MIAMI.- Ya está en cartelera Predator: Badlands, un nuevo capítulo de la saga de Predator de la mano del director y guionista Dan Trachtenberg.
La nueva película, que ya está en salas de cine, da un giro a la famosa franquicia de los años 80, expandiendo el universo de los yautja
MIAMI.- Ya está en cartelera Predator: Badlands, un nuevo capítulo de la saga de Predator de la mano del director y guionista Dan Trachtenberg.
La historia presenta a Dek (Dimitrius Schuster-Koloamatangi), un cazador de la tribu alienígena de los yaujta que es rechazado por su padre por ser considerado el más débil del grupo. Una afrenta que hace que nuestro protagonista se ponga como reto cazar a una misteriosa criatura invencible para ganarse el respeto de su clan. La tarea, casi imposible, lo obligará a viajar a un planeta lejano donde flora y fauna son armas mortales, transformando al depredador en una potencial presa. Una situación tan compleja que obligará a Dek a tener que hacer equipo con Thia (Elle Fanning), un robot de reconocimiento sin piernas que lo ayudará en su misión. Integrando elementos de drama, pizcas de comedia y un arco dramático donde la identidad, la culpa y la familia son el centro del relato, Predator: Badlands es la apuesta más arriesgada de esta saga.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el protagonista de Predator. Badlands, Dimitrius Schuster-Koloamatangi, quien contó que esta nueva entrega marca un hito en la franquicia. El actor también habló sobre qué aspectos del guión hacen a esta entrega diferente a las anteriores, los retos que enfrentó al interpretar un personaje tan demandante a nivel físico y las complejidades de tener que aprender a hablar el dialecto yautja, que fue creado exclusivamente para esta historia.

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