MIAMI.- “Haré una reseña sobre un libro de memorias de Alexis Valdés”, le digo a mi madre.
MIAMI.- “Haré una reseña sobre un libro de memorias de Alexis Valdés”, le digo a mi madre.
“Quiero leer ese libro”, exclama ella. “Tu abuelo, un jodedor de la vieja guardia, era amigo de su papá, Leonel, porque ambos trabajaban en la televisión”, agrega, en una de las tantas conversaciones que se generaron en casa en torno al libro El miedo nos hizo fuertes, publicado por Vintage Español, de Penguin Random House, y que se lanza este 26 de abril.
El libro es un conmovedor relato de una infancia peculiar, zanjada por la escasez y, al mismo tiempo, por una creatividad desbordada que tiene su mejor ejemplo en la infancia de Alexis.
“Alexis era un niño”, cuenta mi madre al reproducir un testimonio familiar, “cuando fue con su padre, un comediante muy famoso, a casa de tu abuelo”, el periodista Frank Álvarez (que presentaba el programa El oso Prudencio, entre otros).
Indago más en el “chisme” familiar. Mi tío y Alexis tendrían 8 años. Los juguetes que había en casa de mamá y mis tíos habían pertenecido a los hijos del presidente Fulgencio Batista, porque mi abuelo, al principio de la Revolución, y como muchos, fue parte de las acciones del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados (una especie de saqueo orquestado por Fidel Castro para hacerse con las riquezas de quienes abandonaban el país). Eran juguetes buenos, no aquellos que la Revolución ofrecía por cartilla de racionamiento (básicos, no básicos y dirigidos).
Llamamos a mi tío en Cuba por videollamada, y nos dice: “Resulta que Alexis se enamoró de un oso de peluche que yo tenía, y se lo regalé; no se me olvida. Debo tener una foto del oso por ahí”.
Luego estuvimos hablando de nosotros, de los años que vivimos en Cuba antes de que la familia se dispersara, de cómo mi abuelo se arrepintió de haber apoyado a una Revolución que lo “machacaba”.
Y es que las memorias de Alexis Valdés agitan esas nostalgias y cuentan, de manera magistral, una historia familiar en la que muchos nos podemos encontrar, reflejar, aunque sea en algunas de sus aristas.
Este libro es el duro relato de una infancia dentro de la “generación del experimento”, la que creció junto a la Revolución. Alexis quería ganar un concurso de Radio Praga Internacional, enviaba con esperanza cartas hermosas a la emisora en Checoslovaquia con la candidez de quien sueña con otro paisaje, de quien insiste en quimeras a pesar del contexto nacional y familiar, del enrarecimiento causado por una Revolución de imperativos y de la violencia impuesta por su padrastro en casa.
Valdés logra convertir una historia muy particular en un relato universal sobre la familia, sobre el amor que une a sus integrantes. Basta leer los episodios de su abuela para llevarse unas cuantas lecciones de vida, y para querer, incluso sin conocerla en persona, a esa mujer de corazón enorme.
También es bella la relación con su padre, Leonel, un hombre alegre, carismático y que supo ser su amigo. Leonel brillaba, a diferencia de su padrastro. Lo defendió de todas las maneras posibles, sobre todo cuando le devolvió un golpe sin mano a quien le negó a Alexis la posibilidad de estudiar en el extranjero (un pasaje que nos deja diciendo por dentro, “toma, bien hecho”). Ese mismo padre, ya en España junto a Alexis, “aguantó como un mulo” durante un tiempo el dolor por una lesión en la clavícula, todo para no molestar a su hijo, que trabajaba para abrirse paso como comediante.
“Yo creo que la imaginación lo salvó de tanta realidad”, le digo a mi madre. “No había justicia en su casa, la calle era un ring de boxeo, una lucha por la subsistencia. Y encima el discurso triunfalista y el esfuerzo decisivo”, agrego.
“Ay, mijita, eso no tenía nombre”, cuenta, en un suspiro.
“El que no tenía nombre era el padrastro”, respondo.
El hecho de que no mencione el nombre del padrastro (“el innombrable”), que tanto sufrimiento causó, no es solo un gesto de dolor, sino un excelente recurso narrativo que despoja al sujeto de toda personalidad, lo deja al nivel de un arquetipo, algo que no merece ser llamado más que por sus malas acciones.
“Alexis agarró golpes de todos los colores. Tanto le dieron que hasta con un perchero lo sonaron”, dice mi madre, indignada, con el libro en la mano.
Y pienso, en cambio, en la enorme sensibilidad que ni los golpes lograron arrebatarle a Alexis (recuerdo, por ejemplo, el malestar que sintió cuando, mientras almorzaba en un sitio de Andalucía, vio a un padre golpear a su hijo). No pudo seguir comiendo.
El miedo nos hizo fuertes es también una apuesta a la conciliación familiar, a curar viejas heridas, siempre desde el amor y la humanidad, elementos que Alexis lleva como principios sagrados. Con razón removió los retazos de una biografía familiar, recuerdos que arropan, sobre todo en la distancia, porque a pesar de todo fuimos niños felices en Cuba, porque insistimos en el amor.
El libro, además del formato impreso, se puede encontrar en ebook y audiolibro (ojo, narrado por el propio Alexis, así que tiene un valor adicional). Puede reservarlo en Amazon.
Alexis Valdés nació en La Habana, Cuba, en 1963. Es un artista polifacético con casi cuarenta años de carrera que se ha destacado como actor, comediante, presentador, escritor de teatro, guionista de cine y director de cine y teatro. Además, es músico, cantante, compositor y productor musical, nominado tres veces al premio Grammy Latino.
Tras una destacada carrera en su Cuba natal y en España, donde fue una de las figuras más importantes del boom del stand up en español, se radicó en Miami en 2005.
Ha cosechado éxitos con sus obras de teatro, entre las que se destaca Oficialmente gay, que estuvo cinco años en cartelera. Ha producido y conducido programas de televisión como Seguro que yes, Esta noche tonight y El show de Alexis Valdés. Dedicado también a la poesía, su conocido poema “Esperanza” fue incluido en el libro del Papa Francisco, Soñemos juntos (Simon & Schuster, 2020). En 2013 publicó su primer libro Con todo mi humor bajo el sello Aguilar. En 2021 inició su crossover al mercado en inglés, participando en la serie de HBO White House Plumbers, que se estrenará en el presente año.