SAN SEBASTIÁN.- Pedro Almodóvar dijo estar emocionado hasta las lágrimas en el Festival de San Sebastián, que este jueves le entrega su premio Donostia por una celebrada carrera que lo ha erigido como el cineasta español más reconocido a nivel internacional.
Desde que llegó a la ciudad del norte de España el miércoles, coincidiendo con su 75 cumpleaños, ha sentido: "un tumulto de emociones" que lo han dejado "al borde de las lágrimas" y hasta sin poder "reprimirlas", dijo el realizador manchego en rueda de prensa.
Almodóvar hizo balance de su carrera, poco antes de la ceremonia en la que recibirá el galardón de manos de la actriz británica Tilda Swinton.
"Yo nunca pensé en mi talento. Yo lo que pensé es que tengo una vocación (...) y si no consigo hacer cine, seré la persona más desgraciada del universo", dijo el director, quien recordó haber venido por primera vez al Festival de San Sebastián hace 44 años, con su primera película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.
"He tenido una trayectoria de 23 películas, unas mejores que otras, y todas ellas son mías y me pertenecen (...) y eso es un privilegio", señaló Almodóvar, quien agradeció a su hermano Agustín haber creado la productora El Deseo, que impulsa sus films.
El premio que le faltaba
El director, que suele expresar sus opiniones políticas, agradeció que el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, vaya a estar presente en la entrega de su premio, ya que demuestra su apoyo a la cultura.
Y cargó contra la extrema derecha 'negacionista' del cambio climático, al tiempo que defendió la inmigración y la eutanasia.
Sentada a su lado, Tilda Swinton dijo que trabajar con Almodóvar ha sido una: "bendición mágica en su vida" y saludó su "autodeterminación, pureza absoluta de visión y vocación".
El Donostia era uno de los pocos galardones que le faltaba a Almodóvar, quien tiene dos Óscar, cinco premios Goya, cinco Bafta, cuatro César y el Premio Nacional de Cinematografía de España, entre muchos otros.
A principios de mes ganó el León de Oro de Venecia con su primera película en inglés La habitación de al lado (The Room Next Door), protagonizada por Swinton y Julianne Moore.
El reencuentro de Leigh con Jean-Baptiste
En la carrera por la Concha de Oro, el máximo galardón del festival, entró este jueves Hard Truths, del director británico Mike Leigh, quien vuelve a trabajar con la actriz Marianne Jean-Baptiste después de Secretos y mentiras, ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 1996.
Leigh, conocido por retratar los sinsabores de la vida ordinaria de las clases trabajadoras británicas, se enfoca en Pansy (Jean-Baptiste), una mujer que vive enfadada y peleándose con su dentista, su médico o una vendedora de muebles, pero sin poder comunicarse con su familia.
"Pansy es un símbolo de los tiempos difíciles que estamos viviendo. De hecho, si soy sincero, creo que la condición (...) de Pansy, los problemas de Pansy, son universales", explicó Leigh en rueda de prensa.
"Ella necesita ayuda, eso es totalmente cierto, lo que no hacemos en la película es dar esas respuestas", dijo el cineasta británico Leigh, quien afirmó que su film "no es un documental sobre la salud mental".
Para Jean-Baptiste, que estuvo nominada al Óscar por Secretos y mentiras, trabajar nuevamente con Leigh: "fue un regalo".
"No conozco a nadie que trabaje como él. Ama a los actores y los apoya", indicó.
Hard Truths compite con otros quince filmes por el máximo premio de San Sebastián, entre ellos Los destellos, de la española Pilar Palomero; Conclave, del alemán Edward Berger; On Falling, de la portuguesa Laura Carreira y Le dernier souffle, del grecofrancés Costa-Gavras.
En el apartado Horizontes, que entrega el premio a la mejor película latinoamericana, se proyectan este jueves Quizás es cierto lo que dicen de nosotras, de los chilenos Camilo Becerra y Sofía Paloma Gómez, y La piel en primavera, de la colombiana Yennifer Uribe Alzate.
El festival cierra el sábado con la entrega de premios.
FUENTE: AFP