“Este premio significa tanto porque en verdad ha sido una vida entera, desde los 8 años. Empecé a bailar como profesional a los 16 y tengo 63; me he dedicado a esto mi vida entera porque en verdad lo quiero. El ballet me cambió la vida. Son 47 años en esta carrera y no he hecho nada más. Aunque me he casado, he tenido niñas, fui al colegio cuando estaba bailando; he tenido varias experiencias pero siempre he estado en el ballet”, dijo Lourdes López a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Estos nueve años a cargo de la compañía para mí han sido un honor, me siento bendecida de poder seguir haciendo lo que me fascina desde los 8 años; me encanta el proceso entero: los bailarines, los pasos, el teatro, la música. Así que estos últimos años han sido como estar en un paraíso. Por supuesto, no todos los días son un arcoíris, hay que trabajar, hay muchos desangres, problemas de dinero , de personal, pero al final del día me digo: Lourdes, estás todavía en el ballet, y creo que hay pocas personas en el mundo que puedan decir eso”, agregó.
Lourdes López, discípula del coreógrafo ruso George Balanchine y quien hasta hoy es la única cubana que ha logrado ser bailarina principal del New York City Ballet, recibirá el premio Una Vida por la Danza durante la gala clásica que clausura la vigésimo sexta edición del Festival de Ballet de Miami el 14 de agosto, a las 8 pm, en el teatro The Fillmore, en Miami Beach.
“Si a los 16 años me hubieran preguntado si quería ser primera bailarina, hubiera dicho que no me interesaba, pero sí quería estar en ese mundo, no me interesó estar en el coro. Cuando me promovieron a solista, me quedé asombrada porque no pensé que llegaría y cuando me hicieron principal más aún”, expresó.
“Y sigo siendo la única latina y la única cubana bailarina principal del New York City Ballet. Fui la primera y después de mí no ha habido nadie más, y esa compañía tiene 80 años. Mis padres me ensañaron que tenía que trabajar todos los días”, agregó.
López aún recuerda las enseñanzas, en cuanto al esfuerzo y la importancia de estar siempre presente, del genio del ballet que fuera su maestro.
“Si quieres algo, tienes que dar todo lo que eres por conseguirlo. Balanchine me decía eso todos los días, me miraba en la clase y me decía: ‘¿Qué estás esperando para hacer el paso correcto?, ¿qué esperas para corregirlo? Y con eso aprendí mucho; él era muy inteligente. Esas enseñanzas me han quedado para toda la vida”, contó.
“No me acuerdo que edad yo tenía cuando él me hizo solista. Yo corrí por todo el teatro buscándolo para darle las gracias, y me dijo: “¿Por qué me das las gracias si yo no puse el trabajo?, el trabajo lo hiciste tú, y se fue. Ahí está, otra vez, el mensaje de la importancia de estar presente, poner el trabajo y lograr llegar”, recordó.
Una vida entregada a la danza
Precisamente, esas mismas enseñanzas se las trasmite a sus bailarines.
“Todas esas cosas las tengo por dentro, por eso me encanta hablar con los bailarines porque ellos son artistas, son atletas, son humanos. Lo que quisiera dejarles a los bailarines jóvenes es que la vida tiene muchos altibajos. A veces no pasa nada y a veces pasa todo de un sopetón. La vida es como el ballet, lo importante es estar presente todos los días, estar presente en los ensayos, en los escenarios, y dar todo por conseguir lo que quieres”, expresó.
Asimismo, López no olvida esa primera vez que Balanchine le ofreció el rol relevante en una pieza de ballet.
“Un día yo tenía 21 años, todavía estaba en el coro, y me dio un papel muy importante en uno de los ballets más lindos suyos que se llama Violín concierto. Me llamó; él no vino a ninguno de los ensayos, estábamos en Europa. Y yo, muerta de miedo, detrás del escenario antes de la función le dije: ‘no tengo idea de qué hacer con este ballet’. Y me dijo: ‘lo único que me interesa es ver lo que Lourdes va a hacer con el rol. Entonces eso me liberó y me dio animó, porque él quería verme a mí, sin importar si estaba bien o mal, no que copiara a nadie; es una manera tan interesante de pensar”, contó.
La directora artística del Miami City Ballet, que este 2021 cumple 36 años de vida, reconoció que entre tantos desafíos que supone un rol como el suyo, lo que más quiere lograr es un sentido de pertenencia, que los miamenses sientan que la compañía les pertenece.
“Siempre está la preocupación por los bailarines, porque sigan creciendo como artistas, para que estén contentos y que cuando terminen su carrera con el Miami City Ballet se sientan satisfechos. La programación, recaudar fondos para que la compañía esté saludable financieramente. Además de tener lindas presentaciones, pensamos en cómo podemos conectar más con nuestro público”, expuso.
“A mí me encantaría que el público de Miami sienta que Miami City Ballet es su compañía. Sigo tratando de saber qué es lo que quieren ver en el escenario, cómo se quieren sentir, porque es muy importante que el público sienta que la compañía les pertenece a ellos. Creo que esos son los problemas que tienen todos los directores artísticos alrededor del mundo”, agregó.
Sobre la nueva temporada de la compañía, que este año arranca en diciembre en vez de octubre por precaución ante la pandemia, adelantó que incluirá el estreno en EEUU de la versión de El lago de los cisnes de Alexei Ratmansky.
“Somos la primera compañía en estrenar esa versión de El lago aquí en los EEUU; es un lago precioso. Para mí es un sueño hecho realidad porque llevaba seis años tratando de encontrar un Lago para la compañía y cuando hablé con Ratmansky y me dio el permiso de usar el suyo, desde el 2017 estoy tratando de traerlo a escena. La compañía ha bailado El lago de los cisnes de George Balanchine, que es de 30 minutos, que él hizo especial para su compañía, pero esta es la primera vez que Miami City Ballet bailará El lago completo y ninguna compañía en EEUU tiene esta versión”, reveló.
“Me gusta traer ballets nuevos que los bailarines no hayan bailado y que el público no haya visto. Quiero seguir esa tradición de ampliar el repertorio de la compañía, porque creo que es importante para la compañía y para el público. El ballet es algo tan grande, no es solamente tutus con las puntas y las tiara en la cabeza”.
Miami City Ballet inaugurará su trigésimo sexta temporada en el Kennedy Center en Washington D.C. y luego continuará sus presentaciones en el sur de la Florida.