PARÍS.- Capital de la moda, París es también un gran vertedero de tejidos de lujo, el lugar de encuentro de los creadores independientes que reutilizan sin complejos los retales de alpaca, macramé o seda. Son los sobrantes de un rollo de tela que los diseñadores descartan, o de una cinta de encaje, y todos tienen su segunda oportunidad en el almacén de Nona Source, en el norte de la ciudad.
Hasta hace poco, era común que esos stocks, como la ropa no vendida, se quemaran o enterraran. En el mejor de los casos, acumulaban polvo en los almacenes.
Deseoso de cambiar su imagen, el gigante del lujo francés LVMH creó Nona Source hace tres años para vender esos sobrantes con un descuento considerable para diseñadores emergentes.
"Me di cuenta de que había lo que llamamos 'bellezas dormidas' en los depósitos, telas magníficas que yacían allí durante años después de presentarse las colecciones", dijo el cofundador del taller, Romain Brabo.
El año pasado Nona Source vendió unos 280 kilómetros de tela, suficiente para aproximadamente 140.000 prendas de vestir.
Impacto en los diseñadores
Entre los clientes habituales se encuentra Arturo Obegero, un diseñador español de 30 años habitual desde hace unos años de las Semanas de la Moda parisinas, que utiliza solo materiales reciclados y reciclables.
Obegero es un diseñador independiente, que trabaja en su apartamento y que reconoce que la vida para un pequeño creador como él es difícil en el reñido mundo de la moda. Sin embargo ha conseguido importantes pedidos, incluido un corsé para Beyoncé en su gira Renaissance, un signo de su habilidad y del creciente atractivo del diseño respetuoso con el medioambiente.
"Vengo de una familia de surfistas, de pescadores. Cuando vienes de un pueblo pequeño estás conectado con la naturaleza, aprendes a respetarla", explica Obegero, que nació en Tapia de Casariego, en Asturias.
Gracias a Nona Source, dice, puede mantenerse en el candelero.
"La gente es más consciente sobre qué productos compra... pero puede ser complicado ofrecer algo realmente sostenible a un precio asequible", afirma este diseñador que ha trabajado también para los cantantes Harry Styles o Roisin Murphy.
Belleza en evolución
A medida que la presión aumenta sobre la industria de la moda para manejar sus montañas de desperdicio y su enorme impacto ecológico, iniciativas como Nona Source se multiplican. Los gigantes del lujo como LVMH pueden permitirse hacer un esfuerzo, y también comprenden su valor en términos de márketing.
Este grupo asegura que tiene objetivos ambiciosos como cambiar el transporte de aviones a barcos, habilitar a los proveedores para un mejor manejo del agua e invertir en nuevas materias como el cuero vegano.
Pero Hélène Valade, jefa de sostenibilidad de LVMH, dice que el papel principal de la empresa es lograr que la comprensión de las personas evolucione.
"Ese es realmente nuestro poder. Hace diez años, cuando usábamos algo reciclado, la gente lo encontraba feo. Eso cambió", asegura a la AFP. "La belleza ya no es algo completamente suave, perfecto, recto... También es lo que los diseñadores pueden hacer con telas recicladas."
Algunos son escépticos.
"Hasta que no eliminen el plástico PVC de su cadena de suministro, especialmente en Louis Vuitton, LVMH nunca será una empresa verde", declara Dana Thomas, autora de "Fashionopolis", sobre el impacto climático de la industria.
Louis Vuitton, la marca de lujo más vendida del mundo, obtiene la mayor parte de su dinero de sus bolsos monogramados, que están hechos de lona recubierta de PVC.
"Cambio importante"
Thomas acoge con satisfacción ideas como Nona Source, pero las encuentra frustrantes. "Es una idea sensata. ¿Por qué no lo hicieron hace 20 años?", se pregunta.
"La moda está tan rezagada en comparación con, por ejemplo, la industria automotriz. Ahora puedes comprar un camión eléctrico, pero ¿los bolsos todavía están hechos de plástico?", exclama.
"Estamos viendo un cambio importante real", incide Brabo.
Mientras habla con la AFP, entra Charles de Vilmorin, el prodigio de 27 años que fue director creativo de Rochas y dirige su propia marca en París.
"Vengo aquí en busca de inspiración. Me gusta sorprenderme", afirma De Vilmorin. "Me parece maravilloso que den nueva vida a estos materiales, que no sean desechados o destruidos. Es muy importante", cuenta.
FUENTE: AFP