MIAMI.- La periodista y escritora Gina Montaner abrió su corazón al recordar los últimos días de su padre, el influyente escritor y analista político Carlos Alberto Montaner, quien falleció en España tras acogerse a la ley de eutanasia.
El escritor y periodista Carlos Alberto Montaner fue uno de los personajes más influyentes del exilio cubano
MIAMI.- La periodista y escritora Gina Montaner abrió su corazón al recordar los últimos días de su padre, el influyente escritor y analista político Carlos Alberto Montaner, quien falleció en España tras acogerse a la ley de eutanasia.
Con honestidad y profunda carga emocional, Gina confesó, en una entrevista a BBC Mundo, la contradicción que enfrentó en el proceso de acompañarlo.
“La dicotomía era cuidarlo bien y a la vez ayudarlo a morir”, señaló. Una frase que resume el dilema de amar tanto a alguien que, al mismo tiempo que se procura su bienestar, también se respeta su decisión de partir con dignidad.
Carlos Montaner, de 80 años, había visto deteriorada su salud en los últimos años. En el marco de la legislación española, que desde 2021 reconoce la eutanasia como un derecho, decidió poner fin a su vida bajo un procedimiento legal y supervisado.
Para su hija, fue un proceso difícil pero necesario: “Estamos cableados para querer que las personas que amamos estén siempre con nosotros”, expresó, reconociendo lo duro que resultó aceptar el deseo de su padre.
La despedida estuvo cargada de simbolismo. Antes de recibir la asistencia médica, el escritor se dirigió a su familia con serenidad: “Deséenme un buen viaje”. Esa frase, según Gina, marcó el momento con un aire de paz, aceptación y libertad.
Aunque la partida de su padre deja un vacío imposible de llenar, Gina relató que acompañarlo en este proceso le permitió entender la importancia de respetar la voluntad de los seres queridos. “Más allá del sufrimiento, fue un acto de amor y respeto hacia su autonomía”, señaló en la entrevista.
La experiencia, explicó, estuvo acompañada de profesionales médicos y de un entorno familiar íntimo, lo que hizo menos traumática la despedida. No obstante, fue un proceso de profunda reflexión y aprendizaje sobre lo que significa dejar ir.
Carlos Alberto Montaner fue uno de los escritores y periodistas más influyentes del exilio cubano. Su obra, difundida a lo largo de décadas en columnas y ensayos, abordó con lucidez los desafíos políticos y sociales de América Latina. Su fallecimiento no solo marca la pérdida de una voz intelectual, sino que también abre el debate sobre la autonomía al final de la vida.
Para Gina Montaner, acompañar a su padre en su última decisión fue la manera de honrar lo que siempre predicó: la defensa de la libertad individual. “La muerte de mi padre es también una enseñanza de vida. Me recordó que, incluso en el final, debemos tener la posibilidad de decidir con dignidad”, concluyó.