MIAMI.- Al igual que la naturaleza, la calle siempre lo ha inspirado: por más de 20 años, el artista Manaure Peñalver ha encontrado en avenidas y lugares para transitar motivos para explorar y crear a través del grafiti, el medio para hacer tangible su arte.
El joven nacido en el oriente de Venezuela, le atribuye a Caracas, a la zona de Los Palos Grandes propiamente, su vinculación directa con el arte urbano. Allí, convivió con amigos que eran DJs y con otros jóvenes que estaban inmersos en este mundo de patinetas, spray y movimiento callejero.
“Ellos fueron una gran influencia para mí. A raíz de esto, realicé una serie de exposiciones de Skate Art, de 2005 hasta 2013, y aunque fue algo local, resultó el principio de este camino”, dijo Peñalver en un comunicado.
Migración del artista a Brooklyn
Sin embargo, Peñalver y su arte no fueron ajenos al éxodo experimentado por muchos venezolanos. Por lo que, desde hace más de seis años, Brooklyn, Estados Unidos, se ha convertido en su hogar, pero también en el lugar donde ha podido seguir desarrollándose artísticamente.
En este distrito, Manuare Peñalver ha expuesto en los últimos años su trabajo creativo en galerías y centros de arte emergente, como en Greenpoint Gallery, donde hace poco presentó su exhibición High Tide constituida por una serie de pinturas realizadas en acrílico sobre lienzo que hablan del surf y el mar, con referencias al hip-hop y el skateboarding, y donde muestra por medio del arte, dos realidades que unen como seres humanos: la mortalidad y la permanencia.
La mayoría de los cuadros son formatos reciclados, obtenidos de piezas de arte decorativo rescatadas de la basura.
Una propuesta que se diversifica
En Brooklyn, el artista ha visto evolucionar su propuesta, abriéndose paso a nuevos horizontes y enfoques. “Tras décadas dibujando los motivos que identifican mi trabajo: las calaveras fantasmas y los cocodrilos, quise rendir homenaje a estos 20 años de arte callejero presentando una serie de bufandas que llevan en sus diseños -en color negro, azul y anaranjado-, elementos gráficos que son parte de mi ADN. Además, incluí el nombre de la ciudad de Nueva York, que es tan importante para mí”, comentó.
La novedad de Peñalver en este caso, tiene que ver con la forma como ha integrado la sustentabilidad en sus accesorios, pues las bufandas son creadas a base de algodón orgánico certificado y tintas a base de agua con bajo impacto ambiental. “Elegí trabajarlo de esta manera, influenciado por mi esposa Laili Lau, quien es diseñadora de moda y siempre ha estado interesada en este tema, ya que su marca homónima es de slow-fashion. Inmediatamente lo ideamos así”, dijo Peñalver
Edición limitada
La serie de complementos son de edición limitada. “Como dicen aquí one-off (un solo tiraje). No tiendo a repetir los artículos coleccionables. Trato que sean objetos utilitarios. Veremos que otra pieza trae el futuro. He pensado en platos o tazas para acampar”, acotó el venezolano.
De acuerdo con Peñalver, las piezas estarán disponibles en algunas tiendas de diseño en Brooklyn, pero hay más. “A través de mis redes sociales pueden hacer sus pedidos, y de regalo les compartiré algunas sorpresillas más. Realizamos envíos a cualquier rincón del planeta”.
Ya sea en las galerías, con sus obras exhibidas, con sus piezas de colección, o las que comparte en las vías públicas, Manaure es claro al afirmar que el arte callejero ha sido un regalo fantástico. "...una manera de conocer cada ciudad que visito, de conocer gente con quien aparentemente no comparto nada y terminan siendo mis amigos por décadas. La verdad no sería la misma persona sin esta actividad. Así como ayer, hoy la calle me sigue conquistando”.