MIAMI.-Tras lucirse en la pista de Mira Quien Baile, Amara La Negra se dispone a seguir conquistando sus sueños, y para ello seguirá contando con el respaldo incondicional de su madre.
“A los 4 años le dije a mi madre que quería ser artista y me apoyó, porque vio que siempre fui carismática y no me daba vergüenza actuar ante el público. Y le doy gracias, porque me puso en clases de actuación, de baile y canto, y por eso estoy hoy aquí”, recordó Amara La Negra en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Pero al empuje de su madre se le suman sus ganas de triunfar haciendo lo que le gusta y la autoconfianza, una combinación que considera infalible para alcanzar el éxito.
“Me he mantenido firme en conseguir mis sueños desde pequeña. Y no ha sido fácil, porque mientras muchos se dan por vencidos, yo no. Siempre he creído en mí misma y sé que un día voy a llegar muy lejos”, comentó.
“Me siento contenta con la vida y estoy agradecida de que Dios me ha dado la dicha de vivir haciendo lo que amo, no todo el mundo tiene ese honor”, añadió.
Ese empeño de llevar adelante su carrera artística desde tan pequeña le costó no haber tenido una infancia común, algo de lo que no se arrepiente.
“Mi niñez fue muy linda y también un poco difícil, porque siempre estuve modelando en comerciales, en Sábado Gigante, en concursos de belleza; fue de mucho enfoque hacia mi futuro”, contó.
“Yo no sé nadar ni patinar; no recuerdo mucho haber jugado con muñecas, porque mi mamá me decía que si quería ser artista, tenía que dedicarme. Así que desde temprana edad estuve muy enfocada en mi carrera. Creo que fue algo bueno, y le agradezco a mi mamá esa disciplina, porque por eso he podido llegar lejos y aun me falta, Dios mediante”, añadió.
También recordó lo que su madre vivió cuando era indocumentada y otros pasajes de su infancia que preferiría olvidar.
“Vi a mi mamá pasar mucho trabajo por ser inmigrante en este país, porque en un momento dado estuvo sin documentos. La vi ser humillada, vi violencia doméstica en mi hogar, muchas cosas que han moldeado la persona que soy hoy”, reveló.
Aunque afirmó que ha perdonado a su padre por haber estado ausente, reconoció que sí le hizo falta su presencia.
“Claro que me hizo falta la figura paterna, creo que todos los niños, sobre todo, las niñas necesitan un padre, pero no fue mi caso. Y Dios me bendijo con una madre espectacular que se encargó de hacer el papel de madre y padre, soy hija única”, expuso.
“Tal vez si hubiese tenido a mi padre en mi vida, fuera diferente, quién sabe. Él y yo no tenemos la mejor relación, pero hablamos de año en año. Y aunque él no haya sido un buen padre, yo no quiero ser una mala hija. Creo en el perdón y no quiero que Dios me castigue, intento hacer lo correcto”, añadió.
Aun así le gustaría que su padre sintiera orgullo de sus logros.
“A mi papa me gustaría decirle que ojalá esté orgulloso de la hija que tiene, y que le deseo lo mejor. No tengo muchas palabras para él, pero sí que agradezca a la mujer que abandonó porque me dio tremenda educación y me hizo la persona que soy hoy. Si algo le tengo que agradecerle es que me hizo bonita, pero fuera de ahí más nada”, expresó.
Si de su padre dijo haber heredado la belleza física, de su madre aprendió a ser perseverante y luchar por lo que quiere.
“Mi mamá siempre dice que querer es poder y yo siempre he vivido con ese concepto. Cuando uno quiere triunfar y lograr metas, uno busca la manera. A veces estoy cansada, con hambre o sin dormir, pero aun así pienso en mi futuro y echo para adelante”, comentó.
En el escenario de Mira Quien Baila, que tuvo su desenlace el domingo 10 de febrero por Univision, la miamense de origen dominicano se enfrentó al flamenco y al paso doble, entre otros ritmos que le permitieron mostrar su soltura en el baile, pero también la desafiaron.
Amara La Negra obtuvo el segundo lugar en la reñida competencia, detrás la dominicana Clarissa Molina, quien en esa ocasión resultó ser la favorita del público, con un 30 por ciento de la votación, apenas tres puntos más del puntaje que obtuvo su contrincante.
