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MIAMI.- Después de un exitoso concierto en Nueva York en la noche del miércoles 27 de abril, el cantautor, el poeta y el intérprete de amplía melodía Joan Manuel Serrat llega a Miami el viernes 29 para despedirse del público de Florida, en lo que parece ser su última gira.
A los 77 años, el inconfundible creador de Mediterráneo, que logró escalar en la lista de preferencias hasta convertir la canción en un himno indiscutible, decidió retirarse de los escenarios después de que realice una gira internacional que comenzó en Nueva York y terminará en Barcelona, la ciudad en la que nació.
“Las dificultades fueron distanciándome” (del mundo)”, declaró Serrat al periódico español El País.
“Estaba cada vez más lejos de la actividad que hacía, y aunque no desde el sentimiento, lo cierto es que también estaba inevitablemente alejado de la gente. Lo que he decidido es despedirme en persona. No me gustó sentirme despedido por una plaga (coronavirus). Por eso me planteé ir al lugar más natural para hacerlo, con el público enfrente, lleno de gratitud y alegría”, amplió.
De esta manera, el hombre que musicalizó versos de Antonio Machado, Miguel Hernández y Mario Benedetti, el mismo que se opuso al régimen de Francisco Franco y que abrazó la democracia española y arremetió contra dictaduras en Latinoamericana, incluso la cubana de los Castro después de haberla consentido, nos deja el legado de una extensa discografía que sigue poniendo la piel de gallina.
En Nueva York, en el Beacon Theatre, donde otras veces cantó, volvió a llenar la sala como la primera vez, y allí fue contando historias, entre canción y canción, como acostumbra a hacer.
De esa manera, saltaron las canciones de siempre: Algo personal y Para la libertad, que resultó ser una versión apoteósica según comentan.
Luego vino Lucía, Señora, Hoy puede ser un gran día y las Nanas de la Cebolla, sin dejar atrás Pueblo blanco y La saeta que tanto emocionan.
En Miami, precisamente en el James L. Knight Center, donde actuó antes, tras una larga discrepancia de ideas que lo alejó de la ciudad hasta el 2008, volverá a traer la silla que siempre lo acompaña, a contar sus historias y cantar sus canciones ante una audiencia agradecida que, tal como sucedió en Nueva York, saldrá cantando Mediterráneo.
Memorias
De aquel Serrat de pelo largo y blue jeans medio gastados recuerdo sus viajes a Cuba.
No olvido una foto donde está cortando caña y un recital inolvidable en La Habana, que prácticamente terminó sin que él lo supiera.
Corría el año 1975 y España abrazaba la democracia. Su canto era fresco e inspiraba esperanza. Frescura y esperanza que mostraba al pueblo cubano, sin saber, tal vez, que no teníamos derecho a tenerlas.
Su melena simbolizaba el privilegio que los jóvenes cubanos no teníamos.
Cantaba entonces en el anfiteatro del Parque Lenin cuando sonaron los acordes de Señora. Una canción que tomamos como himno por aquello de “pa´ un soñador de pelo largo ¿Qué le va usted a hacer, señora?”.
Todos cantábamos al unísono, cuando la policía irrumpió en las gradas y a golpe de culatazos fuimos detenidos.
¿Recompensa? un corte en la frente que recuerdo cada vez que me miro al espejo.