MIAMI.- Venezuela estuvo muy presente en la Feria Internacional del Libro de Miami, que este fin de semana se despidió de la Ciudad del Sol con la asistencia de miles de personas ávidas de buena literatura.
MIAMI.- Venezuela estuvo muy presente en la Feria Internacional del Libro de Miami, que este fin de semana se despidió de la Ciudad del Sol con la asistencia de miles de personas ávidas de buena literatura.
Gracias a la organización de un kiosco de venta dedicado a las letras venezolanas, el público pudo conocer las obras de autores de producción más reciente, y también reencontrarse con escritores de larga trayectoria, como el caraqueño Leonardo Padrón.
Este escritor y periodista expresó a DIARIO LAS AMÉRICAS su satisfacción al “encontrar buena literatura de paisanos en la diáspora”, no solo en Estados Unidos, sino en otras partes del mundo.
Letras en la diáspora
Con su oratoria amable y a la vez directa, poniendo los puntos sobre las íes y siempre con el sueño de ver una democracia en su Venezuela natal, Padrón se refirió a algunos temas relacionados con la literatura venezolana de la diáspora, el amor por la lectura y la imposición de la propaganda política en su país.
"La literatura venezolana está expandiéndose cada vez más, no sé si la diáspora, la obligación de irse del país ha sido un impulso colateral, amén de la misma calidad de los escritores venezolanos", agregó el también guionista.
En ese sentido, aplaudió la organización de un kiosco dentro de la habitual feria callejera, dedicado a las letras venezolanas.
"Hay un stand, el 305, con gran presencia de autores venezolanos, incluyéndome a mí. Por ejemplo, en esta feria está presente Juan Carlos Méndez Guedes, extraordinario narrador venezolano residenciado en España desde hace mucho tiempo", destacó el autor.
Decenas de escritores venezolanos han tenido su espacio en la feria callejera, gracias a la gestión de MEL Projects Publishing & Entertainment, Arts Connection Foundation y 305 PR.
Dos títulos de Padrón se pueden encontrar también en la feria: el libro de crónicas "Se busca un país", una recopilación de trabajos publicados en El Nacional a lo largo de cuatro años, y "Contracanto. Poesía reunida (1979 – 2011)", que reúne todos los libros de poesía publicados por el autor hasta el momento.
Junto a las obras de Padrón, llenan las mesas de variedad los libros de José Antonio Perrella (Ellos vivieron en el país por venir), Rafael Baralt Lovera (Identidad compartida), María Ángeles Octavio (Exceso de equipaje), entre otros.
"Me emociona que haya presencia de autores venezolanos aquí porque hay que descubrir unos cuantos tesoros que están por ahí bien guardados", dijo Padrón, quien además ha dedicado su pluma a escribir para los niños.
Nuevas tecnologías, buenas narrativas
Al abordar el tema de la fuerte presencia tecnológica en el mundo literario, Padrón señaló que aunque hay tendencias que se imponen, también hay buenas costumbres, como la lectura del libro impreso, que no pasarán de moda ni se alejarán del gusto del lector.
"Ha sido siempre una vieja discusión si realmente el libro digital va a desplazar al libro impreso. Pero siempre se preguntó uno si la televisión iba a desplazar a la radio, y la radio sigue allí, vigente, cada vez más que nunca. El libro impreso va a seguir vigente. Uno recorre la feria y ve esto lleno de gente. Así como hay gente navegando por las redes, hay gente navegando por las ferias", puntualizó.
Leonardo Padrón confesó ser un apasionado del “encuentro con el libro”, que es esa intimidad que se crea cuando las manos hojean página por página.
"Creo que cada formato tiene su nicho, aunque yo soy una suerte de romántico del libro impreso. Si no veo el libro impreso siento que no existe. Necesito palpar las páginas, oler la madera escrita, poder subrayar el libro a placer", aseveró.
Las dictaduras en blanco y negro
El autor de numerosas telenovelas transmitidas por las cadenas Venevisión y Telemundo, entre otras, indagó en los motivos que lo han llevado a denunciar, a través de las páginas, la injusticia que reina en Venezuela hace casi dos décadas.
"Hay mucha literatura sobre los regímenes dictatoriales en el mundo, desde los rusos, los polacos, los alemanes, los cubanos, los chilenos. Creo que todo escritor que llega a sentir el mordisco letal, terrible, dolorosísimo de la dictadura, se le impone escribir sobre ella, dejar testimonio en el género que sea. Hay poesía muy dolorosa sobre las ataduras", dijo.
Destacó, además, la importancia de leer lo que se escribe en Venezuela actualmente, pues cada libro pasa a formar parte de un discurso colectivo a mayor escala que da fe del proceso que se está viviendo en el país.
"Ahorita en Venezuela se está escribiendo lo que nos está pasando porque no es una historia corta, ya son 18 años largos, que lamentablemente pareciera que pueden seguirse extendiendo. Es importantísimo que los escritores asentemos en negro sobre blanco, asentemos en un libro el testimonio de lo que ocurre, la devastación humana que genera todo régimen opresor que viola los derechos humanos, el derecho fundamental a la vida, a tener acceso a la medicina, a los alimentos", indicó el autor.
¿Literatura o política?
Siguiendo la línea política, Padrón aclaró la importancia de escindir entre la literatura escrita a partir de incomodidades políticas, como testimonio de las mordazas existentes, y la literatura servil que se convierte en panfleto político y alabanza de un régimen.
Al referirse a la primera modalidad, –la cual profesa con responsabilidad y constancia– declaró que esta literatura nace de la incomodidad y el dolor humanos, pues "no solamente funge como acto testimonial, catártico, sino también como hecho literario en sí. La literatura se nutre de la condición humana, y cuando la condición humana sufre, más alza la voz”.
"La literatura auténtica no necesariamente hace tendencia a favor de un régimen o de otro, sino que da un testimonio, pero codificado en términos artísticos", agregó el autor del libro de poesía "El amor tóxico".
Por otro lado, insistió en notar y desenmascarar muchos de los eventos "culturales" celebrados en Venezuela, anclados en el servilismo al régimen.
"Hay propaganda política que se convierte en libro, en dogma, y uno ve que los regímenes dictatoriales también hacen su feria del libro. En Venezuela, por ejemplo, la Filven, que era una feria donde estábamos invitados todos los escritores del mundo, ahora están solamente los escritores del régimen.
"Y la gran imagen que rodea toda la feria es la imagen de Hugo Chávez, que no era escritor. Toda esa literatura es de proselitismo político", concluyó.