lunes 10  de  febrero 2025
TV y MEDIOS

El humorista Tony Benítez trae su peculiar humor a DLA TV

El comediante cubano se vale de sus herramientas circences para desempeñarse en la televisión y asume el nuevo segmento El informal en el canal digital de DIARIO LAS AMÉRICAS

Con dos décadas de carrera en la televisión, para Tony Benítez hacer reír en la pantalla chica no fue su elección. Él hubiese preferido el circo, pero el periodo especial en Cuba, que lo empujó a emigrar a EEUU, le arrebató sus aspiraciones como payaso.

Fue en 1991 que, según contó, cerraron las carpas en la isla y la clausura trajo consigo que los graduados de la escuela circense tuvieran que adaptar sus rutinas a las noches de cabaret en La Habana.

“Esa era mi pasión. Yo soñaba con vivir en una carpa por el resto de mi vida, pero era un adolescente, y los sueños cambian con las necesidades, pero creo que para bien”, expresó Benítez a DIARIO LAS AMÉRICAS.

 “Hice giras, pero no llegué a viajar como hacen los artistas circenses, no lo llegué a vivir con intensidad”, agregó.

El humorista será El informal de DLA TV a partir de la próxima semana en un segmento que traerá comentarios satíricos sobre temas sociales de actualidad.

Pues aunque la alegría de ser payaso le duró solo durante sus años de estudiante, su formación en la Escuela Nacional de Circo y Variedades le abrió las puertas al mundo de la televisión hispana, en el que se ha desempeñado desde que llegó a Miami en 1996 como comediante, conductor, productor, escritor e incluso director.

Ya ha recorrido  por Telemundo, Univision, América TeVé, y la antigua Mega Tv, que hoy es Mundo Max, canal en el que tuvo su propio programa humorístico siguiendo el estilo americano del late night show.

“El comienzo fue difícil. Esos primeros años fueron muy complicados, porque ese es el tiempo en el que hay que abrirse camino y definirse”, expresó.

“En la época en que llegué todavía no había muchos espacios para hacer carrera en la televisión hispana aquí en EEUU. Los medios que existían estaban dirigidos al mercado de la costa oeste, hacia los mexicanos. No había espacio para ninguna comunidad hispana aquí en Miami”, agregó.

Para Benítez, el humor es una forma de ver la vida y los sucesos que vienen con ella.

“Es como una especie de desconecto de la realidad o conectarse con otra realidad. Creo que es necesario, y además nos ayuda a verlo todo desde otro punto de vista. Es imprescindible. Una sociedad sin humor, no es sociedad”.

Asegura que debemos cuestionar si en verdad todo lo que tomamos en serio, sea de veras tan serio.

“Le he dado más importancia al humor después que he empezado a analizar esto desde el punto de vista social. Antes solo pretendía hacer reír, porque decía que la gente necesitaba reírse, pero ahora veo que hay una necesidad social, y eso me estimula mucho más a seguir haciendo lo que hago”.  

El reto de hacer reír no es buscar de qué reírse, pues afirma que uno se puede reír de cualquier cosa, sino escoger cuidadosamente el tema en la comedia.

Aunque un mayor desafío es competir con los políticos

“Hacer comedia cuando hay tantos chistes, cuando la sociedad es tan absurda, a veces es difícil, porque la realidad es más graciosa que la comedia”.

Sobre el místico personaje del payaso, comentó que suele ser  complicado y accidentado.

“Es un ser que no es alegre. La rutina del payaso son accidentes, siempre le pasan cosas, pero su mundo de exageración resulta gracioso porque es una caricatura”, expresó.

“Esa es la característica del payaso que a veces es incomprendido, pero a él le gusta ser así porque quiere hacer reír”, agregó.

Aseguró que reírse de sí mismo es un ejercicio de terapia que todos deben practicar.

Aun en condiciones adversas Benítez ha optado por la comedia. Durante su estadía de un año en la base naval de Guantánamo cuando abandonó la isla en 1994, no vaciló en hacer reír a los 3000 cubanos que lo acompañaban en el campamento con su show Zapatazo, inspirado en “el zapatazo que querían darle al régimen”. Así nació la parodia del popular programa de la televisión cubana Sabadazo, que cada semana llevaba humor y esperanza a sus compatriotas,
que soñaban con llegar a EEUU.

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