Al Gobierno de Nicolás Maduro no le basta con que 1.5 millones de venezolanos hayan abandonado el país en los últimos 16 años. “La revolución bolivariana” quiere además mantener reducidos y dominados a los habitantes de la nación sudamericana.
La ineptitud del actual Gobierno tiene a Venezuela sumida en un caos: los desabastecimientos, la violencia, y la corrupción son el día a día. Y la culpa, según Nicolás Maduro, la tiene Estados Unidos
Al Gobierno de Nicolás Maduro no le basta con que 1.5 millones de venezolanos hayan abandonado el país en los últimos 16 años. “La revolución bolivariana” quiere además mantener reducidos y dominados a los habitantes de la nación sudamericana.
En su cansino discurso sobre el imperio, Maduro ha llegado a decir: "Somos la gran fuerza estabilizadora de paz y de justicia del Caribe, por eso es un despropósito las conspiraciones que se hacen desde Washington para acabar con la revolución bolivariana". La ineptitud del actual Gobierno tiene a Venezuela sumida en un caos: los desabastecimientos, la violencia, y la corrupción son el día a día. Y la culpa, según Nicolás Maduro, la tiene Estados Unidos.
Pero el zarpazo que el régimen pretende dar a la Ley de Amnistía y Reconciliación, ya aprobada por la Asamblea Nacional, es quizás el último intento de Maduro y sus secuaces. La liberación de Leopoldo López, Antonio Ledezma, Manuel Rosales y las decenas de disidentes que tienen presos, implicaría otro triunfo más para la oposición. Y Maduro teme que sea el fin.
Los miserables argumentos que maneja el régimen para dejar sin efecto la que fue la principal oferta de la oposición en la pasada campaña electoral, los retrata. Hablan de la impunidad en la que quedarían delitos de lesa humanidad, así como de narcotráfico y corrupción; y que la ley fue redactada para casos particulares.
Solo pretextos. La realidad es que el agonizante régimen patalea. Se resiste a dejar el poder. Y es por eso que insisten en pisotear la democracia, en mantenerla entre rejas. Con Leopoldo López, Antonio Ledezma, y Manuel Rosales fuera de la cárcel, al Gobierno de Nicolás Maduro se le acabaría el aire.