La espera por ver en la pantalla grande al Batman de Matt Reeves acabó y finalmente permitió dilucidar de qué iba su propuesta, sobre todo, después de que Christopher Nolan dejara la vara tan alta.
La espera por ver en la pantalla grande al Batman de Matt Reeves acabó y finalmente permitió dilucidar de qué iba su propuesta, sobre todo, después de que Christopher Nolan dejara la vara tan alta.
El retrato del guionista y director estadounidense no es el del típico murciélago superhéroe o justiciero irrebatible. Se trata, esta vez, de un ser humano que se disfraza, como lo apuntó en su momento, su propio protagonista: Robert Pattinson; un sujeto que también tiene miedos, temores, heridas y cicatrices, a pesar de que el traje de placas endurecidas en fibra de kevlar y con fibras de titanio por inmersión, las oculte.
El Batman de Reeves parece más la historia de un detective nato, de un observador, de alguien que busca la verdad y, al mismo tiempo, de un vengador inquietante, de un caballero de la noche que no solo saca a los más débiles de situaciones desafortunadas sino también de un personaje que atemoriza con su sola presencia. De hecho, el cineasta logra con maestría que las apariciones del personaje estén cargadas de un marcado suspenso y ambiente teatral.
Las comparaciones con otras películas del superhéroe rondarán en la cabeza de quien mira durante las tres horas del largometraje (sí, 180 minutos. Tome sus previsiones). Claro, eso también dependerá de la edad y del conocimiento que se tenga del personaje.
El Batman de Reeves es una “rata alada”, víctima de la historia de vida que le tocó protagonizar, la de un niño rico de nueve años que queda huérfano, pero que aun así, crece con el deseo de proteger a otros que pasaron por la misma situación y restablecer el orden y la justicia en Ciudad Gótica, que por cierto, nunca lució tan apocalíptica y decadente: la oscuridad, la impunidad y los delitos están a la orden del día y la basura se hace la dueña del cuadro.
¿Qué se conseguirá el que está sentado en la butaca en el ínterin? Una trama que, a ratos, puede recordarle a Seven, de David Fincher. Acertijo (Paul Dano) parece copiar al calco a John Doe (Kevin Spacey) en eso de dejarle pistas al protagonista de cada uno de sus crímenes y cómo llegar a él finalmente.
En lo que se refiere a las actuaciones, el Batman de Pattinson convence por profundidad y solidez. Conmueve más allá del antifaz. El espectador puede perderse en su mirada y sentir su dolor. Con su performance del murciélago, el ex de Kristen Stewart enterró en lo más profundo del imaginario del espectador al vampiro que lo catapultó a la fama en Twilight y pisa fuerte en el universo extendido de DC Comics considerando el listón dejado por Christian Bale, Michael Keaton, Val Kilmer, George Clooney y Adam West.
Paul Dano no la tuvo fácil al momento de encarnar a Acertijo. En el pasado, Frank Gorshin y Jim Carrey, entre otros actores tuvieron la misma asignación y dejaron huella. El villano del actor recordado por Pequeña Miss Sunshine revela un antagonista tan herido como Batman que busca vengarse sin mediar razones.
La tarea de Zoe Kravitz (Gatúbela) tampoco fue sencilla. No es fácil meterse en la piel que en el pasado lucieron las icónicas Julie Newmar, Eartha Kitt, Michelle Pfeiffer, Halle Berry y Anne Hathaway. Pero la hija de Lisa Bonet y Lenny Kravitz no se amilanó y salió airosa dándole su propio toque de ferocidad y sensualidad al papel.
Completan el elenco de Batman de manera magistral: Jeffrey Wright (comisario Gordon), Andy Serkis (Alfred), John Turturro (Carmine Falcone), Colin Farrell (Pingüino) y Peter Sarsgaard (Gil Colson).
¿El Batman de Matt Reeves, ya disponible en la cartelera nacional, es el mejor filme de la franquicia de Warner Bros.? ¡Qué aseveración tan osada! La última palabra la tendrá, como siempre, el espectador.