BOA VISTA.- Hasta hace dos meses, el sitio web de Cartier mostraba a niños yanomamis que jugaban en un campo verde.
BOA VISTA.- Hasta hace dos meses, el sitio web de Cartier mostraba a niños yanomamis que jugaban en un campo verde.
La marca francesa de joyería de lujo decía en la publicación que trabajaba para promover la cultura del pueblo yanomami y proteger la selva tropical donde vive, en un vasto territorio que se extiende entre Brasil y Venezuela. Pero el proyecto que el sitio describía para proteger la Amazonía nunca se llevó a cabo. Y Cartier publicó la foto sin la aprobación de los líderes de los yanomamis, lo que viola las creencias de un pueblo que había vivido en un aislamiento casi total hasta que fue contactado por forasteros en la década de 1970.
Algunos de los yanomamis y sus defensores elogian la promoción de las causas de esta etnia por parte de Cartier. Sin embargo, la publicidad de una de las empresas de joyería más grandes del mundo con imágenes de un pueblo indígena devastado por la minería ilegal de oro hace que algunos se quejen de que la compañía está efectuando un blanqueo ecológico: una corporación que promueve su propia imagen al apoyar una causa.
“¿Cómo puede una empresa de joyería de oro, al que nosotros, el pueblo yanomami, nos oponemos, usar la imagen de los yanomami?”, preguntó Júnior Hekurari, miembro del grupo indígena y jefe del consejo de salud de los yanomamis.
Enfermedades, matanzas y prostitución, azuzadas por las drogas y el alcohol importados por miles de mineros de oro ilegales, han devastado la vida tradicional de los yanomamis, y 570 niños de la etnia murieron de desnutrición, diarrea y malaria entre 2019 y 2022, según estadísticas brasileñas. El venenoso mercurio utilizado en la minería ilegal causa defectos de nacimiento y devasta los ecosistemas.
Cartier dice que no compra oro extraído ilegalmente, pero los líderes de los yanomamis han instado a la gente a no adquirir ninguna joya de ese metal precioso, independientemente de su origen, porque la demanda del oro eleva sus precios y atrae a los mineros a su territorio.
Cartier y otras marcas de joyería que forman parte del conglomerado suizo Richemont tuvieron ventas combinadas de 11.000 millones de euros (11.700 millones de dólares) en el año fiscal que finalizó el 31 de marzo de 2022, según su informe anual. Algunas de las piezas anunciadas en su sitio web estadounidense cuestan hasta 341.000 dólares.
El vínculo de Cartier con los aproximadamente 40.000 yanomamis se remonta 20 años, principalmente a través de la Fondation Cartier (Fundación Cartier), un organismo de filantropía creado y financiado por la empresa en 1984.
En el pasado, pocos yanomamis o sus defensores han criticado públicamente a Cartier ni a la Fundación, pero un número cada vez mayor ha comenzado a expresar su preocupación.
La fundación de Cartier patrocinó recientemente una exhibición finamente curada que muestra fotografías de yanomamis junto con obras de artistas indígenas, en un elegante centro en Manhattan para las artes sin fines de lucro. La exhibición, que anteriormente se mostró en París, fue elogiada por medios que van desde The New York Times hasta Luxury Daily, una influyente publicación del sector cuyo titular decía: “La Fundación Cartier continúa impulsando la justicia para los indígenas a través del patrocinio del arte”.
Barbara Navarro, una artista multimedia francesa, vio algo muy diferente, al igual que varios otros artistas, incluidos algunos yanomamis.
En el espectáculo multimedia Pas de Cartier (No a Cartier), en la localidad de Nemours, Francia, Navarro y otros critican a la marca de lujo y la devastación causada por los mineros ilegales en una exhibición que incluye esculturas y dibujos. En un fotomontaje, se ve una enorme mina de oro rodeada por la selva amazónica junto a una tienda de Cartier.
“Los yanomamis están pagando el precio con su salud y sus propias vidas por la implacable avidez de oro de nuestra sociedad”, dijo Navarro. “Para Cartier, el patrocinio de los yanomamis representa una oportunidad para pulir su marca”.
Para muchos grupos indígenas, el que una corporación u organización de filantropía utilice una foto de ellos requiere un permiso formal, que Hekurari le dio a The Associated Press para que mostrara cómo Cartier usó su imagen. La foto de los niños en el sitio web de Cartier violó el derecho de los yanomamis al consentimiento previo, libre e informado, según el Consejo Indígena de Roraima, una asociación activista de base que citó el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo, que Brasil firmó.
Hekurari dijo que su gente necesita de la cooperación internacional, pero que su organización nunca aceptaría dinero de una empresa de joyería.
Con el oro, sin embargo, es prácticamente imposible demostrar la procedencia, ya que mucho material ilegal se filtra en las cadenas de suministro globales. Y los líderes yanomamis han especificado claramente que ellos creen que ese metal precioso es la raíz de los problemas de la etnia.
“¿Hay una responsabilidad en la compra de este oro?”, preguntó Ivo Makuxi, abogado del consejo indígena, sobre el papel de Cartier en una industria que ha perjudicado a los yanomamis. “¿La empresa respeta los derechos indígenas?”.
FUENTE: AP