MIAMI.- La herencia de Silvia Pinal, considerada la última gran diva del Cine de Oro mexicano, ya fue distribuida y alcanzó la cifra de 200 millones de pesos, desmintiendo así las versiones que circularon tras su muerte sobre una supuesta bancarrota familiar.
De acuerdo con medios especializados, el patrimonio de la actriz y productora fue dividido entre nueve herederos, incluyendo a sus hijos, nietas y bisnietas. La distribución se realizó de la siguiente forma: Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, sus tres hijos, recibieron 36 millones de pesos cada uno.
Por su parte, Stephanie Salas, hija de Pasquel, obtuvo 18 millones de pesos, mientras que sus hijas, Michelle Salas y Camila Valero, recibieron 9 millones de pesos cada una.
En cuanto a Frida Sofía, hija de Alejandra Guzmán, fue beneficiada con 18 millones de pesos. Y finalmente, Schersa y Giordana Guzmán, hijas de Luis Enrique, heredaron también 18 millones de pesos cada una.
En total, los bienes quedaron repartidos de manera equitativa, privilegiando tanto a los descendientes directos de la actriz como a sus nietas.
Herencia organizada
La administración de los bienes de Silvia Pinal había quedado en manos de María Elena Galindo, quien ocupó el cargo tras el fallecimiento de Tina Galindo, amiga y colaboradora de la actriz.
Sin embargo, Galindo renunció recientemente a esa responsabilidad, y todo apunta a que Alejandra Guzmán asumirá el rol de albacea, figura que tendrá que ser ratificada mediante un procedimiento legal.
Esta decisión ha sido vista como una muestra de que la familia mantiene acuerdos sólidos sobre el legado de la actriz, pese a las diferencias públicas que en ocasiones han surgido entre algunos de sus integrantes.
Rumores de bancarrota
Tras la muerte de Pinal, ocurrida el 28 de noviembre de 2024, se especuló que la actriz habría dejado deudas y problemas financieros, principalmente relacionados con el mantenimiento de su histórica residencia en el sur de la Ciudad de México.
Sin embargo, el reparto de su herencia confirma que la artista había dejado su situación económica en orden y con un patrimonio considerable.
Incluso, en diciembre de 2024, Alejandra Guzmán reveló que parte de las cenizas de su madre serían transformadas en un diamante, afirmando que todo estaba organizado para que la familia viviera en paz tras su partida.