). Pero las cosas terminan de forma inesperada.

La cinta obtuvo una mención honorífica en el festival internacional de cine ARFF Barcelona, además de galardones como el Premio Envision (también en España) y el de Mejor Cinematografía (en Canadá).

Alejandro Rentería es un creador que busca historias contundentes que se combinen con una dirección de arte a la altura. Además, viene de una familia de artistas: sus hermanos son los talentosos actores cubanos Lili y Mauricio Rentería.

Encontrar la historia perfecta

“El corto es el resultado de un miedo”, confesó Alejandro Rentería en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.

En efecto, el artista enfrentó los demonios de la incertidumbre desde la génesis del proyecto, cuando en una reunión de trabajo con varios productores supo que debería manejar un presupuesto que no había controlado antes. Asumió la responsabilidad con la premisa de que la historia debía ser atractiva, por lo cual contó con la ayuda del escritor JLS Noya.

"Corrí al departamento de Noya y le dije: 'Empieza a leer cuanta historia corta tengas ya escrita'. Después de haber leído unas cuantas, esta saltó y Noya me dice: 'Me encantaría ver a tu hermano (Mauricio) en este personaje, y es más, conozco a un joven actor que puede hacer Jessy'", recordó el cineasta.

Otra cara de Miami

Objetos de Deseo es un ensayo sobre los límites más oscuros de lo humano, esas costuras donde lo moral se dispersa bajo un manto de necesidades primarias, salvajes. Y eso es lo que el creador audiovisual logra transmitir en su cinta de 18 minutos, un encuentro brutal entre dos personas donde priman los intereses más individuales.

Estos objetos de deseo son el pulso instintivo hacia el dinero y lo material, y no hacia la carne, como bien lo refleja el cineasta al contrastar la propuesta sexual del joven con el rechazo del otro.

El rodaje, que tuvo lugar en Miami, tomó unas tres noches de realización y contó con un equipo pequeño. Pero no veremos aquí la típica estampa de esa Miami de los folletos turísticos. Rentería es agudo al desvestir a la ciudad de los clichés y los ritmos latinos para mostrar un conflicto universal.

Resulta interesante su trabajo sutil de fotografía a la hora de dibujar la ciudad, de marcar el tempo de este relato, que revela la pátina de una Miami con sordina, fría, entre sombras y humedad, lista para la muerte y el desengaño.

Como afirmó Rentería, "la historia me gusta no porque habla de Miami, me gusta porque es universal, en todos lados desafortunadamente pasan cosas como estas. El sabor de Miami, del emigrante cubano necesitado y de aquel que ya tiene tiempo y ha amasado riquezas fue secundario".

De hecho, apuntó que le ocurrió "algo similar con la comunidad LGBTQ+ ya que el cuento tiene referencias gay, que de hecho es muy Miami. Pero para mí la historia trasciende esas pinceladas y es una tragedia contemporánea y, pensándolo ahora, creo que Miami me ayuda a darle ese tono de comedia negra. Miami es grande, hay mucho espacio donde el sol no da y estas historias se nutren de la humedad de lo sórdido".

El actor Alex Cowley en un fotograma de Objeto de Deseo. Cortesía/Alejandro Rentería
El actor Alex Cowley en un fotograma de Objeto de Deseo.

El actor Alex Cowley en un fotograma de Objeto de Deseo.

Una familia de artistas

Sobre la dirección de actores, se nota el cuidadoso trabajo para lograr un ambiente de tensa intimidad entre Mauricio y Alex, recurso que el cine, con sus primerísimos planos, potencia con tanta eficacia.

El cineasta declaró que trabajar con su hermano Mauricio fue gratificante. "Mi hermano es el más simpático de los Rentería, y tiene una gracia que se la presta a este personaje, que a pesar de ser tan oscuro y denso lo terminas queriendo y te sientes mal con lo que le pasa. Eso es solo posible por el don y la gracia que Dios ha depositado en mi hermano", planteó el director.

El actor Mauricio Rentería en el corto Objeto de Deseo. Cortesía/Alejandro Rentería
El actor Mauricio Rentería en el cortometraje Objeto de Deseo.

El actor Mauricio Rentería en el cortometraje Objeto de Deseo.

Vale destacar que la reconocida actriz Lili Rentería tiene una participación especial en el cortometraje.

Alejandro Rentería, de 41 años, llega al Festival de Cine de Miami —que cumple también 41 años— con la satisfacción de ir por el camino que más le apasiona, y honrando a quienes le enseñaron a amar el arte.

El cortometraje "está dedicado a la memoria de mi padre (Pedro Rentería) porque está presente, lo vemos, aquellos que lo conocieron y ven la actuación de mi hermano verán a mi padre. También porque honrar de dónde venimos nos recuerda que es un regalo, que el don de crear no es de uno, no los prestan".

"Qué te puedo decir de mi padre… Mi padre me enseñó lo más importante de esta vida. La vida es para ser bien vivida. Esto no me lo enseñó en teoría, me lo mostró en hechos. Así que yo a mis 41 años estoy buscando, saboreando y construyendo eternamente lo ético y lo estético, que cada acción, tenga belleza y sea buena. Y espero que la audiencia lo perciba en la obra", sumó.

Embed - Alejandro Renteria on Instagram: "Estamos agradecidos y honrados de formar parte del Miami Film Festival Sabrosura, Alegría, gratitud, cosas ricas!!"

Hacer cine sobre todas las cosas

Rentería confiesa que su apetito por el cine, por las historias, es insaciable. Su corpus creativo se alimenta de numerosas influencias. Como explicó, "me cuesta mucho trabajo verme, he visto tanto cine en estos 30 años que no sé de quién he robado".

Se declara un admirador del trabajo de cineastas como Ridley Scott, Tarsem Singh (director de The Fall), Federico Fellini (sobre todo en la cinta ), Paul Thomas Anderson, Billy Wilder (de quien disfruta "su manera tan entretenida de contar las historias"), y Alejandro González Iñárritu.

"Desafíos hay tantos… son tantos que los intento obviar", dijo Rentería sobre los retos de hacer cine en Miami. "Desafíos hay tantos… son tantos que los intento obviar", dijo Rentería sobre los retos de hacer cine en Miami.

En esa línea, recordó una anécdota de su niñez: "Tendría unos 7 años, en la soleada playa de Varadero disfrutando del mar por horas. Mientras más jugaba en el mar, al pasar del tiempo aumentaba el hambre y al atardecer corrí a donde mi madre, que me tenía guardada una croqueta. La agarré con mis manos mojadas y se me resbaló. Cayó en la arena, la levanté, la miré con detenimiento y la sacudí como pude. ¡Me la comí! ¡Qué croqueta más rica, Dios mío! Aún recuerdo su sabor. Más o menos así es hacer cine en Miami: cuando no hay presupuesto, es comerte una rica croqueta con un poquito de arena, si hay hambre".

Como admitió, "todo lo que valga la pena siempre tendría por ley de vida desafíos. Ahora te puedo decir con honestidad que aquí hay de todo para hacer cine de primer nivel", y acotó que solo se necesitan fondos y creatividad.

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Más sobre el cineasta

Alejandro Rentería nació en La Habana, Cuba, de una casta de actores, e inició su viaje creativo desde temprana edad. A los diez años, su familia se trasladó a Caracas, Venezuela, donde se sumergió en el vibrante mundo del teatro y las artes escénicas. Al emigrar a los Estados Unidos en 2002, Alejandro se estableció en Miami, continuando su formación en cinematografía mientras pulía sus habilidades como narrador visual.

Poco después, fundó Thinking Monkeys Films, una compañía de producción que sirvió como el canal para su visión creativa. Bajo su estandarte, Alejandro dirigió y produjo más de 30 comerciales adaptados para el mercado hispano de Estados Unidos, lideró más de 900 proyectos para entidades gubernamentales y corporativas durante la última década, y contribuyó a numerosos esfuerzos televisivos y cinematográficos.

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