MIAMI.-Norwegian Cruise Line ostentó su nueva joya marítima, el Bliss, que estuvo anclada en el Puerto de Miami, después de debutar en Bremen, Alemania, donde fue construida.
MIAMI.-Norwegian Cruise Line ostentó su nueva joya marítima, el Bliss, que estuvo anclada en el Puerto de Miami, después de debutar en Bremen, Alemania, donde fue construida.
Nueva York fue la primera ciudad que presenció el barco de este lado del Atlántico, antes de que siguiera rumbo al sur de la Florida, desde donde, después de ser mostrado a la prensa, zarpó rumbo a Los Angeles en una travesía de dos semanas.
Pero Los Angeles es solo uno de sus puertos de arribo, el navío fue diseñado especialmente para llegar hasta las costas de Alaska, adonde realizará expediciones de siete días de duración desde su puerto sede, en Seattle, Washington.
Como parte de su viaje inaugural, el Bliss visitará Victoria, capital de la provincia canadiense British Columbia.
En junio navegará las cristalinas aguas de la Riviera Maya. Con 20 cubiertas, incluyendo el piso 13, tan temido en la industria de la hotelería, el barco tiene capacidad para transportar a unos 4000 pasajeros.
“El Bliss es uno de los barcos que más hemos esperado y marca una etapa emocionante. Todo el equipo ha hecho un trabajo increíble en la creación del Bliss y estamos deseosos de que nuestros huéspedes disfruten todo lo que ella tiene que ofrecer”, expresó Andy Stuart, presidente y CEO de Norwegian Cruise Line.
El Bliss es el tercero en su clase que la compañía añade a su flota de 16 barcos. Entre la diversión que ofrece a bordo, los pasajeros podrán disfrutar del fascinante juego del láser tag en un espacio al aire libre, ubicado cerca de la pista de autos de carrera, la más grande en alta mar.
La cubierta 19 ofrece una vista impresionante mientras se pilotea uno de esos carros que alcanzan hasta 30 millas por hora.
También cuenta con las divertidas canales de agua para el deleite de los más pequeños, una de ellas se extiende hacia el exterior del barco y se desliza hacia la convierta inferior; además de dos amplias piscinas y seis saunas. Tampoco puede faltar el casino.
El spa es todo una sensación con las últimas técnicas de relajación, algunas tan milenarias como las sales de baño.
En cuanto a opciones para agradar al paladar, la oferta es amplia. A bordo se puede degustar platillos de las gastronomías mexicana, japonesa, italiana y francesa, así como un variado menú internacional que incluye carnes, mariscos y ensaladas. Los amantes de los postres se deleitarán con los chocolates y otros dulces en Coco.
Vale destacar que Norwegian Cruise Line ofrece un estilo de hospedaje diferente, tomando en cuenta que un crucero es un gran hotel flotante. A bordo de cualquiera de los barcos de esta compañía, bajo el lema "Freestyle Cruising", el viajero tiene la libertad de escoger el horario de la cena y también puede prescindir del protocolo y la etiqueta en la vestimenta.
En materia de entretenimiento, el Bliss cuenta con el musical de Broadway ganador del Tony, Jersey Boys, además de ¡Havana!, un show teatral creado exclusivamente para este barco, y cuya composición musical requirió el talento de la cantautora cubana Albita.
La pieza Happy Hour Prohibition transportará al espectador a los años 20 en los que el auge del jazz y la ley seca (que prohibía el consumo de bebidas alcohólicas) dominaban la escena nocturna de New Orleans.
En el club Cavern se podrá disfrutar música en vivo inspirada en los Beatles.
A partir de junio 2018, el Norwegian Bliss realizará travesías veraniegas de siete días hacia Alaska, mientras que las expediciones durante la temporada de otoño partirán desde Los Angeles rumbo a la Riviera Maya. En el invierno zarpará desde el Puerto de Miami hacia el Caribe.
Y en el otoño-invierno del próximo año saldrá de Nueva York hasta la Florida para anclarse en las Bahamas y otros destinos caribeños.
