LOS ANGELES.-DPA
El actor contó que llevaba piel de alce y de oso encima que pesaba como unos 50 kilos cuando se mojaba, producto de tener que trabajar en ríos helados. "Todos los días era un reto para no padecer de hipotermia", explicó en una entrevista reciente
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La de "The Revenant" era una historia tan difícil de digerir y de poner sobre escena que dos reputados directores dijeron que no antes de que el proyecto fuera recogido por un trío de mucho prestigio: Alejandro González Iñárritu, Emmanuel Lubezki y Leonardo DiCaprio.
Juntos lograron crear una película muy poderosa, tanto en el aspecto visual como en la parte interpretativa, centrada en la historia del cazador y aventurero Hugh Glass, dado por muerto por un grupo de expedicionarios hacia el oeste de Estados Unidos a mediados del siglo XIX y que decide vengarse después.
En concreto, Glass sufre el ataque de un oso que lo deja casi muerto. Sus compañeros lo dejan abandonado y acaban con la vida de su hijo, lo que lo empuja a un camino de venganza y lucha sin tregua.
Es, es sin duda, uno de esos papeles difíciles de rechazar, que primero estuvo en manos de Samuel L. Jackson y después en las de Christian Bale, para ir a parar a un DiCaprio que a sus 41 años se ha consolidado como uno de los mejores actores de su tiempo en Hollywood.
Así como se muestra en pantalla para el espectador, así de dura resultó la película para su protagonista. De acuerdo a DiCaprio, "The Revenant" es la cinta más difícil que ha hecho en su vida, y eso ya es mucho decir para un actor con unos cuantos títulos a sus espaldas. "Cada día de esta película fue complicado", explicó, principalmente por la carga física que exigió el rodaje.
El actor contó que llevaba piel de alce y de oso encima que pesaba como unos 50 kilos cuando se mojaba, producto de tener que trabajar en ríos helados. "Todos los días era un reto para no padecer de hipotermia", explicó en una entrevista reciente.
De hecho, usaron en el set de rodaje un gran ventilador para poder darle calor al actor después de cada toma. Una forma de mantenerle secos los pies y las manos y evitar una enfermedad que hubiera demorado un rodaje ya de por sí largo. En total, fueron nueve meses de reto que no muchos directores estaban dispuestos a aceptar.
El hecho de que el mexicano ganador del Oscar a mejor película el año pasado estuviera a los mandos fue la motivación definitiva para decir que sí. El actor de origen italiano lo entiende más como un capítulo de su vida que como una película por la dificultad que entrañó. "Fue algo épico en todos los sentidos".
Aunque es una cinta de un corte notoriamente más duro que "Birdman", tiene los suficientes ingredientes como para competir en la ceremonia de los Oscar el próximo año. De hecho, su estreno en unas cuantas salas de cine el 25 de diciembre responde a esa intención principalmente.
Las apuestas dan como favorito a DiCaprio para ser nominado de nuevo como mejor actor, algo que ha logrado ya en tres ocasiones, aún sin conseguir el galardón.
También parten con muchas opciones el director, que ya se hizo con el Oscar el año pasado, y su magnífico director de fotografía, Emmanuel Lubezki, que consiguió algo histórico al llevarse la estatuilla dorada en dos años consecutivos trabajando con dos directores mexicanos, Alfonso Cuarón en "Gravity" e Iñárritu en "Birdman".
Con "The Revenant", ha vuelto a firmar un trabajo excelso, rodado todo en territorio hostil y en escenarios remotos de Canadá y Argentina. Por eso costó mucho financiarla, puesto que, según Iñárritu, se perdía gran parte del día tratando de llegar hasta los lugares designados. El resultado, sin embargo, parece haber merecido la pena. Habrá que ver si también lo entiende así la Academia de Hollywood.
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