Por Ibis Ebro
Por Ibis Ebro
El presente y futuro de la televisión tiende a las plataformas digitales, como soporte técnico para la transmisión y a los dramas más cortos en cuanto a contenidos, según el consenso de los profesionales de la industria, participantes de la convención anual de NATPE (National Association of Television Program Executives), evento que reúne cada año en Miami a los principales ejecutivos de programación de las televisoras, agentes de distribución y productores de audiovisuales de todo el mundo.
La nueva era de las grandes plataformas digitales, conocidas como OTT (Over The Top) comenzó el último trimestre del 2019 cuando Apple TV y Disney se lanzaron al mercado abierto para competir con Netflix, Amazon Prime y los otros OTT existentes.
Los grupos de estudios más reconocidos ya tienen sus propios sistemas para llegar en directo o están a punto de lanzarlos este año, como es el caso de HBO Max y Peacock (NBC Universal) que comienzan en Abril.
El gran beneficiario de esta “revolución” en la industria es el consumidor, que ahora puede elegir el tipo de programas, el momento, el lugar, el equipo en el que los desea ver y la manera más conveniente para hacerlo. Un impulso importante para este fenómeno ha sido la evolución en torno a la conectividad móvil, con velocidades de ancho de banda cada vez más rápidas.
También para los productores significa una diversificación de las posibilidades de llegar a los mercados locales y regionales o un menor costo. La tendencia a alianzas y coproducciones predomina en este momento, donde el desafío es llegar a cada uno de los consumidores con propuestas de calidad y altos valores de producción.
El mercado hispano de los Estados Unidos es uno de los focos de atención de las casas productoras.
“Es un grupo que ha cambiado porque la segunda y tercera generación ya habla más ingles que español, aunque mantenga su cultura. Eso hace que las televisoras tengan que reinventarse y que sus estrategias incluyan llegar a esas audiencias. En eso plataformas como Netflix han dado en el clavo porque han sabido no sólo subtitular sino doblar sus contenidos a varios idiomas”, comentó Carlos Documet, ejecutivo de Latin Media, una empresa con sede en Miami que distribuye contenidos en todo el mundo.
Latinoamérica está insertada en estas tendencias globales aunque allí la televisión tradicional todavía tiene una presencia importante.
En opinión de Documet, los canales de televisión abierta quedarán para población más madura, pero en Latinoamérica la transición será más lenta.
”Allí todo el mundo tiene una televisión en su casa, tal vez no tengan internet pero sí un televisor. En cuanto a contenido, las telenovelas se están acortando y convirtiéndose en series porque la gente va a un ritmo más veloz y ya no les gusta esperar mucho tiempo para ver el desenlace de una historia y cambiar a una nueva. Dentro de ese esquema, Latin Media se diferencia del resto porque tenemos un catálogo grande de series cortas producidas en diversas partes del mundo. Hemos visto que eso es lo que busca el usuario. Ya nadie quiere esperar 150 capítulos para ver el desenlace de la historia, con 20 o 26 capítulos es suficiente”, dijo Documet.
Las nuevas tecnologías y los cambios en los hábitos de consumo de la gente también son un reto para artistas y creativos, a la vez que representan la multiplicación de sus posibilidades de llegar al público.
Con oficinas en Miami, América Latina y Malasia, la compañía Latin Media ofrece contenidos a los canales de televisión tradicional, pero también trabajan con compañías de plataformas digitales.