MIAMI.-REDACCIÓN
Esta joya turística en el océano índico, cuyos paisajes invitan a sumergirse en las aguas cristalinas, ofrece actividades para toda la familia y hospedaje en lujosas villas
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Ubicada al sudoeste de Sri Lanka y a 450 km de la India, las Maldivas es un paraíso en el océano índico con aguas cristalinas que invitan a sumergirse en ellas, y luego tenderse en la arena para contemplar el paisaje o tomar sol. En esta pequeña isla es casi imposible perturbar la relajación, y aunque cualquier excusa es válida para visitar este rincón del planeta, recopilamos nueve motivos para emprender la aventura:
1. Al llegar al aeropuerto, un autobús espera a los turistas para transportarlos al hotel. En las Maldivas hay dos vías especiales para llegar al hotel. Si está situado lejos de la capital, Malé, el medio de transporte ideal es el hidroavión. Los aparatos de la compañía Trans Maldivian Airways, que tienen capacidad para 15 pasajeros, llegan a prácticamente cualquier lugar del archipiélago. Quien tiene problemas de espalda debería evitar la segunda variante de transporte, la lancha rápida, al menos cuando hace mucho viento y el mar está picado.
2. Hacer snorkel con mantarrayas: es ampliamente conocido que las Maldivas son un paraíso para los aficionados al buceo y el snorkel. El hotel Four Seasons Landaa Giraavaru brinda la posibilidad de vivir una experiencia muy especial con la oferta Manta on Call. En cuanto un equipo de biólogos descubre mantarrayas, se les avisa a los huéspedes llamando a un teléfono especial que ellos llevan consigo todo el día en una funda de plástico. Después se lleva a los turistas en barco hacia el lugar donde los biólogos avistaron los animales.
3. Una hora más: Los distintos complejos hoteleros pueden decidir libremente si cambian el huso horario. Muchos aprovechan esta posibilidad. El hotel Four Seasons, por ejemplo, retrocedió el reloj una hora. También el hotel Anantara Dhigu tenía en el pasado una hora de diferencia respecto a Malé, pero se reestableció el antiguo huso horario cuando el dueño del hotel perdió su vuelo en la capital a causa de los horarios diferentes.
4. Lluvia: Normalmente, la época de lluvias en las Maldivas termina a finales de septiembre. Sin embargo, también en octubre puede llover de vez en cuando. En realidad, eso no importa en absoluto, porque es muy relajante sentarse en el balcón de la villa a escuchar la lluvia caer. De cualquier manera, en cualquier época del año el tiempo es suficientemente caluroso. Sin embargo, hay un efecto secundario negativo: la humedad del aire es extremadamente alta.
5. Dar la vuelta a la isla: No requiere mucho esfuerzo y no tarda mucho tiempo. La caminata empieza frente a la puerta del hotel, que salvo escasas excepciones está a poco más de diez metros de la playa, de modo que uno puede dejar en casa los zapatos.
6. Puesta del sol: Como las Maldivas están situadas bastante cerca del ecuador, el sol suele ponerse hacia las 18:00 horas y pinta el cielo con toda una paleta de tonos rojizos y anaranjados. Observar la escena junto al mar oyendo al mismo tiempo el murmullo de las olas: ¿qué más se puede pedir?
7. Puro lujo: Aunque en las Malvidas también hay actualmente alojamientos sencillos y hoteles de tres estrellas, el país insular sigue siendo sobre todo un destino de lujo. La noche fácilmente puede llegar a costar $2,000 dólares. Por esta cantidad uno consigue una elegante villa en la playa con un cuarto de baño dos veces más grande que la habitación completa en muchos hoteles. Y por supuesto: la atención es exquisita.
8. Relajación: Sesión de yoga en un pabellón junto al mar, un masaje y meditación en la playa.
9. Familias con hijos: Las Maldivas son también para niños toda una experiencia. ¿En qué otro lugar podrían hacer snorkel de forma tan sencilla y tan fantástica? Aquí no es necesario ir al acuario para ver peces, o al cine para ver Finding Nemo. Actualmente, en varias islas también hay clubs para niños.
Alojamiento: Unas 100 islas de las maldivas se usan para fines turísticos y muchas veces cada una de ellas es un hotel en sí. Muchos de los hoteles están catalogados entre los mejores del mundo y, por ende, son extremadamente caros. Una alternativa más económica son los hostales en las islas habitadas por la población autóctona.
A tomar en cuenta: La moneda nacional en las Maldivas es la rupia, aunque en casi todos los hoteles en las islas los precios se indican en dólares. Al final de las vacaciones, el turista recibe una factura que se liquida mediante tarjeta de crédito. A lo sumo hay que pagar en rupias durante una visita a la capital, Malé.
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