domingo 24  de  marzo 2024
ESPECIAL

Romero Britto: "Nací de nuevo en Miami"

El afamado artista brasileño conversa sobre sus inicios hace más de tres décadas en la ciudad que le abrió las puertas y de la cual fue nombrado embajador del arte y la cultura
Diario las Américas | WILMA HERNÁNDEZ
Por WILMA HERNÁNDEZ
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MIAMI.- La organización de trazos definidos y la alegría de colores vibrantes, destacan en la obra de Romero Britto, elementos que marchan en sentido opuesto a lo que un día fue la vida del afamado artista, quien hace 35 años se instaló en Miami y desde entonces se propuso devolver, a través del arte, a la ciudad que lo acogió algo de las bondades que le ha entregado.

El pintor y escultor, que dejó su natal Brasil en busca de nuevos horizontes, dice haber renacido en esta urbe del sur de la Florida que abraza la diversidad cultural, y con la que sostiene una relación de complicidad: Britto ha visto crecer a Miami y ésta ha sido testigo del proceso creativo que ha conducido a unos de sus hijos adoptivos más célebres al éxito.

“Cuando yo llegué aquí, no había un ambiente propicio para el arte. No había Art Miami ni Art Basel ni existían muchos estudios de arte. No recuerdo que existiera alguno en Lincoln Road. La evolución ha sido con una fuerza de cero a mil. Sí había algunos artistas, pero nada en comparación con lo que es hoy. Miami es una meca de las artes, no solo en Florida, sino en todo EEUU”, expresó Romero Britto a DIARIO LAS AMÉRICAS.

“Creo que por el hecho que en esta ciudad hay una gran mezcla de personas de diferentes lugares, hay más aceptación de lo nuevo. Eso es algo muy especial. Yo me he sentido muy a gusto viviendo aquí todos estos años. Y creo que mi éxito también se ha debido al hecho de estar en una ciudad, que ha crecido al mismo tiempo que yo he desarrollado mi arte”, agregó el artista, quien desde su taller en Wynwood exporta sus creaciones a diferentes latitudes.

Cómo no ser reciproco y echar raíces donde le han abierto las puertas y le han acogido como hijo ilustre. En 2017, el entonces alcalde de Miami, Tomás Regalado, lo nombró embajador del arte y la cultura de la ciudad.

“Miami tiene gran importancia para mí, porque fue aquí donde realmente vi que las cosas que estaban pasando con mi arte. La comunidad me ha acogido muy bien y aquí le han dado un gran apoyo a mi trabajo, y eso nunca lo sentí en otro lugar. Por eso cuando viajo a otros países y hasta a otras ciudades de EEUU, cuando regreso a Miami, siento que estoy regresando a casa. Siento que nací por segunda vez aquí, me siento miamense. Las amistades que he encontrado aquí han sido muy importantes”, expuso.

Su sello artístico

El corazón ha sido recurrente en su búsqueda de un estilo propio, un símbolo que lo remonta a su infancia en el seno de una numerosa familia en Recife, capital del estado de Pernambuco, ubicado en la empobrecida región del nordeste brasileño.

“Desde niño siempre me gustó lo colorido, pero hubo un momento en el que comencé a colocar el corazón en mis obras, porque simboliza mucho ese sentimiento que tengo por mi arte, por el día a día, por las personas, por la vida que tengo y por la que quiero. Entonces, así como hoy se utilizan mucho los emoji, yo comencé a utilizar el corazón como mi propio símbolo, que significa familia, amistad; ese amor, cariño y comprensión que todo el mundo quiere”, señaló.

Sus raíces

Pero esa interpretación en sus piezas del órgano humano, al que se le atribuyen sentimientos nobles, tal vez surgió de las carencias de una niñez marcada por el caos de convivir con ocho hermanos, clamando la atención de una madre que llevaba sola el peso de la crianza de sus hijos con escasos recursos.

“Crecí muy rápido viendo todas las dificultades que enfrentaba mi madre criando a nueve hijos sola. Fue complicado, no le deseo eso a nadie, crecer así y tener que sobrevivir esos momentos difíciles, porque cuando uno atraviesa esas situaciones, uno empieza a lidiar con los problemas e intenta sobrevivir por sí solo. Creo que, de cierta manera, fue algo bueno. Pero no le deseo eso a ningún niño, crecer en esas condiciones, sin un padre y solo al cuidado de la madre”, expresó.

“No se deberían tener tantos hijos si no hay las condiciones apropiadas, porque el amor y el cariño de los padres son tan importantes para el desarrollo y crecimiento. Todo viene del pasado. Hoy en día hay tantos problemas emocionales, que dividen a las familias, hogares rotos porque no saben lidiar con problemas que aparecen más tarde en la vida y que tienen raíces en la infancia”, añadió.

Y, quizás, detrás de esos trazos oscuros y vibrantes colores haya justamente un destello de inconformidad por esa felicidad que quiso y no vivió cuando niño.

“Creo que mi arte refleja precisamente lo opuesto. Quiero colocar en mi arte lo que he querido para mí y siempre estoy en busca de eso: del colorido y la alegría. Entonces creo que se trata más de esa búsqueda de alegría”, dijo.

“El desarrollo de mi estilo fue algo muy orgánico, siempre me gustaron os colores y las cosas organizadas. Por eso mi arte es medio organizado y limpio, los colores no se mezclan. En los últimos años me he relejado más en cuanto a la organización, pero ha sido todo un proceso muy genial y muy bonito”, agregó.

El artista, que un día soñó con ser diplomático, considera que la educación y la planificación familiar deben ser prioridades para el bienestar de cualquier sociedad.

“Cuanto más educadas sean las personas, mejores decisiones tomarán. Creo que el acceso a la educación es lo primero y después el planeamiento familiar, porque mucha gente no tiene idea de lo que es tener una familia. Si hay quienes van a la escuela a aprender cómo manejar los negocios, por qué no aprender cómo alcanzar el éxito personal y en la familia”, manifestó.

“Valoro más el éxito personal, a ser feliz en el plano personal. Pero, a veces, la gente acaba encontrando el éxito profesional. Hay quienes van en busca del éxito profesional porque no han alcanzado la realización personal, y ni saben cómo ir en busca de ésta; se quedan esperando que un día llegue”.

Britto, cuyo arte decora espacios en grandes aeropuertos del mundo y quien ha impregnado su sello en los portarretratos de famosos y de la realeza británica, afirma que aún tiene mucho por conquistar.

“Hay tantas cosas que quiero hacer, como llevar mi arte a más plazas públicas, hacer más instalaciones como las que ya tengo aquí en el aeropuerto de Miami, en los de Nueva York, JFK y La Guardia y en otros de Europa y Asia. Quiero hacer tanto, la cuestión es el tiempo, pero estoy tratando de manejar mi agenda para poder hacer cuanto más sea posible con el mínimo tiempo que tengo. Ahora estoy trabajando en varios proyectos a la misma vez, en pinturas, esculturas, en encargos”.

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