miércoles 27  de  marzo 2024
REACCIONES

Cineasta cubano Carlos Lechuga: "El presidente del país es un asesino"

"No puedo ser parte de una vida social donde un ministro de cultura es un golpeador y el presidente del país es un asesino...", denunció el realizador cubano

MIAMI.- El cineasta y guionista cubano Carlos Lechuga renunció a instituciones de su gremio tras la represión que vive la isla desde el 11 de julio cuando el pueblo tomó las calles para reclamar sus derechos.

Lechuga hizo público su descontento con el régimen y con la actual situación a través de un post en Facebook, en el que muestra que ha roto los carnés que lo acreditaban como miembro de esas organizaciones a las que ya no le interesa pertenecer.

“Renuncio a la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba), no sé si soy de la AHS (Asociación Hermanos Saíz), pero renuncio igual, así como al Registro del Creador y todo lo que apoye que a un padre cubano entren a balearlo en su hogar delante de sus hijas. No es un gran gesto, no es nada pero puedo dormir mejor”, expuso Lechuga.

“No puedo ser parte de una vida social donde un ministro de cultura es un golpeador, el presidente del país es un asesino y las instituciones apoyan esto”, denunció el director de cine graduado en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, del Instituto Superior de Arte (ISA). Carlos Lechuga también se especializó en guión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.

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La publicación luego fue compartida por la página en Facebook de Cubanos por el mundo y las muestras de apoyo a su gesto no tardaron en llegar.

“Eres un cubano digno de orgullo Carlos, así que siéntete orgulloso de ser cubano como los que nos sentimos cubanos y solo eso. Ellos tienen apellido comunista y no nos olvidaremos”, comentó un usuario.

Otros comentarios en apoyo a la publicación fueron:

“El talento no necesita diplomas ni carnets, y menos si están manchados de sangre”.

“¡Te admiro! Ojalá que todos los que dan discursos bonitos, profundos y analíticos usaran menos palabras y llamaran a la dictadura por su nombre… aquellos, mis compañeros del ISA que no fueron condenados al exilio y pudieron hacer brillantes carreras, marcadas por el silencio y la indigencia moral”.

“No es gran cosa, ¿dices? Puede que no… el gesto en sí no exige esfuerzo físico especial… pero su trascendencia echa a volar una simbología que se volverá en la vergüenza de los calladitos, de los intelectuales miedosos filotiránicos ¡Gracias! Carlos Lechuga… desde Berlín… Hoy se hizo aquí también un segmento breve y emotivo de historia ¡Por Cuba!”.

FUENTE: REDACCIÓN

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