Los problemas de los Dolphins de Miami en este comienzo de temporada parecen estar en su peor etapa, tras sucumbir el lunes ante unos modestos Titans
El entrenador principal de los Dolphins, Mike McDaniel, gesticula durante la segunda mitad del juego ante los Titans de Tennessee, el lunes 30 de septiembre de 2024.
AP Foto/Rebecca BlackwellLas fallas ofensivas de los Dolphins de Miami dieron un giro para peor este pasado lunes por la noche, cuando el escuadrón del sur de la Florida sucumbió ante los Titans por marcador de 31-12, en lo que significó la primera victoria de la temporada para el conjunto de Tennessee.
Si bien los problemas en ataque han sido una constante para los muchachos de Mike McDaniel en lo que va del torneo, la pérdida del mariscal de campo Tua Tagovailoa, por una nueva conmoción cerebral, ha agudizado los inconvenientes. El lunes, los Dolphins utilizaron a su tercer quarterback desde el más reciente percance físico del estelar y los resultados estuvieron lejos de lo esperado.
"Hay una desconexión tremenda entre la preparación y la ejecución", admitió McDaniel en declaraciones recogidas por The Associated Press. "Pienso que hay una gran cantidad de contribuyentes. Al final, no importa lo que estemos haciendo tras bastidores. Lo que hacemos en el campo no está ni cerca de ser lo suficientemente bueno", añadió.
Miami, que ha anotado apenas 45 puntos, la menor cantidad en la liga, finalizó con 184 yardas totales.
"Definitivamente es frustrante. Sin duda somos mejores de lo que demostramos el día del juego", dijo el receptor Jaylen Waddle. "Tenemos que ser mejor que buenos cuando tu mariscal de campo titular está fuera".
Tyler Huntley fue el encargado de reemplazar a Tagovailoa en esta última oportunidad, luego de que Skylar Thompson y Tim Boyle recibieran sus chances en semanas previas.
Con Huntley, la ofensiva de los Dolphins careció de sincronización. En un par de oportunidades importantes con el receptor Tyreek Hill, el mariscal de campo calculó mal los tiempos con sus pases después de que su compañero había dejado atrás a su defensor.
"Te gustaría tener 1.000 oportunidades para poder ejecutar el libro de jugadas, pero así son las cosas. Me sentí muy cómodo, pero ahora tengo que buscar más en profundidad, conocer los puntos fuertes y débiles de la ofensiva y llevarla a otro nivel", explicó Huntley.
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