MIAMI.- Hace apenas tres semanas la periodista María Celeste Arrarás se encontraba aterrizando en Madrid cuando sus hijos le informaron que su pareja, el empresario Raúl Quintana, había sido hallado inconsciente en su casa. Minutos más tarde, los paramédicos les confirmaban que había muerto a causa de un infarto.
En medio de su duelo, Arrarás concedió a la revista People en Español una entrevista en la que abordó el inicio de su romance y cómo el tiempo los hizo madurar, crecer y amarse incondicionalmente.
"Fue la persona que me enseñó lo que es el amor incondicional porque me quería en todas mis versiones, con todos mis defectos y virtudes. Siempre fui su persona favorita, su prioridad y no pasaba un día sin que me demostrara cuánto me quería. Era un gran compañero, divertido y cómplice por eso deja un hueco muy profundo", manifestó la periodista.
En 2010 la relación inició, pese a que se conocían desde mucho antes, pues ambos eran socios del mismo club. Pero un altercado doméstico los llevó a marcar distancia. Incluso trascendió que la puertorriqueña lo denunció ante las autoridades por presunta violencia, aunque él posteriormente negó las acusaciones.
Sin embargo, el tiempo pasó y ambos dejaron el pasado olvidado para darse una nueva oportunidad.
"Fue un incidente aislado que yo reporté en su momento y que llevó a un periodo de separación. Después de un tiempo considerable le di una oportunidad y jamás en la vida volvió a haber algún tipo de problema entre nosotros. Por el contrario, jamás discutíamos, nos llevábamos muy pero que muy bien. Éramos muy afines, nos gustaban las mismas cosas y él era muy atento conmigo. ¡Hasta me preparaba y llevaba desayuno a la cama todas las mañanas! A diario me sorprendía con mil detalles como ese. ¡Por algo mis amigas decían que teníamos que clonarlo!", explicó.
Reencontrarse
Arrarás manifestó que fue hace dos años cuando ambos coincidieron nuevamente. "Hace dos años Raúl y yo volvimos a retomar la relación y esta segunda vuelta fue aún mejor que la primera. Creo que ambos maduramos y corregimos los fallos de cada cual y sí, estábamos viviendo juntos una etapa muy plena y muy feliz con grandes planes futuros".
"Sentí que había encontrado lo que tanto soñé y por eso empecé a compartirlo en las redes", dijo al hacer referencia sobre porqué mantuvo la relación lejos de los medios.
En este sentido, María Celeste lo recuerda como un hombre siempre atento y servicial, dispuesto a ayudar a todo el que lo necesitara. Una aptitud que hizo que no solo se ganara su corazón sino también el de sus hijos.
"Cuando lo conocí, descubrí que no solo era bello por fuera. Él ayudaba a todo el mundo, tenía un gran corazón y era la persona más alegre y optimista que jamás he conocido. Nunca en su vida se despertó de mal humor. Todo el mundo que lo conoció dice lo mismo".
Más allá de eso, la presentadora de televisión asevera que su amor también estaba presente en actividades que ambos disfrutaban hacer y en la competitividad nata.
"Nos gustaban los deportes al aire libre como el tenis y el esquí, de jóvenes ambos fuimos atletas olímpicos; yo en natación y el en judo. Tal vez por eso ambos éramos muy competitivos, nos gustaba ganar. También nos gustaba correr bicicleta, escalar montañas, todo lo que fuese estar en contacto con la naturaleza y con los animales".
La despedida
Aceptar su partida no ha sido un proceso sencillo, pero admite que tiene un apoyo fundamental para vivir su duelo y hacer frente a lo que ahora la vida le depara.
"A mí me cuesta aceptar la finalidad de la muerte y sus consecuencias. Creo que esa ausencia irremediable que tiene lugar cuando se acaba la vida de un ser querido es algo que toma tiempo asimilar".
No obstante, se aferra al recuerdo de las palabras del venezolano, quien admitía constantemente que se encontraba en un momento muy feliz.
"Yo tengo una narrativa interna sobre lo sucedido que es muy positiva y que me ayuda mucho a lidiar con la pérdida. Constantemente me recuerdo a mí misma que la muerte lo sorprendió en el momento más feliz de su vida, algo que él repetía casi a diario. Me recuerdo a mí misma que murió tan repentinamente que por eso no sufrió. Además, me siento tranquila porque lo valoré en vida y se lo demostré, sobre todo en estos últimos tiempos. Por lo tanto no cargo con culpas, solo con lindos recuerdos".