Bon Jovi no suele hacerse de rogar. ¿Qué son dos años y medio entre disco y disco, para una banda que tiene a sus espaldas más de 30 años de historia? El próximo viernes sale a la venta Burning Bridges, el décimotercer álbum de los incombustibles rockeros de Nueva Jersey.
La banda presenta el disco, el primero sin su guitarrista Richie Sambora, como un tributo a sus fans que servirá de acompañamiento a su minigira asiática. Según contó el propio Jon Bon Jovi, se compone de canciones "que no estaban terminadas, otras que sí y un par de temas nuevos".
Entre éstos figura el sencillo We Don't Run, que la revista Billboard definió como "un himno al estilo Bon Jovi". Aunque el disco se compone de diez canciones, ni siquiera los periodistas han tenido acceso a más de cinco, las mismas que el público. Tampoco hay rastro de Burning Bridges en la web oficial o el Twitter de la banda.
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Varias publicaciones apuntan a que el disco "para fans" es lanzado meramente para cumplir con sus obligaciones contractuales con Universal Music, de ahí que no haya tenido apenas promoción. Además, Bon Jovi ya dejó claro hace tiempo que está trabajando en un álbum totalmente nuevo para principios de 2016.
Burning Bridges arranca suave pero guitarrero con A Teardrop To The Sea, mientras que en baladas con Blind Love es el teclado de David Bryan el que domina. El primer sencillo del disco fue Saturday Night Gave Me Sunday Morning, que originalmente había sido escrito para The Circle y por ello Sambora aparece en los créditos.
El emblemático guitarrista de la banda abandonó Bon Jovi hace dos años por motivos personales. En enero, los de Nueva Jersey habían lanzado Because We Can, el primer sencillo del disco What About Now, que marcó un notable declive en sus ventas. Tanto en aquella gira como ahora, lo sustituye a la guitarra Phil X.
