miércoles 20  de  marzo 2024
TURISMO

Edimburgo, medieval y encantador

Edimburgo, la capital escocesa, resalta con su rica arquitectura de antaño, literatura y buen entretenimiento
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Escocia, ese amplio territorio que abarca el norte de la isla Gran Bretaña, cuenta con la ciudad capital Edimburgo por punto de partida. Medieval en esencia, su peculiar emplazamiento entre colinas volcánicas, coronada por un castillo que domina el horizonte, nos permite comprender sus riquezas en historia y literatura.

Si subimos a Carlton Hill, donde figura el antiguo observatorio, junto al monumento que destaca la vida del filósofo y matemático escocés Dugald Stewart, podremos apreciar a vista de pájaro el trazado de esta peculiar ciudad.

Visiblemente contrastante, dividida en dos grandes distritos: de un lado, The Old Town, la ciudad vieja, cuna de tradición, leyendas y misterios, conserva su aspecto medieval, con un trazado repleto de callejuelas.

Del otro lado está The New Town, la ciudad nueva, edificada en el siglo XVIII, símbolo de la entonces modernidad, que es muestra de planificación urbanística neoclásica con grandes avenidas y numerosos parques.

De hecho, Edimburgo, con medio millón de habitantes, es una ciudad portuaria que da al mar del Norte, donde la temperatura en verano rara vez supera los 20 grados centígrados, unos 68 grados Fahrenheit.

Historia

Son las calles y callejuelas, las fachadas medievales, los bares, restaurantes y riqueza cultural lo que mejor describe a la ciudad.

“Aquí se vive la historia a diario, con solo andar por las calles”, comentó Clyde, un mesero que atiende un bar en Market Street.

El mapa callejero indica Princess Street, una esbelta avenida que separa lo antiguo de lo relativamente menos lejano, donde abundan los gaiteros escoceses.

Allí colinda la estación de ferrocarriles Waverley y, sin más indicación que el apellido Scott, radica el monumento al escritor Walter Scott, de estilo gótico y corte victoriano, con 61 metros de altura, que fue erigido en honor del autor de Ivanhoe y The Lady of the Lake, entre otras obras.

Además de Scott, por las calles y café de Edimburgo anduvieron otros grandes autores, filósofos e inventores que ayudaron a remodelar el pensamiento occidental y la vida moderna que disfrutamos hoy.

Cuesta abajo

Si bajamos por la calle del Waverley Bridge, llegamos al centro del Old Town, donde las fachadas medievales anuncian el esplendor arquitectónico que dio a esta ciudad el título de Patrimonio de la Humanidad.

Siguiendo la ruta de Cockburn Street llegamos a Royal Mile, donde luce esplendorosa la Catedral St. Giles y un sinfín de tiendas, bares y restaurantes.

Para quienes echen de menos el vino español y las tapas del país ibérico, Café Andaluz, un hermoso restaurante, sobresale en la esquina de George IV y Cowgate.

En la tarde, cuando la noche asoma, cientos de personas acuden a Grassmarket Square, donde las terrazas y los bares abundan y destaca The White Hart Inn, cuya historia data de 1516 y tiene una amplia colección de cervezas y wiskis escoceses y comida típica de la zona.

No olvide probar el haggis, un exquisito plato hecho con vísceras de oveja, especies y una suculenta salsa que tiene algo de wiski por añadidura y por acompañante un puré de papa minuciosamente preparado.

También en la noche, hay música folklórica escocesa, con interpretaciones diarias en Sandy Bell's, situado en Forrest Road. Otra alternativa es Whistle Binkies, una sala de conciertos que está situada en South Bridge, donde se presentan grupos locales que interpretan desde folk music, con acordeón, guitarra y violín, hasta rock con todas sus tonalidades.

En agosto, la ciudad celebra el Festival Internacional de Edimburgo, cuando decenas de artistas de la música, la ópera, la danza, los malabarismos y las artes escénicas inundan teatros y plazas a lo largo de tres semanas. Consulte el portal eif.co.uk en Internet para obtener información detallada.

Cómo llegar

Edimburgo cuenta con aeropuerto, a ocho millas de distancia, con vuelos directos desde varias ciudades estadounidenses. No obstante, si visita Londres puede desplazarse la ciudad escocesa en cómodos trenes desde la estación King Cross.

Si porta pasaporte estadounidense no necesita visa para entrar a Gran Bretaña, pero si viaja con el documento de otro origen, comuníquese con la oficina consular británica para recibir información adecuada.

Dónde hospedarse

La capital escocesa cuenta con una amplia oferta de hoteles para todos los bolsillos. Sin embargo, si desea pernoctar en un lugar residencial y encantador, a solo un par de manzanas del centro de la ciudad, el Terrace Hotel, con un acogedor diseño victoriano, cuenta con muy buenas tarifas.

Ahorrar más

Hoy la libra esterlina cuesta menos y una visita a Gran Bretaña resulta ser más económica que antes. No obstante, NO CAMBIE DINERO. La mayoría de los viajeros tienden a cambiar dólares por moneda nacional en las casas de cambio y bancos del país e ignoran que son tasados con una comisión que muchas veces es excesiva. Mejor deposite el dinero en su cuenta bancaria, tenga a mano la tarjeta ATM y extraiga el dinero local del cajero en algún banco reconocido. También puede usar la tarjeta de crédito y sólo llevar algún dinero en efectivo para casos de emergencia.

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