Pocos artistas tienen legados tan colosales que su propio nombre podría considerarse sinónimo de la industria musical, pero de nuevo, la mayoría de los músicos no son el prodigioso productor Quincy Jones.
A lo largo de su carrera, Jones ganó 28 premios Grammy y trabajó con todos, desde Ray Charles y Frank Sinatra hasta Michael Jackson,
Pocos artistas tienen legados tan colosales que su propio nombre podría considerarse sinónimo de la industria musical, pero de nuevo, la mayoría de los músicos no son el prodigioso productor Quincy Jones.
El extraordinario falleció el domingo por la noche en su hogar en Los Ángeles, rodeado de su familia. Tenía 91 años y estaba muy cerca de recibir un premio honorífico de la Academia más adelante este mes.
A lo largo de su carrera, Jones ganó 28 premios Grammy y trabajó con todos, desde Ray Charles y Frank Sinatra hasta Michael Jackson, así como muchos artistas más. La mejor manera de celebrar su legado, por supuesto, es escuchar su música.
A continuación una selección de sus canciones más destacadas.
Aquellos que busquen iniciar su viaje auditivo en el mismo comienzo de la carrera de Jones podrían hacerlo con Liza, de su primer álbum, Jazz Abroad, un lanzamiento conjunto con Roy Haynes. Para todos los demás, miren sus arreglos en el álbum de 1963 Ella and Basie!, un álbum de Fitzgerald con la orquesta de Count Basie. Crece de sólo vocales y bajo a una enorme grandeza —sin mencionar, un delicioso solo de scat de Fitzgerald— Honeysuckle Rose es un ejemplo de la brillantez jazzística de Jones.
El desamor adolescente encontró su igual en It's My Party de Lesley Gore, grabado cuando su cantante pop aún estaba en su propia adolescencia. Jones produjo el disco, con sus melodías adictivas, percusión y sección de vientos alegre —emocional y diametralmente opuesta a su narrativa de una chica que es abandonada por su novio, quien se va con su mejor amiga el día de su cumpleaños. Tú también llorarías si te pasara a ti.
El legado de Jones se define por una habilidad idiosincrásica para dominar varias formas musicales estadounidenses con aparente facilidad. Ese es el caso de esta versión canonizada por Frank Sinatra, Fly Me to the Moon, del álbum de Sinatra de 1964, It Might as Well Be Swing, con arreglos de Jones. El productor estableció la canción con un ritmo vibrante y ágil, una flauta melancólica, y el resto es historia. También puedes agradecer a Jones por The Best Is Yet to Come.
Jones compuso la banda sonora de la película de 1967 In the Heat of the Night (Al calor de la noche), que incluye el tema R&B-góspel que le da título, In the Heat of the Night, interpretado por su buen amigo Ray Charles. Un alma plasmada en cera, amplificada por la inclusión de un solo de saxofón tenor lleno de lujuria.
Quizás la asociación de producción más conocida de Jones es la que tuvo con Michael Jackson, trabajando con el Rey del Pop en álbumes que hicieron historia, Off the Wall de 1979, Thriller de 1982 y Bad de 1987. La dupla se conoció mientras trabajaba en la película de 1978 The Wiz (El mago) —Jones trabajó en su banda sonora, y Jackson fue su estrella. Don't Stop 'Til You Get Enough, con su disco-funk inventivo, producción ambiciosa y el falsete característico de Jackson, preparó el escenario para la masiva carrera por venir.
De las grandes baladas de piano: En el álbum de Jones de 1981 The Dude, James Ingram asume las funciones de vocalista principal para Just Once, la pista con enormes sentimientos.
Pocas canciones son tan características como esta. Un prolongado golpe de batería y bajo introduce Billie Jean, una de las grandes canciones pop que atraviesan géneros y tiempos, del álbum Thriller de Jackson que rompió récords. Aquí, la producción de Jones es post-disco, pero aún funky, aún premonitoria. Y el tiempo cuenta la historia más grande: Thriller vendió más de 20 millones de copias tan sólo en 1983 y ha competido con Greatest Hits 1971-1975 de Eagles, entre otros, como el álbum más vendido de todos los tiempos.
Y ahora algo completamente diferente: En 1982, Jones trabajó con Donna Summer en su álbum homónimo, un disco orientado al baile que incluye el sencillo pop sintetizado Love Is in Control (Finger on the Trigger), que obtuvo una nominación al Grammy por la mejor interpretación vocal R&B, femenina.
Hace casi cuatro décadas, algunas de las mayores estrellas del planeta —Jackson, Bob Dylan, Tina Turner, Dionne Warwick, Billy Joel, Stevie Wonder, Willie Nelson y Bruce Springsteen entre ellos— se reunieron para una sesión de grabación nocturna. El resultado fue We Are the World, un superéxito pop supervisado por Jones, el disco benéfico de 1985 para el alivio de la hambruna en África.
Lionel Richie, quien coescribió We Are the World y estaba entre los cantantes destacados, llamaría a Jones: "el maestro orquestador".
De vuelta en 1976, Jones produjo el éxito R&B de los Brothers Johnson, I'll Be Good to You, y luego regrabó la pista con Ray Charles y Chaka Khan —un número exuberante con producción contemporánea, transformando completamente el clásico.
FUENTE: AP